Con los argumentos de clausura de la defensa del oficial Sebastián Baidón, acusado de encubrimiento, privación ilegal de la libertad y tortura contra los amigos sobrevivientes de Lucas González, a quien mataron el 17 de noviembre de 2021; terminó la etapa de alegatos del juicio oral que busca responsabilidades en 14 policías de la Ciudad de Buenos Aires. El próximo 11 de julio, entonces, el Tribunal Oral Criminal 25 comunicará el veredicto en la sala AMIA de Comodoro Py. Será, casualmente, el día del cumpleaños de Cintia López, mamá del futbolista asesinado.
Gabriel Alejandro Isassi (42), Fabián Andrés López, (48) y Juan José Nieva (38) son los principales acusados por el asesinato de Lucas. Los tres viajaban a bordo del Nissan Tiida sin identificación aquella mañana y los tres dispararon contra el Volkswagen Suran en el que viajaban los cuatro chicos. Una de las balas se incrustó en la cabeza del futbolista juvenil de 17 años.
Para ellos, tanto el fiscal del juicio, Guillermo Pérez de la Fuente, como el abogado de las víctimas, Gregorio Dalbón -quien este jueves se quebró en llanto tras la audiencia- pidieron la pena de prisión perpetua. Mientras que los abogados defensores, Fernando Soto y Martín Sarubbi, reclamaron para los agentes la absolución, ya que consideraron que “cumplieron con su deber” en el marco de un presunto operativo para dar con un supuesto vendedor de marihuana de poca monta de cuya casa, sospecharon los policías según sus representantes legales, salían los chicos.
Te puede interesar: “Cumplieron con su deber”: el defensor de los policías acusados del crimen de Lucas González pidió que sean absueltos
La última jornada de alegatos tuvo como protagonistas a Valeria Corbacho y Fernando Lirman, defensores del más joven de los policías acusados: Baidón, de 28. Joaquín Zuñiga, uno de los chicos sobrevivientes, señaló a este oficial como quien lo esposó en la esquina de Alvarado y Pedriel, y le dijo, mientras su amigo agonizaba en el asiento de acompañante del auto: “¿Así que sos de Varela, pedazo de villero? Mirá cómo mataste a tu amigo”.
Después de una exposición que superó las cinco horas de duración, Corbacho y Lirman pidieron la absolución de Baidón, aunque el fiscal del juicio solicitó 17 años de prisión y Dalbón, 30. El policía acusado escuchó a sus defensores sentado a su lado, con un buzo de color crudo, jean azul y zapatos.
Durante el alegato, el detenido miró, inconmovible, a un punto fijo inexacto. “Estamos convencidos de que Baidón no hizo ninguna acción ni manifestación que pueda encuadrarse en apremios y, mucho menos, en torturas”, dijo Corbacho.
Baidón era el chofer del inspector Héctor Cuevas y ambos fueron los primeros en llegar en patrullero tras la modulación de “enfrentamiento armado” que emitieron los policías de la Brigada 6 de la Comuna 4. Según lo señaló Zuñiga espontáneamente en su declaración durante el juicio, fue este oficial quien, al detenerlo, le preguntó: “De dónde sos”. Y, además, le dijo: “Sos un negro de mierda, a vos también hay que pegarte un tiro en la cabeza”.
Te puede interesar: Habla el policía que rompió el silencio en el encubrimiento del crimen de Lucas González: “Si contaba antes lo que vi, me mataban”
Sin embargo, los defensores de Baidón sostuvieron que no fue él quien esposó a los chicos. “Siempre dijo lo mismo y nunca le creyeron”, remarcó Lirman y apuntó contra el fiscal Pérez de la Fuente: “No existe ni un solo elemento objetivo que se haya incorporado al debate que haya sido mencionado por el fiscal como fundamento del encubrimiento y la privación de la libertad. Todos los imputados, menos Biadón, tuvieron audios que fueron analizados por el fiscal como fundamento del pedido de condena por estos dos delitos. Baidón no tiene audios y no fue valorado”. Y repitió: “No existe un audio en el que Baidón haya hablado (sobre) qué sabía”.
“Que los chicos (por Julián Salas y Joaquín Zuñiga) digan la verdad, no quiere decir que se pudieron haber equivocado en la identidad de Baidón. Le creemos a Joaquín que cree que fue Baidón quien profirió esas frases. No vinieron a mentir, pero, en el afán de encontrar a esa persona, se puede equivocar. Fueron segundos”, remarcó Lirman. “El fiscal quiere poner en cabeza de Baidón que a Joaquín le rompieron la remera, pero los chicos no saben”, agregó Corbacho.
Según el alegato de los defensores, Baidón no supo nunca de la maniobra de encubrimiento que algunos de los policías -o todos- armaron para hacer pasar el asesinato como un enfrentamiento armado con delincuentes, para lo cual plantaron un arma de juguete en la Suran.
Te puede interesar: Marcelo D’Alessandro declaró en el juicio por el crimen de Lucas González y complicó a los policías acusados
“Lo que se dijo es ‘todos los que estuvieron en el lugar tenían conocimiento de que el procedimiento estaba destinado a proteger a tres funcionarios de la brigada’. Esta acusación es falsa. No se puede pedir una condena de prisión si no se explica por qué Sebastián Baidón sabe. Una cosa es ‘todos saben y otra Sebastián sabe’”, manifestó el abogado y remarcó la “inexperiencia” de su defendido, que hacía “tres o cuatro años” estaba en la fuerza, que llegó como chofer de Cuevas y que no tenía confianza con el inspector porque era la primera vez que salían a la calle juntos.
Los defensores desestimaron la declaración de Cuevas de semanas atrás ante los jueces en la que el policía reveló cómo fue y quiénes protagonizaron el plan para plantar el arma en el auto de las víctimas.
En aquella ocasión, Cuevas, que luego dio detalles en una entrevista exclusiva con Infobae, contó que fue Isassi quien metió la réplica en el coche, que el subcomisario Roberto Inca -jerarca de la Brigada 6- le dio la orden y que Facundo Torres, recientemente detenido y procesado con prisión preventiva, fue quien llevó a Isassi en su moto policial a buscar el arma de juguete a una comisaría de la comuna 4.
Te puede interesar: Juicio por el crimen de Lucas González: el fiscal pidió prisión perpetua para los tres policías acusados de matar al futbolista
“Cuando Cuevas dijo que él vio que pusieron un arma, escuchó y observó, señala a alguien, pero no señala a Baidón. En términos lógicos, existe ocasión de concluir que Baidón no hizo nada. Baidón no vio ni oyó”, cerró Lirman.
Después de los alegatos, hubo lugar para las réplicas de la parte acusadora. “Baidón es un torturador y así debe ser condenado”, reclamó Dalbón, quien repitió que Zuñiga no se borró jamás de su mente la cara del policía.
El abogado de las víctimas también replicó el alegato de Soto, defensor de los tres presuntos asesinos, quien había argumentado que los policías de la Brigada creyeron que los chicos salían de la casa de un supuesto narco de nombre Teo que vendía, “sobre todo, marihuana”.
“Increíblemente, la defensa de estos asesinos intentó justificar la brutal actitud poniendo en el manto de sospecha a mis clientes. Eran drogadictos que iban a comprar porro”, levantó la voz Dalbón, y aclaró que “de todos modos no considero delincuentes a quien se fuma un porro o se toma un whisky”.
Seguir leyendo: