Este lunes, la Justicia de Chubut condenó por femicidio a Gabriel Orellana, un joven de 22 años de Puerto Madryn, acusado de degollar y matar a puñaladas a su cuñada de 14 años. El hecho, ocurrido el 13 noviembre de 2020, fue caratulado como femicidio vinculado y dirigido a su ex pareja para dañarla. Si bien la pena se dará a conocer la semana que viene, la prisión perpetua es una clara posibilidad.
Orellana fue señalado por los jueces Marcelo Orlando, Patricia Reyes y Alejandra Hernández como responsable del “femicidio en concurso ideal con femicidio transversal en concurso real con homicidio en ocasión de robo”, en perjuicio de la menor Lía Vázquez.
El informe de la autopsia reflejó que Lía falleció producto de un “degüello homicida, recibiendo previo a ello una herida contuso punzante en el cráneo, varios cortes en el rostro y el cuello y una herida penetrante en el hemitórax izquierdo”.
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Según la hipótesis de los fiscales Jorge Bugueño y Anya Pucheta del MPF chubutense, luego de cometer el crimen, Orellana robó 50.000 pesos de la vivienda de la víctima, para luego darse a la fuga en un vehículo Volkswagen Gol Trend blanco.
Finalmente, el asesino fue capturado poco después durante una serie de allanamientos que resultaron en el secuestro de una campera manchada de sangre, teléfonos celulares y una mochila.
Además, los fiscales señalaron que durante las pericias se determinó que Orellana realizó búsquedas en Google desde su teléfono móvil, referidas a “golpes para desmayar, dormir o inmovilizar” y a “puntos débiles para apuñalar”.
También, poco antes, buscó en Google imágenes de personajes como Gohan y Vegeta, los héroes y antihéroes del popular anime Dragon Ball Z.
Las búsquedas realizadas en Internet
De acuerdo a lo que se desprende del expediente, al que tuvo acceso Infobae, Orellana indagó en Internet sobre distintas formas de asesinar a una persona antes de perpetrar el crimen de Lía.
Dos días antes de cometer el femicidio, el 11 de noviembre de 2020, a las 10.12 horas, buscó información acerca de “puntos débiles para apuñalar”. No conforme con los datos suministrados por el buscador, volvió a hacerlo un día después, a las 17.50 hs.
Esa misma tarde, con apenas un minuto de diferencia, googleó “golpes para desmayar, dormir o inmovilizar”. Y a las 17.59 volvió a insistir con su primera inquietud: “puntos débiles para apuñalar”.
Para los fiscales, se trataron de “pruebas objetivas” ya que son “zonas que son coincidentes con el relato de la médica forense, quien indicó a través de dibujos las 16 lesiones punzo cortantes que tenía Lía”.
Consideraron que Orellana ingresó al domicilio de su cuñada “con clara intención de dar muerte a quien en vida Lía Suárez Vásquez y así hacer sufrir y/o mortificar a su pareja Yanina”.
Además, determinaron que Orellana llevó a cabo un acto de “violencia extrema” teniendo en cuenta que ya había amenazado a su pareja, hermana de la víctima, de que iba a matar a su familia, cumpliendo con aquella promesa para hacerle “sufrir un mal”.
Los fiscales pudieron comprobar que Yanina era víctima de violencia de género por parte de Orellana (que incluían golpes, amenazas, aislamiento, insultos, descalificaciones) y que su única confidente era su hermana Lía. Ella la aconsejaba para que le pusiera fin a esa relación.
Así, Orellana consideraba a su víctima un obstáculo.
Sobre la condena, “por primera vez en la historia de Chubut hubo una condena por un femicidio transversal. Se ha acreditado en su totalidad la autoría de Gabriel Orellana, que asesinó a Lía a fines de causar un sufrimiento a su pareja”, expresó el fiscal Bugueño en una publicación en las redes sociales del Ministerio Público chubutense.
La figura de “femicidio transversal”, por la que fue hallado culpable Orellana, es idéntica a los denominados “femicidios vinculados”. Este tipo de crímenes tienen como blanco a aquellas personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la persona que intenta a afectar.
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