La noche de este miércoles fue extremadamente violenta en el departamento judicial Rosario. Hubo dos asesinatos en la zona norte y en el oeste. También mataron a un hombre en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Todos los casos -que ocurrieron en un lapso menor a tres horas, entre las 21:20 y la medianoche- son investigados por el fiscal Alejandro Ferlazzo del Ministerio Público de la Acusación.
Así, la cuenta de muertes en el territorio más sangriento del país asciende hacia un nuevo récord: en lo que va del año ya hubo 163 homicidios, según el Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe. Pero este raid criminal en tan poco tiempo, no es una novedad por Rosario: hacía menos de un mes (5 de julio) la ciudad ya era presa de otra cifra escalofriante: se habían producido cuatro homicidios en tres horas lo que refleja la problemática que atraviesa.
El primero de los crímenes, de este último martes, tuvo lugar pasadas las 21 en Ferreyra y José Ingenieros, en el barrio de Arroyito, a cinco cuadras de la cancha de Rosario Central. Jonathan Manuel Almirón, de 27 años, se desplazaba en un Chevrolet Onix blanco, cuando dos sicarios en moto se pusieron a la par y le dispararon.
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Después del ataque a tiros, Almirón chocó contra un taxi y volcó. La escena del homicidio parecía tomada de una película: el cuerpo estaba dentro del auto, mientras se veían billetes afuera y adentro del vehículo. A los pocos metros, una rotisería que estaba abierta sufrió un impacto de arma de fuego en el vidrio de su fachada.
De acuerdo a las actuaciones del gabinete criminalístico, en el lugar se incautaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros, tres celulares con sus respectivos chips, 160 mil pesos y dos cadenitas de oro. En las primeras tareas investigativas se pudo saber que la víctima tenía domicilio registrado en la ciudad de Funes y que figuraba como autorizado para manejar el Onix, que no era suyo.
El segundo homicidio ocurrió pasadas las 22 en Uruguay y Magallanes, en el barrio Moderno, distrito oeste. Según la reconstrucción hecha por la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, pistoleros –que portaban dos armas diferentes– dispararon e hirieron a dos jóvenes de 27 años que fueron trasladados de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Fernando Martín Espíndola, una de las víctimas, murió en el hospital por una herida de arma de fuego en el tórax. Por su parte, el otro joven que estaba junto a él quedó internado fuera de peligro con lesiones en las dos piernas.
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Según posteos realizados a través de las redes sociales en la mañana de este jueves, a Espíndola lo conocían por el apodo de “Paloma” y se dedicaba a la música. Desde su entorno se expresó desconcierto ante la balacera mortal.
Peritos forenses secuestraron siete vainas servidas calibre .40 y ocho vainas calibre 9 milímetros. Tal como ocurrió en el asesinato de Almirón en la zona norte, el frente de una propiedad quedó en la línea de tiro y su fachada quedó con dos marcas de balas.
El último de los hechos ocurrió en Ecuador y 20 de Junio, en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Por los datos recolectados por la Policía, Sergio Alberto Leguizamón, de 44 años, estaba en el interior de su casa, cuando un sicario golpeó la puerta y lo llamó por su nombre.
Cuando atendió el llamado, el hombre recibió un disparo en el rostro y otro en el cuello.
En el domicilio de Leguizamón, los peritos forenses hallaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros. En tanto, los integrantes de la brigada de Homicidios de la AIC se abocaron a la búsqueda de testimonios y de cámaras de videovigilancia que hayan podido captar el ataque.
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