“Siniestro”: las primeras horas de encierro del femicida que mató de 22 puñaladas a su ex en Parque Leloir

“Siniestro”, fue la palabra que usó uno de los investigadores para definir la impresión que le dejó José Castillo Corvalán (37), el femicidia detenido el martes por la mañana poco después de asesinar a puñaladas a Nancy Yanina Gotta (41), su ex pareja, en un centro comercial de Parque Leloir, en partido de Ituzaingó.

A Castillo Corvalán lo capturó la Policía Bonaerense en la terraza del mismo edificio comercial donde ocurrió el femicidio. El arresto se dio minutos después de haberle dado 22 puñaladas a Nancy, según la autopsia, cuando sospechan que intentaba arrojarse al vacío. Posteriormente, lo alojaron en una celda de la sede de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón. Allí pasó la noche y allí permanecía encerrado hasta esta tarde.

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Según pudo saber Infobae, en sus primeras horas bajo arresto al imputado se lo vio inquieto. “Estaba nervioso, aunque quería aparentar calma”, contó una fuente del caso. En el transcurso del martes, la fiscal María Alejandra Bonini, de la UFI N°12 del mismo distrito, lo indagó. Castillo Corvalán optó por el silencio.

Tras la audiencia, Bonini solicitó la detención formal al juzgado de Garantías interviniente, que dio lugar al pedido. En paralelo, la causa fue derivada a la UFI N°10 de Morón, especializada en Violencia Familiar y de Género y que está a cargo de los fiscales Paula Hondeville, Hernán Moyano y Florencia Di Sciascio.

Como parte de la investigación, este miércoles se continuaban analizando los registros de las cámaras de seguridad del centro comercial y recopilando testimonios en busca de la reconstrucción exacta de los hechos. Por otra parte, la Justicia tiene en su poder los teléfonos celulares de la víctima y del acusado, que serán peritados.

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Mientras tanto, se conocieron los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de la víctima. En el análisis forense se determinó que Nancy recibió al menos 22 puñaladas en el rostro, la cabeza y el cuello. Las heridas le provocaron un shock hipovolémico.

Nancy era madre de dos hijos, vivía en Hurlingham y se había separado de Castillo Corvalán hacía tres meses. Tras el femicidio, se supo que ella lo había denunciado en cuatro oportunidades por violencia de género y que el detenido tenía una perimetral que le prohibía acercarse a la víctima: el Juzgado de Familia N°8 de Morón le había dictado el 30 mayo pasado una medida de restricción de acercamiento.

El femicidio ocurrió en el complejo 3 de Leloir Plaza, ubicado en las calles Martín Fierro y Del Cielito. Tanto Nancy como Castillo Corvalán trabajaban allí: ella como empleada administrativa de la empresa West S.A. -de venta de heladeras y balanzas comerciales-; él como personal de tareas de mantenimiento y limpieza.

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La víctima llegó el martes al lugar cerca de las 8. El imputado la interceptó en uno de los pasillos del tercer piso del complejo. Aparentemente, en medio de esa situación, él la llevó hasta el sector de los sanitarios, donde la apuñaló varias veces. Luego, rompió los candados de acceso a la terraza e intentó quitarse la vida. Para entonces, la mujer ya había muerto.

Una compañera de trabajo de Nancy dijo que el femicida rompía la restricción perimetral, ya que ambos eran empleados en distintos espacios de ese complejo de Parque Leloir: “Todos los días estaba a 20 o 30 metros de distancia de ella”. Incluso aseguró que estaban al tanto de las situaciones de violencia que la víctima sufría. “Ya le había pegado muchas veces y toda la gente que trabaja acá ya sabía de esto. Todo el mundo sabía que la maltrataba”.

“Desde la empresa le modificaron los horarios (a la víctima) para evitar que se lo cruzara”, detalló otra mujer que trabaja en el predio, y agregó ante la prensa que no cree que el femicida intentó suicidarse, sino que intentaba escapar tirándose a una pileta de una casa vecina.

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