El denominado “pasillo de los zombies” está ubicado en Espadaña y Aymará, a muy pocos metros de la Estación de Retiro y el Patio Bullrich. En ese lugar, agazapados entre las construcciones del Barrio 31, la “Banda del Pueblo” -comandada desde la cárcel por César Morán de La Cruz, alias “El Loco César”, condenado a 15 años por homicidio- vende pasta base, cocaína y, en menor medida, marihuana en dos turnos de 12 horas. Ya son parte del mapa.Oriundo de Lima, Perú, el jefe narco desembarcó en el asentamiento de Retiro hace casi 20 años. La prisión no lo frena: su banda opera en el lugar hasta hoy.
En un video al que tuvo acceso Infobae se puede observar la actividad de la organización que, además, cobra protección a los comerciantes de la zona que, de no pagar, son asaltados a mano armada. Una de las secuencias muestra cómo todos se dispersan ante la llegada de dos policías, y otra la venta nocturna.
Desde las 8 hasta la medianoche, entre 400 y 700 personas forman fila detrás del dealer, que está acompañado por un soldado, ante la atenta mirada de los “campanas”, una persona que se mantiene fuera del pasillo y avisa de movimientos y presencias extrañas, indicaron detectives que investigan sus movimientos.
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Las fuentes detallaron que los turnos son de 12 horas cada uno: de 8 a 12 y de 12 a 00. En las ventas, divididas por estupefacientes, participan menores. También se puede ver a chicos comprando, mientras nenes con delantal blanco pasan a un lado de las filas. A los costados hay pasillos enrejados, que los narcos abren y cierran a su antojo.
Estiman, en ese sentido, que la banda tiene al menos 50 integrantes, la mayoría, de nacionalidad peruana al igual que el jefe narco, encerrado en la Unidad 7 de Resistencia, Chaco, tras un paso por el penal de Rawson. Antes, “El Loco César” mandaba desde uno de los pabellones de Devoto, donde estaba encerrado desde 2012, cuando fue detenido.
Según fuentes del caso, la alta concurrencia a ese sector de la villa está marcado por la relación calidad/precio de la droga que ofrece la estructura del peligroso narco, conocido por su determinación a la hora de matar. Calculan que tienen una ganancia de unos 2 millones de pesos diarios.
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Precisamente, efectivos de la División Antidrogas Norte la Policía de la Ciudad detuvieron esta semana a ocho miembros de la organización que, luego de varios golpes, se habían reagrupado y vuelto a vender en el mismo sitio, que fue objeto de procedimientos en reiteradas oportunidades.
En la causa intervino el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N° 23, a cargo de Norberto Circo, junto con la UFEIDE, a cargo de Cecilia Amil Martín, quien ordenó la detención de los ocho involucrados, cinco hombres y tres mujeres, de entre 18 y 41 años.
Los agentes realizaron tareas de campo y obtuvieron los registros fílmicos en una investigación que se inició en diciembre de 2022, pero sospechan que, en cuestión de tiempo, otro grupo tomará el lugar de los ahora arrestados.
Quién es el César Morán de la Cruz, alias “el Loco César”
Oriundo de Lima, Perú, y condenado a 15 años por homicidio, Morán fue acusado de regentear durante más de una década el comercio de paco y cocaína durante en el Playón Este del asentamiento, una zona habitada principalmente por ciudadanos peruanos.
Con su principal aguantadero llamado “La Casa del Pueblo”, una estructura ruinosa de dos plantas llena de olor y humedad emplazada en la manzana 102 del Playón, el capo comenzó su dominio en el barrio a mediados de la década pasada, expropiando casas de ladrillo hueco construidas por bolivianos a punta de pistola.
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Investigadores destacaron que, en los últimos años, amplió su dominio a Moreno y a Villa Gesell. También estaría detrás de la venta en casas tomadas en el centro porteño. En octubre de 2022, los agentes antidrogas de la Ciudad detuvieron en un departamento de Junín al 600 a Jorge Anderson “Culón” Danos Villar, señalado como uno de sus principales sicarios.
Antes detuvieron a Juan Inga Arredondo, alias “Piedrita”, quien fuera su killer predilecto. Fue procesado en 2015 por cuatro brutales homicidios cometidos en cuarenta días; una de las víctimas, Mónica Rojas Palma, era una de las ex mujeres de Morán, implicada en su trama narco, muerta aparentemente por quedarse con un dinero que no le correspondía.
“Piedrita” cayó preso precisamente en la “Casa del Pueblo”, en un histórico operativo a cargo de la división Homicidios de la PFA. El supuesto arsenal de la banda también fue encontrado oculto en un rancho no muy lejos del lugar. Había pistolas Bersa, Colt y TAM, una escopeta Remington Magnum 8.70, carabinas Beretta, Ruger y Mauser con culata recortada, una bolsa surtida con casi cien cartuchos de diversas municiones, otras cincuenta balas calibre .45, un chaleco antibalas y hasta una granada FMK-2 de fabricación argentina.
La cárcel, sostiene la Justicia, nunca detuvo a Morán de la Cruz: sus teléfonos celulares y al menos cinco de sus ex parejas le servían de canal de comunicación para seguir sus operaciones en el Playón Este. Tenía lugartenientes, todo un clan: su hijo mayor y la madre del chico, así como varios sobrinos y primos fueron acusados de integrar la cúpula del clan para ordenar y cometer ataques sicarios.
En enero de 2017, el fiscal Jorge Di Lello y su equipo, con la actuación del secretario Javier D’Elio, elevó a juicio a sus principales laderos. En 2019, el “Loco” fue condenado a prisión perpetua por un crimen por encargo de María Belén Peralta, en Moreno, asesinada por error.
La investigación del por entonces fiscal subrogante Walter Velasquez reveló una serie de chats que anunciaban el crimen: “No voy a parar hasta que estén todos muertos”, advirtió el capo. Su nombre también sonó vinculado a un triple crimen de ciudadanos peruanos cometido en marzo de 2018 en la Villa 31 bis.
Pese a las condenas y la activa vigilancia en la villa, Morán consiguió la fórmula para regenerarse y continuar al frente del negocio tras las rejas.
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