El último sábado, cerca de las 18:30, el juez sanisidrense Ernesto García Maañón, campeón de tiro y karate, fue víctima de un feroz asalto que terminó con dos delincuentes muertos luego de que el magistrado, según su versión, repelió la agresión con su pistola.
Como era habitual, esa tarde salió del Tiro Federal de Quilmes y se subió a su Renault Capture junto a su custodio de la Policía bonaerense. El efectivo se ubicó detrás del volante y el presidente de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, del lado del acompañante. Hicieron solo dos cuadras por Ceballos, cuando fueron emboscados en la calle Paso, a tres cuadras de la subida a la autopista y a unas diez de la municipalidad quilmeña.
Una fuente clave en el caso, con conocimiento directo de la situación, relata la escena a Infobae:
“Vinieron corriendo, eran siete y los encerraron. Estaban todos armados. García Maañón abrió la ventanilla para enfrentarlos y uno de ellos lo mira y dice: “Tirale que son ratis’. Una bala rozó al juez a poca distancia de la cabeza.”
Luego de sentir el disparo que rozó su oído, el magistrado respondió con su Glock calibre 9 milímetros. Primero, le disparó al que identificó como el más embravecido de los delincuentes. Se trataba de Nicolás Martínez, un joven de 18 años, conocido como “Nikito”, con un prontuario por robo. Murió al instante.
Su cuerpo en el pavimento no evitó que el resto del grupo continuará con el ataque a tiros.
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García Maañón descendió del vehículo y volvió a disparar. A su lado, el custodio le brindo cobertura con su Bersa Thunder reglamentaria. El juez, entonces, le disparó a otros dos adolescentes que no sabían que se enfrentaban a un experimentado tirador. Una bala perforó el pulmón de Emmanuel Cartagena, también de 18 años. Un tercer asaltante, de 16 años, recibió un plomo en la columna. Los dos fueron trasladados al Hospital Iriarte en grave estado. El mayor fue declarado muerto la mañana del domingo. El estado del más chico es grave.
El magistrado pudo haber herido a otros dos, que escaparon junto a el par restante mientras los vecinos del barrio “El Monte” se agolpaban en la vereda.
Según esta versión, unas 40 personas, entre ellas familiares de “Nikito”, comenzaron a arrojarle piedrazos y a dispararles. “Mataste a mi hermano, te vamos a matar”, llegó a escuchar el juez antes de darles la espalda para volver a subirse al auto. Antes, disparó al aire para evitar que se acercaran.
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El custodio arrancó. Escuchó las piedras golpear contra la chapa y las ventanillas y las balas atravesar la carrocería. Fuentes del caso indicaron que el vehículo, que fue secuestrado para ser peritado, tendría 10 orificios compatibles con proyectiles de plomo, concentrados entre la luneta y el tablero.
En la huida, el policía recibió dos ladrillazos en la espalda y una bala le arrancó el pellejo de la mano a García Maañón, que lleva 36 años como juez y 40 años en el Poder Judicial y, además de campeón de tiro es instructor del Grupo Halcón.
La secuencia fue registrada por las cámaras de celulares de vecinos. En la zona no hay cámaras de seguridad, por lo que esos videos fueron evidencias claves para que el fiscal Martín Conde tomará la decisión de no pedir la detención del juez y el agente. Fuentes judiciales indicaron a este sitio que se puede advertir que actuaron en legítima defensa y ante inferioridad numérica.
En tanto, Conde espera el resultado de la autopsia, las pericias al auto y a un pistolón secuestrado que habría sido disparado por los ladrones.
Este domingo por la tarde, cuando todos los medios retrataban la situación, un mensaje salió del celular del juez para tranquilizar a sus allegados.
“Hola. Ayer a las 18.30 sufrimos un feroz intento de asalto de 7 delincuentes en la villa de Quilmes cuando salía con mi custodia del tiro después de un torneo. En el enfrentamiento nos dispararon repetidas veces y pude abatir a tres delincuentes con antecedentes muy peligrosos. Luego nos atacaron familiares y destrozaron mi auto a tiros y pedradas. Nos salvamos de milagro. Quiero agradecer a los tiradores y amigos de Quilmes y a N.N. por su apoyo y solidaridad”.
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