Caso Lucas y Lautaro: las cajas fuertes del comisario detenido y el misterio del celular de su novia

El comisario mayor Francisco Daniel Centurión, ex responsable del área de enlace de Interpol con la Policía Bonaerense, responderá mañana miércoles ante el fiscal Daniel Ichazo por el secuestro y el asesinato de Lautaro Morello y Lucas Escalante, envuelto en una tramoya sucia de tickets de combustible de patrulleros que terminó en un cadáver incinerado y un chico desaparecido. Por el caso, están presos su hijo Cristian y su sobrino Maximiliano.

Centurión, que era investigado por Ichazo desde diciembre del año pasado y allanado en repetidas ocasiones, tendrá que responder con la incomodidad de un tiro en la pierna. Ayer lunes, la División Homicidios de la Policía Federal fue finalmente a arrestarlo en la intersección de la Ruta y la calle 1538 en Florencio Varela. No se entregó, así que tuvieron que correrlo por un baldío. En medio de su fuga, realizó movimientos que le hicieron pensar a la policía que lo perseguía que Centurión tomaría un arma para disparar.

Entonces, la efectivo detonó su arma, un tiro de advertencia. La bala rebotó en una piedra del baldío y entró en la pantorrilla izquierda del comisario. No hubo ningún reproche oficial por este tiro. Ichazo no se quejó. La superioridad de la PFA tampoco. Centurión fue trasladado al Hospital Mi Pueblo bajo custodia policial, donde se le trató su herida, se le removió el plomo y quedó internado fuera de peligro. El área de Asuntos Internos de su fuerza lo desplazó del cargo horas después.

Arrestarlo no era la única orden del día. La Federal allanó su casa y la de sus allegadas más inmediatas. La nueva sospecha en la causa que motivó estas redadas vuelve a la trama del caso más sórdida de lo que ya es.

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Le encontraron tres teléfonos, que intentó descartar cuando escapaba. Luego, dentro de su casa, le encontraron ocho mil dólares y tres cajas fuertes cerradas. Centurión no dio la clave o llave para abrirlas. Ichazo no tiene otra opción para abrirlas que pedirle al juez del caso que le autorice un cerrajero.

El fiscal ordenó allanar a la ex pareja del comisario mayor, así como a su novia actual. Se incautaron los teléfonos de ambas, que se negaron a aportar sus claves de desbloqueo -lo mismo hizo Centurión con sus aparatos-. En la casa de la novia, se encontró un bolso con algunos dólares, pesos y otro celular, además de anotaciones varias y, curiosamente, el pasaporte de Centurión.

Que se allane a la ex pareja y a la actual novia de Centurión es una sorpresa en el caso. Ichazo, según fuentes del expediente, sospecha que ambas saben algo que no dicen: hay escuchas dentro del expediente que indican un posible encubrimiento familiar en la historia, que podrían saber de la desaparición y muerte de Lucas y Lautaro, así como el móvil del doble crimen.

No podrán ser procesadas, dado su vínculo. La ley las protege de delatar al comisario.

Cristian y Maximiliano Centurión también fueron allanados en sus celdas del penal de Magdalena. Se llevaron los teléfonos de ambos también. Hicieron lo mismo que el resto de los acusados: se negaron a desbloquear sus aparatos.

Lautaro Morello (18) y Lucas Escalante (26), salieron a bordo del BMW de Escalante desde Florencio Varela el 9 de diciembre pasado. El cadáver de Morello fue hallado incinerado seis días después en el Camino del Buen Ayre. Lucas sigue desaparecido hasta hoy. Se cree que Lucas sufrió una muerte violenta luego de haber pasado “al menos más de un mes” privado de su libertad por los Centurión. La muerte de ambos ocurre luego de que, supuestamente, Cristian Centurión, el hijo del comisario, les iba a entregar vales de nafta de policía, un robo a la caja chica de la Bonaerense orquestado por el comisario mayor.

En el medio, algo salió horriblemente mal. Se cree que el comisario se sumó posteriormente al plan de su hijo y su sobrino.

Los primos Cristian y Maximiliano fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular. En una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve al hijo del comisario cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.

El comisario Centurión, por lo pronto, está detenido por los delitos de sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia.

Daniel García, jefe máximo de Centurión y de la Policía Bonaerense, declaró como testigo en el expediente.

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