En el mediodía de hoy viernes, el Equipo Fiscal Especial que intenta esclarecer el femicidio de Cecilia Stryzozwski ordenó que se allane nuevamente el café El Gato Negro, en la calle Irigoyen en Resistencia, que Cecilia operaba hasta antes de su muerte. César Sena y Marcela Acuña fueron los garantes de su alquiler.
El allanamiento se dispuso luego de que la dueña del local reclamara la propiedad, ya que le genera una pérdida de dinero no poder rentarla. Entonces, la Justicia autorizó un nuevo procedimiento para descartar cualquier elemento y devolver el inmueble. Así, ingresó la Policía del Chaco, con División de Investigaciones Complejas.
En el lugar se encontró una foto de gran tamaño de casi 20 años atrás, donde Marcela Acuña amamanta a César Sena mientras era un bebé.
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Juan Arregin, uno de los abogados querellantes de la causa, afirmó que el local puede ser la base de un móvil económico en el femicidio: “Este local era una cafetería que fracasó cuando César le dice a Cecilia ´ahora ya podemos lavar dinero´. Cecilia le planteó que no está interesada en ese tipo de maniobras y que ella no quería quedar presa. Ese comentario lo hizo porque empezó a trabajar el comercio entonces le dijo eso en una reunión familiar en la casa de Gloria, tanto ella como Angela confirman esta información”.
“Cecilia primero no se quiso sumar al movimiento piquetero y cuando se da este comentario de ´ahora podemos lavar´, dice que a ella no le interesa, así que eso también podría sumarse. Cecilia era una joven de mucha dignidad y lo que quería era trabajar”, aseveró el querellante.
La frase atribuida a Sena, dicen fuentes del caso, fue relatada por César a su madre, Gloria Romero.
La hipótesis de la fiscalía es que los Sena idearon un plan para matar a Cecilia. La situación del matrimonio piquetero y de su hijo se complicó más todavía en las últimas horas, luego de que se conociera el resultado de la pericia genética sobre las manchas de sangre halladas en una habitación de su casa y sobre los rastros hemáticos detectados en el colchón y la parrilla de cama que habían sido regalados ellos mismos a un vecino del barrio Emerenciano tras la desaparición de la víctima. Ayer se confirmó que todas esas muestras tenían ADN de Cecilia.
El hallazgo “es la prueba de que Cecilia fue, como indica la hipótesis, asesinada en la casa de los Sena”, aseguró una fuente clave del caso a Infobae.
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Las manchas de sangre levantadas por los peritos fueron cotejadas con muestras de material genético entregadas por Gloria Rivero, así como de la hermana de la víctima, Ángela. El match fue con la madre, con un resultado del 99.99%.
Cabe recordar que el colchón, la parrilla de la cama y otros muebles habían sido secuestrados el 22 de junio pasado en un domicilio de la zona de Avenida Soberanía y Mosconi, del barrio Emerenciano. Los investigadores llegaron hasta allí tras el análisis de una cámara de seguridad ubicada frente a la vivienda de los Sena, en Santa María de Oro al 1400, de Resistencia. Esas imágenes revelaron que el 6 de junio, cuatro días después del último registro con vida de Cecilia, un camión de mudanzas estacionó en la propiedad de los acusados para trasladar los muebles hasta lo del vecino.
Los investigadores lograron identificar al camión y ubicar al conductor, quien declaró como testigo y “confirmó que hubo un traslado de muebles el martes por la mañana, el mismo día que se radicó la denuncia por la desaparición de Cecilia”. El chofer aportó la dirección hasta la que había llevado las cosas y, con ese dato, los investigadores dieron con los elementos que, ahora, resultaron claves.
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Por otra parte, dos días después de ese operativo, el 24 de junio pasado, peritos de Gendarmería allanaron la casa de los Sena y, mediante el uso del reactivo Luminol, encontraron en una habitación los rastros de sangre que hoy se conoció correspondían a Cecilia. Esa habitación es la misma donde Acuña dijo, en su indagatoria, haber visto un “bulto” parecido a un cuerpo, al que describió de color “marrón o gris”, del tamaño de una “bolsa de boxeo” y que estaba “cerrado”.
Además, los peritos que analizaron las muestras también hallaron en el colchón un “perfil genético mezcla” y destacaron que pertenece a “dos o más desconocidos, pues no se han remitido otras muestras de referencia para su comparación”.
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