El joven que fue asesinado de varios balazos en el cuerpo en un basural ubicado en la zona sur de Rosario fue identificado por los investigadores, luego de que sometieran las huellas dactiloscópicas a una pericia que reveló que se trataba de Paulo Alejandro Maciel, de 26 años. Pese a que el móvil del crimen no logró ser determinado, los investigadores apuntaron a que podría tratarse de un presunto ajuste de cuentas.
Luego de que las autoridades explicaran que el reconocimiento del cuerpo se demoró debido a que la víctima no contaba con ningún tipo de documentación o credencial que pudiera vincularlo, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmó que la identidad del hombre que presentaba varios disparos en la zona de la cabeza, la espalda y las piernas, según reveló la autopsia.
El hallazgo ocurrió durante la mañana del martes en un basural ubicado entre las calles Lirio y España, del barrio Las Flores, cuando los vecinos denunciaron el hecho al 911. De acuerdo con el relato de los efectivos que acudieron al lugar, el joven se encontraba boca abajo sobre un pastizal cercano a una línea de ranchos.
De acuerdo con la información a la que accedió Télam, el fiscal a cargo de la causa, Alejandro Ferlazzo, aseguró que “la víctima fue ejecutada en este lugar y hay similitud entre los dos crímenes ocurridos en las últimas horas”, en referencia al asesinato de un hombre de 35 años que también fue baleado en un descampado ubicado en la zona noroeste de la ciudad.
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En cuanto al segundo homicidio, el funcionario público destacó que el cuerpo del segundo fallecido “tenía al menos seis heridas de arma de fuego” y que habría sido ejecutado durante la madrugada del miércoles. Además, se suma a la lista de crímenes investigados por el mismo fiscal el caso de un adolescente de 16 años llamado Gonzalo Sebastián Contreras, quien fue asesinado de once tiros en el interior de una casa en construcción ubicada entre Magallanes y Rafaela, del barrio Ludueña.
A pesar de que no hay detenidos por ninguno de los tres homicidios, los investigadores apuntaron que el cadáver de Maciel se encontraba en territorio dominado por la banda narcocriminal “Los Monos”. Además, la coincidencia entre las modalidades de los crímenes fue el nexo que establecieron las autoridades para investigar si habría algún tipo de relación entre las víctimas o si se trataría del mismo autor criminal.
No obstante, los agentes afirmaron tener motivos para creer que, por lo menos Contreras, estaría involucrado en el mundo narco, debido a que entre sus prendas había un arma calibre 380 con numeración limada y 14 cartuchos. Asimismo, lograron establecer que se trató de un arma de fuego que participó en una balacera reciente sucedida en la zona noroeste de Rosario.
Entre los peritajes que realizó la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en la escena del crimen, los efectivos secuestraron nueve vainas servidas calibre 9 milímetros. Hasta el momento, las autoridades no revelaron si las armas de fuego que habrían sido utilizadas en los otros dos crímenes coincidirían con las heridas de bala que presentaban los cadáveres.
Por otro lado, en la ciudad reportaron un raid de crímenes mafiosos, ya que el sábado pasado dos sicarios en moto ingresaron al camping “Teodoro Ponce” de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ubicado en la ruta provincial 14, a la altura del kilómetro 1 –en jurisdicción de Pérez, ciudad vecina a Rosario– y mataron de varios tiros a Julio Miranda, un joven de 29 años que terminaba de jugar un partido de fútbol amateur.
Por el homicidio de Miranda hay dos sospechosos aprehendidos por orden de la fiscal Gisela Paolicelli. Uno sería el pistolero, que ingresó al Hospital Clemente Álvarez el mismo sábado porque aparentemente se disparó a sí mismo al sacar la pistola para cometer el ataque. El otro cayó el domingo en una persecución del Comando Radioeléctrico en la zona oeste de Rosario, donde se incautó una moto Rouser blanca y negra que, se investiga, si fue la utilizada para perpetrar el asesinato.
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