Personal del área Departamento contra el Crimen Organizado de la Policía Federal (PFA) recolectará en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza este jueves a la madrugada a uno de los prófugos más elusivos de la historia criminal argentina reciente. Se trata de Tito Franklin Escobar Ayllón, el taxista que en 2015 violó a una joven en el barrio porteño de Palermo y luego escapó para pasar en la clandestinidad más de ocho años.
Ayllón, por quien pesaba una recompensa de 5 millones de pesos, fue finalmente capturado por la Policía de Bolivia mientras caminaba por la ciudad de El Alto esta semana, tras un trabajo en colaboración con PFA y Gendarmería: entre las tres fuerzas se llegó al dato que permitió su captura. La gestión del caso fue realizada por Mercedes La Gioiosa, secretaria de Seguridad y Política Criminal. Cayó tras encontrarse con su madre.
Ahora, el sospechoso llega a la Argentina para enfrentar el proceso penal por el ataque a Manuela Ponz, quien por entonces tenía 20 años. Está acusado de abuso sexual agravado.
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La mujer fue violada en abril de 2015 por el taxista a bordo del auto marca Chevrolet modelo “Spin” de la empresa “Premium” que manejaba Ayllón, después de haber salido de un bar de la zona de Colegiales. La atacó luego de que se quedara dormida en el asiento trasero.
Así, la Justicia buscó a Escobar Ayllón, que huyó de su vida rápidamente. Dejó de percibir los beneficios sociales que cobraba en ese entonces, abandonó su domicilio en Sarandí, terminó su relación laboral con un empresario de taxis de la comunidad boliviana al que le manejaba.
Su propia mujer lo señaló. Escobar se convirtió en el principal sospechoso luego de que quien era su pareja se presentara en una comisaría de Sarandí y asegurara que el taxista le reconoció la violación. El taxi fue encontrado en Balvanera poco después, una zona donde Escobar tenía un domicilio.
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También le pusieron un precio a su cabeza. El Ministerio de Justicia lo hizo oficial el 29 de abril de 2015: ofrecían 500 mil peso (ocho años después, la recompensa llegaba 5 millones de pesos). Por ese entonces, la cara de Ayllón, con su última foto disponible, una instantánea de Migraciones tomada meses antes en el Aeropuerto de Ezeiza, comenzó a circular en medios y redes sociales. Interpol publicó en su sitio web la circular roja en su contra con sus datos personales.
Manuela, que escribió el libro La mala Víctima para relatar su experiencia y sanar sus heridas, nada sabía este miércoles de la captura de Franklin. Será un antes y un después tras tantos años de lucha.
El último saludo a su madre antes de caer
El taxista logró lo que pocos fugados de alto perfil pudieron: permanecer totalmente bajo el radar por más de media década. Siempre pensaron que estaba en Bolivia, su país de origen, donde todavía tenía familia, así como en Argentina. Y finalmente allí lo hallaron.
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La investigación, comandada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°2, a cargo de Manuel Gorostiaga y principalmente abocada al entorno del prófugo, permitió estableces por “distintos abonados telefónicos relacionados a los familiares más directos del sospechoso” que estaba en Bolivia.
De esa manera, se obtuvo que tanto la madre de Ayllón como la pareja de la mujer “enviaron en distintos momentos dinero” a una joven de la ciudad El Alto, quien resultó ser la novia del prófugo.
Así, con agentes en la zona donde vivía la nueva pareja de Ayllón, comenzaron a seguir a la madre del sospechoso y fue de esa manera que la vieron “tomar contacto con una persona de sexo masculino, con características fisonómicas coincidentes con las del requerido”. Y, entonces, se dio la captura.
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