A casi un mes del asesinato del empresario de San Antonio de Padua, la Justicia resolvió liberar a uno de los tres detenidos por falta de méritos. Se trata de uno de los hombres que supuestamente había sido identificado por una de las cámaras de seguridad que grabaron el momento en el que los delincuentes llegaron a la vivienda que la víctima compartía con su esposa.
El hecho ocurrió durante la madrugada del 9 de junio, cuando durante una entradera se enfrentaron a Gabriel Izzo, el dueño de la casa, en un tiroteo que le provocó que terminara muerto en el suelo de su cocina. Además, la banda criminal hirió de gravedad a su esposa, Silvana Pettinari, quien perdió un ojo como consecuencia del ataque. La mujer fue dada de alta el pasado 27 de junio luego de haber estado dos semanas internada en el Sanatorio Los Arcos.
Mientras avanza la investigación, uno de los detenidos fue puesto en libertad. Se trata de Gustavo Damián Potenza, apodado como “Chevecha”, quien había sido detenido el pasado 17 de junio por el homicidio del empresario luego de que la fiscalía lo acusara de ser la persona que habría entregado el auto Volkswagen Gol Power de color gris, después del crimen. Sin embargo, en el allanamiento realizado en su domicilio ubicado en la localidad de Pontevedra, partido de Merlo, no se hallaron elementos en la investigación que lo ubiquen en la escena.
Por este motivo, el juez de Garantía de Morón, Ricardo Fraga, decidió dejarlo en libertad al argumentar que no se pudieron reunir pruebas en su contra durante los peritajes, ni el análisis de imágenes que requirieron los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo, que pertenecen a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de Morón.
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“Queda claro en la investigación que el acusado no estuvo en el auto Volkswagen Gol Power que llegó a la escena de la entradera”, manifestaron los voceros judiciales a Télam. Aunque no descartaron que el proceso de investigación pueda volver a señalarlo, los investigadores establecieron que no era necesario mantener la prisión preventiva.
Por la causa que es investigada bajo la carátula de robo agravado y homicidio criminis causa, aún continúan detenidos Walter Rodríguez Sierra, conocido como “El uruguayo”, y Gustavo Julio Alberto Mac Dougall. El primero fue señalado como el dueño de la pizzería “Lo de Cata”, en donde se encontraron las joyas que serían del matrimonio violentado, los precintos que dejaron esparcidos por la casa, las armas utilizadas y algunas herramientas; mientras que el segundo se auto incriminó como el presunto conductor y centinela de la banda al declarar que no habría estado en el interior de la propiedad.
Durante las audiencias que llevaron a cabo los fiscales el pasado viernes 7 de julio, los dos detenidos ampliaron sus testimonios con el fin de beneficiarse previo a que la Justicia resuelva la situación procesal de cada uno, ya que podrían quedar en libertad o recibir una prisión preventiva, según se decida con base en el material recabado que pueda vincularlos con el caso. Por un lado, Rodríguez Sierra ratificó su inocencia y, por el otro lado, Mac Dougall reafirmó no haber participado del crimen de manera directa.
Horas más tarde, el abogado defensor de “El uruguayo”, Javier Baños, presentó una solicitud de liberación para su cliente, quién aseguró que “es totalmente inocente” al argumentar que no estuvo involucrado en el asesinato, sino que solamente había vendido el auto utilizado por la banda criminal, pero que no realizó el cambio de titularidad del rodado.
Por otro lado, la Fiscalía mantiene vigente los pedidos de captura nacional e internacional de los prófugos Diego Eduardo Correa y Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza, conocido como “Tiki”, quien habría sido el ladrón que se retiró de la escena con una herida de bala en la pierna.
En el caso de Correa, el joven de 25 años fue identificado por las huellas dactilares que dejó en la casa y señalado como coautor del homicidio de Izzo y de las lesiones graves que sufrió Pettinari. Asimismo, se descubrió que el prófugo cuenta con antecedentes por robo y otro pedido de captura por el mismo delito.
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