El padre del soldado que fue encontrado muerto en la Guarnición Militar Zapala, ubicada en Neuquén, negó que se haya tratado de un suicidio. El hombre, quien es suboficial del Ejército Argentino, se basó en las inconsistencias en los testimonios que ofrecieron los jóvenes que se encontraban de guardia con la víctima.
El hecho ocurrió minutos después de las seis de la mañana del 1 de junio, cuando el cuerpo de Pablo Jesús Córdoba, de 21 años, fue encontrado con dos impactos de bala en la cabeza producidos por un fusil FAL. “Yo descarto la hipótesis del suicidio porque, primero, conozco el arma y si el fusil estaba sobre el cuerpo de mi hijo, quiere decir que el segundo disparo fue el del mentón”, planteó Juan José Córdoba Salto.
“Ninguno de los disparos le deja posibilidad alguna”, explicó el suboficial, en referencia a que se trata de un arma de fuego que mide varios centímetros y que tiene un peso aproximado de cuatro kilos. Además, el militar destacó: “Con mi hijo estábamos en contacto siempre”, para después asegurar que “no tenía ningún problema con nadie”.
De acuerdo con el relato oficial, la víctima fue trasladada al Hospital Interzonal de Zapala, en donde falleció minutos más tarde. Luego de que se realizara la autopsia, los peritos indicaron que la causa de la muerte fue por un “traumatismo encefálico grave por herida de arma de fuego”, por lo que establecieron que se trató de una “muerte compatible con muerte violenta”.
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Las fuentes judiciales que fueron consultadas por Infobae precisaron que una de las balas ingresó por el mentón y salió por la frente, mientras que el segundo proyectil fue disparado desde el costado derecho a la altura de la sien y encontró salida al perforar la pared izquierda del cráneo. Asimismo, la pericia balística reveló que el arma no se encontraba en modo automático, una función que podría haber facilitado que el soldado efectuara dos disparos seguidos.
Con base en estos indicios, Córdoba Salto planteó su propia hipótesis al manifestar: “Para mí, no queda lugar a dudas que lo ejecutaron”. Según las declaraciones a Crónica TV, el suboficial sospechó de los testimonios que ofrecieron los tres soldados que se encontraban de guardia con su hijo al apuntar que “quienes lo encuentran dicen que tenía el fusil encima y estaba agonizando, lo que significa que el segundo disparo fue el del mentón y entonces que la ciencia me explique cómo pudo sobrevivir a un disparo en la sien”.
La misma postura fue reafirmada por el abogado que representará a la familia Córdoba, Maximiliano Orpianessi, ya que argumentó que, “desde el sentido común, no puede dispararse dos veces y menos con esa arma de fuego, un FAL, cuyo proyectil genera daños cerebrales tremendos”.
En cuanto a los testigos, el letrado también desconfió de los soldados al repasar que “el primero que lo encontró declaró que el fusil estaba como a 90 centímetros de distancia, mientras que los otros soldados mencionaron que el fusil estaba arriba del cuerpo de Pablo”.
De la misma forma, Orpianessi adelantó que “desde la querella se va a investigar una teoría del caso como homicidio” y exigió que “debe ser una investigación con un análisis integral técnico y científico para que se pueda determinar la muerte de Pablo”.
Luego de que el caso trascendiera, el Ejército Argentino emitió un comunicado oficial sobre la causa el pasado lunes 3 de julio. “Se han realizado las actuaciones administrativas correspondientes y se lleva a cabo una permanente colaboración ante cada requerimiento vinculado a la causa”, afirmaron.
Las autoridades de la institución aseguraron que “se encuentran en contacto con la familia del soldado fallecido y continúan a disposición de la Justicia para colaborar en lo que sea necesario”. Por otro lado, el cuartel militar es reconocido a nivel nacional, debido a que en ese mismo lugar ocurrió el asesinato del ex soldado Omar Carrasco en 1994, crimen que puso fin al servicio militar obligatorio en el país.
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