La policía y los investigadores judiciales de Chaco buscarán determinar si el cargamento de casi 325 kilos de cocaína hallados en el interior de la avioneta que se desplomó en un campo de la localidad Avía Terai durante la tarde del martes se encuentra relacionado con un cartel narco transnacional que comenzó a ser investigado el año pasado. Por el momento, las dos personas que viajaban a bordo continúan prófugas de la Justicia.
El director general de Consumos Problemáticos de la Policía de Chaco, el comisario general Juan Ramón Duarte, planteó la posibilidad de que el caso del aeroplano esté relacionado con “la causa que se está llevando adelante junto a Gendarmería Nacional desde el año pasado”, en referencia a las investigaciones de la ruta que trazó una banda narcocriminal entre los territorios de Bolivia, Paraguay y Argentina, para después exportar la droga hacia Europa.
El detalle que se transformó en una de las claves para relacionar los casos fueron unas imágenes que encontradas en los paquetes decomisados por los efectivos chaqueños, ya que los investigadores precisaron que las fotografías mostraban una mano abierta y la cara de un hombre con barba.
“No es la primera vez que se secuestran panes de cocaína con esas imágenes en el frente”, reveló un investigador durante una entrevista para Télam tras explicar que el uso de fotos a modo de etiqueta sería un método dentro del crimen organizado para poder clasificar qué tipo de droga se encontraría en el interior de cada ladrillo y la calidad de la misma.
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El comisario general indicó: “Lo estamos trabajando con Gendarmería, llevamos varios meses de investigación sobre el trazado de las avionetas justamente en esa zona”. Sin embargo, las autoridades todavía no pudieron determinar el destino que tenía el cargamento ni el paradero de los dos tripulantes.
A pesar de que la línea de investigación apuntaría a que la avioneta estaría ligada al cartel transnacional que está bajo investigación, desde la Justicia no desestimaron la posibilidad de que se tratara de una contratación de otra banda en calidad de terceros para realizar el traslado de la mercancía. En este caso, los peritos sostuvieron que los paquetes de droga estaban preparados para ser arrojados desde el cielo bajo la modalidad conocida como “bombardeo”.
En cuanto a las personas que viajaban a bordo de la avioneta Cessna 210 Turbo Centurión II, con matrícula boliviana CP-3123 de color roja y blanca, Duarte confirmó que la búsqueda se centró en el “piloto y su acompañante que, según manifestaciones de lugareños, era una pareja”, y agregó que fueron rescatados “por otras dos personas que se los llevaron en una camioneta, en la que además cargaron dos mochilas”.
Luego de que los testigos aseguraran que los prófugos presentaban heridas de la caída del aeroplano, el comisario evaluó: “No creo que hayan ido muy lejos porque se hizo un operativo cerrojo de manera inmediata”, para luego manifestar que se consultaron “a todos los hospitales, salitas de salud o farmacias en el que alguien haya comprado algo para algún tipo de lesión, pero por el momento fue negativo”.
No obstante, la alerta que emitió la Justicia a todos los centros de salud para que informen si en el lapso de las últimas horas dos personas con heridas buscaron ayuda profesional se mantiene vigente. Asimismo, ordenaron volver a peritar la avioneta para buscar huellas dactilares de los pilotos, pese a que los investigadores consideraron la posibilidad de que la nave hubiera sido limpiada antes de ser abandonada.
Por otro lado, Duarte informó que se contactaron con el departamento de Drogas de Bolivia, con el fin de que “brinde más datos sobre quienes estaban autorizados a pilotear la avioneta y quién es el propietario”. De igual forma, el jefe de policía no descartó que pudiera tratarse de una matrícula duplicada o robada.
Por último, el comisario explicó que la hipótesis trazada por la Justicia sobre la caída del aeroplano señaló que “volaba muy bajo y tuvo un desperfecto o quiso bajar, pero es un camino muy feo y el ala pudo tocar un alambrado y clavó la punta”, ya que la avioneta fue encontrada entre un campo y un camino rural ubicado a unos cinco kilómetros de distancia de la ruta nacional 16 y el establecimiento rural conocido como “La Aurora”.
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