Un hombre de 20 años fue condenado a tres años en prisión por haber comprado un celular robado a una mujer que falleció durante un asalto que se perpetuó en su vivienda de Rosario. En la investigación del homicidio fue imputado otro joven señalado como autor del robo y posterior muerte de la víctima.
Por medio de un juicio abreviado, la Justicia de Santa Fe determinó sentenciar al acusado, identificado como Alejo Gómez a cumplir una pena de ejecución condicional y cumplimiento de reglas de conducta. La medida fue tomada luego de que fuera señalado como el responsable del delito de “encubrimiento agravado”, por tener en su poder el teléfono Samsung Galaxy 03 que pertenecía a la víctima, Nora Bergamín, de 74 años. A pesar de la sentencia, el joven quedará en libertad condicional, ya que no contaría con otros antecedentes penales.
De acuerdo a la interpretación del caso, el condenado recibió o adquirió el dispositivo móvil “con ánimo de lucro”, pese a que sabía que había sido obtenido por un presunto vendedor durante un robo ocurrido en el domicilio de la damnificada ubicado en Pasaje French al 600, ubicado en la localidad de Granadero Baigorria.
Según la explicación que ofrecieron los voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) a Télam, la situación de Gómez se conectó directamente al crimen Bergamín tras determinarse que el celular era uno de los elementos que habían sido robados durante el hecho que culminó con el fallecimiento de la mujer.
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Luego de que uno de los nietos de la víctima la encontrara sin vida el pasado 2 de junio y denunciara el hecho a la policía, el dispositivo fue hallado en un allanamiento realizado en una vivienda ubicada a cuatro cuadras de Bergamín, en donde el imputado por tener el teléfono a su disposición fue detenido.
La reconstrucción del crimen planteó que, entre el 28 de mayo y el 2 de junio, un par de delincuentes habían ingresado a la vivienda de la señora, de donde extrajeron el teléfono celular, un televisor, dinero en efectivo, una pava eléctrica, un anafe de cocina, un cable prolongador y varias cajas de clonazepam que la víctima consumía con prescripción médica, según precisó La Capital.
La hipótesis que sostuvieron los investigadores apuntaron a que Bergamín habría sufrido una descompensación producto del shock que le habría generado el robo. Como consecuencia de que la víctima vivía sola, habría perdido la vida en soledad hasta que el cuerpo fue encontrado por su nieto, quien relató haber entrado al domicilio hasta que se percató que su abuela se encontraba tirada en el piso rodeada por un charco de sangre.
Por el momento, un hombre de 28 años identificado como Leandro Sorribas fue detenido el pasado 14 de junio para después ser imputado como “autor del homicidio en ocasión de robo” por el fiscal Alejandro Ferlazzo. Por este motivo, el detenido quedó bajo prisión preventiva, es decir, por dos años hasta que se realice el juicio oral.
El acusado por el robo fue detenido con un cuchillo entre sus prendas mientras transitaba por las calles Ituzaingó y Eva Perón, es decir, a tres cuadras de la vivienda de la víctima. De acuerdo con la investigación, el detenido era un vecino de Bergamín, ya que su domicilio se encontraba a menos de 100 metros de la casa de la víctima.
Luego de que el juez Alejandro Negroni dictara la prisión preventiva, la abogada defensora de Sorribas intentó solicitar la libertad o la prisión domiciliaria bajo el argumento de que su cliente tendría una enfermedad de transmisión sexual diagnosticada y se encontraría bajo tratamiento psiquiátrico. Sin embargo, el magistrado declinó el pedido por sugerencia de la Fiscalía.
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