La noticia se conoció este martes, pero ocurrió el pasado 13 de julio y las imágenes que ilustran esta nota hablan por sí solas. Tres policías de la Ciudad resultaron heridos cuando frustraron un intento de fuga de la Comisaría Vecinal 4-B, ubicada en el barrio porteño de Boedo, confirmaron fuentes oficiales a Infobae. Dos de los detenidos que quisieron escaparse también quedaron lastimados.
Todo ocurrió en la dependencia ubicada en Quilmes al 400, en la zona Sur de la Ciudad de Buenos Aires, cuando tres detenidos “provocaron una revuelta con la finalidad de darse a la fuga”, indicaron las fuentes consultadas por este medio.
Los detenidos usaron dos armas tumberas (fierros con una empuñadura casera) y un palo para pegarles, principalmente en la cabeza, a los oficiales que buscaban -y, luego, consiguieron- impedir la fuga, detallaron las fuentes.
Te puede interesar: Se suicidó el joven que le dio una patada en la cabeza a un árbitro en un partido de fútbol
Y dijeron: “El personal policial es agredido con tres puntas, las cuales fueron cortadas de los barrotes de las celdas en momento en que se procedía a servir la cena”.
Tras frustrar la huida de los detenidos, el imaginaria de la comisaría se comunicó con el SAME y los médicos constataron que un oficial primero y un inspector sufrieron heridas cortantes en cuero cabelludo; mientras que otro oficial quedó lastimado en la frente. También atendieron a dos de los detenidos.
“La capacidad operativa de la alcaidía es para 18 detenidos”, informaron desde la fuerza porteña y dijeron que, al momento del intento de fuga, “había 30 reos alojados” en esa dependencia. Al tiempo que recordaron que el Servicio Penitenciario Federal sigue sin habilitar cupo.
Te puede interesar: Los chats y el audio que el árbitro le envió al joven que lo agredió en un partido de fútbol y después se suicidó
Antecedentes
Siete días antes, pero en la Comisaría Vecinal 1-B, del barrio de San Nicolás, tres detenidos que se encontraban alojados en la dependencia porteña ubicada a metros del palacio de Tribunales, se fugaron por los techos de las viviendas linderas.
Según señalaron fuentes policiales a Infobae, la fuga ocurrió pasadas las 4 del 6 de julio pasado en la comisaría de Tucumán 1560 y los delincuentes rompieron la cerradura del calabozo con una barreta y accedieron al patio interno, en donde se treparon a un árbol para escapar.
En esa comisaría había “30 detenidos alojados”, que fueron identificados como Martín Ponce Muñoz, de nacionalidad peruana y con domicilio en la calle Yapeyú; Luciano Nicolás Alegre, un hombre en situación de calle; Marcelo Alejandro Silva, quien indicó vivir en la calle Alberti al 1300, en el partido bonaerense de Avellaneda.
El 4 de marzo último, otros cuatro detenidos que se encontraban alojados en una comisaría del barrio porteño de Flores se fugaron por los techos.
Te puede interesar: Feroz ataque a un árbitro en un partido de fútbol: un jugador le dio una patada en la cabeza y lo desmayó
El hecho se registró en la sede de la Comisaría Vecinal 7C de la Policía de la Ciudad, ubicada en avenida Gaona al 2700. Fue un vecino quien alertó a los efectivos de la seccional por ruidos que escuchó en el techo de su casa.
A raíz de ello, los uniformados hicieron el recuento de quienes estaban alojados en el calabozo de la comisaría y se dieron cuenta de que faltaban cuatro presos, por lo que emitieron el alerta al 911. Los detenidos fugados fueron identificados como Víctor José Pana, de 18 años, David Ferrari, de 32, Diego Guerrero, de 23 y Luis Silveyra, de 34.
Seguir leyendo: