Los padres de Joaquín Sperani, el adolescente que fue asesinado a golpes por, según se cree, su amigo en la localidad de Laboulaye, Córdoba, denunciaron que el crimen aún no tiene una respuesta concisa. Luego de que la madre de la víctima desconfiara de la hipótesis de la fiscalía que incriminó solamente al otro menor, la pareja aseguró: “Estamos disconformes” y acusó a las autoridades de “no tener empatía” con su situación.
A diez días de que se reportara la desaparición aquel 29 de junio, después de que Joaquín no regresara a su casa de la escuela -a la cual nunca llegó a asistir-, Mariela Yésica Flores y Martín Sperani publicaron un comunicado de prensa, en donde cuestionaron la actitud que adoptaron las autoridades y la escuela a la que asistía su hijo acerca del crimen. “No tuvieron empatía ante nuestra desesperación por hallar con vida a Joaquín”, mencionaron.
“Estamos totalmente disconformes con la investigación llevada a cabo por el comisario Enrique Carreras y por el fiscal Walter Guzmán”, señalaron los padres del adolescente al reprochar que “hicieron rastrillajes en las afueras de la ciudad y fue la propia familia que al tercer día de búsqueda encuentra a Joaquín sin vida a 100 metros de la escuela donde desapareció”, al recordar que el hallazgo del cuerpo fue realizado por un vecino de la zona y los primos del muchacho en una casa abandonada del barrio.
De esta manera, el matrimonio reafirmó en el escrito firmado por puño y letra que “han demostrado su inoperancia y que no están preparados para desempeñarse en el cargo que les han conferido”. En ese sentido, contaron: “Desde el primer momento que denunciamos su desaparición ningún organismo público, así como ninguna institución de nuestra ciudad se acercó a nuestra puerta a brindarnos su apoyo ni a colaborar con la búsqueda”.
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Según la información recopilada por Télam, los padres de la víctima ratificaron: “Los hacemos responsables de no activar ninguna alerta ni de la intendencia ni del colegio IPEM 278 Malvinas Argentinas donde asistía Joaquín”, ya que se quejaron de no haber recibido ningún tipo de notificación de parte de la institución educativa sobre la ausencia de su hijo en clases. De hecho, las cámaras de seguridad de la zona comprobaron que llegó en su bicicleta al edificio educativo y la dejó estacionada allí, antes de ser conducido por su amigo hacia el terreno donde fue encontrado muerdo el domingo 2 de julio.
Por otro lado, el abogado de la familia, Raúl Frencia, denunció que la solicitud que presentó para convertirse en querellante en el caso no tuvo respuesta, pese a que habían tenido una reunión el 4 de julio con el juez titular del Juzgado de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye, Sebastián Moro. Asimismo, se quejaron porque no han “tenido acceso a la causa atento que se mantiene el secreto de sumario”.
“Seguimos sin respuestas”, reafirmaron los padres de Joaquín al pedir a los vecinos que “si tiene cámaras de seguridad las aporten a la Justicia y a los ciudadanos que tengan algún dato que sea de interés para la causa lo denuncien a los teléfonos 3385-597392 y 3385-408409″.
Anteriormente, la madre de la víctima dudó sobre la hipótesis que sostiene la Fiscalía acerca de que el compañero de 13 años de Joaquín, identificado como Leandro N, habría sido el único autor del crimen al plantear que tienen “muchas otras hipótesis”.
“Presiento que no fue solamente Leandro, que pueden haber más -personas involucradas-. Quiero que se investigue bien cómo debe ser, quiero ver imágenes de todo el recorrido desde que Joaquín salió de mi casa hasta que llegó a la escuela”, manifestó Flores durante una entrevista para el noticiero de TN al reforzar la idea de que se habría cruzado con otras personas en el camino. “Detrás de eso donde encontraron a Joaquín hay algo más”, señaló al pedir que también se investigue la propiedad en la que fue encontrado el adolescente.
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