El Ministerio de Seguridad de la Nación informó que un grupo de agentes de la sección Morón, pertenecientes al Escuadrón Seguridad Ciudadana Oeste de la Gendarmería Nacional, secuestraron una bolsa que contenía 209 dosis de cocaína y un arma de fuego que había sido abandonada en la vía pública del asentamiento conocido como “Villa Los Paraguayos” que está ubicado en la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero.
De acuerdo con la cartera de seguridad, el hallazgo de la droga ocurrió durante un procedimiento organizado por el Comando Unificado Conurbano (CUC), cuando un grupo de personas que actuaban de manera sospechosa arrojaron la bolsa de nylon que contenía los elementos incautados al percatarse de la presencia de los gendarmes.
Por el momento, los individuos no fueron identificados por las fuerzas de seguridad, debido a que estos huyeron hacia el interior del barrio apenas se deshicieron de los estupefacientes. La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°16 y la 10 del Departamento Judicial de San Martín quedaron a cargo de la causa, por lo que se ordenó el inicio de varias medidas destinadas a localizar a los responsables.
Según la información a la que pudo acceder Télam, los agentes a cargo del operativo lograron dar con los envoltorios que contenían la cocaína repartida y una pistola Colt calibre 25, la cual estaba acompañada de su cargador y un total de diez municiones.
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Por otro lado, el nuevo caso que fue detectado en la región fue producto de las medidas de seguridad que se reforzaron en la zona luego de que se desatara una ola de circulación de cocaína adulterada que provocó la muerte de 24 consumidores en febrero de 2022. “Acá no hay lugar para las mafias. Vamos a seguir trabajando para que las familias vivan con tranquilidad”, manifestó el intendente Diego Valenzuela una vez que lograron desmantelar el búnker de Puerta 8, lugar desde donde se distribuyeron las dosis modificadas.
“Como Municipalidad no tenemos todas las competencias en materia de seguridad, especialmente en causas federales. Pero con las herramientas que tenemos le decimos basta al narcotráfico”, proclamó Valenzuela. Según el sitio de noticias oficial de la Municipalidad de Tres de Febrero, las autoridades elevaron en esa oportunidad una solicitud al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nro. 2 de San Martín para demoler el centro núcleo de la banda narco de Miguel Ángel “Mameluco” Villalba.
De acuerdo con la resolución firmada por la jueza federal Alicia Vence, la destrucción del búnker “implicaría sin duda alguna mejora en la situación actual del inmueble e incluso del barrio, como también impediría que sea utilizado nuevamente para actividades ilícitas, como las detectadas en el pasado”. Actualmente, el terreno que se encontraba tomado fue cedido a las autoridades municipales, quienes confirmaron que está en proceso de regularización dominal.
En cuanto a la causa federal por la cocaína adulterada, la investigación encabezada por el fiscal Paul Starc aún se encuentra en proceso de determinar las responsabilidades de los acusados, entre ellos, el líder de la agrupación; su hijo, Iván Gabriel “El Salvaje” Villalba; sus mano derecha, Matías Ezequiel “Mocho” Pare y Ruiz; y los presuntos encargados de los traslados, Daniel Modesto Pare y Ruiz y Federico Ariel Luna.
Otros de los nombres de las personas que fueron imputadas por su presunta participación en la banda narco fueron el ayudante de Mocho en la organización criminal, William Javier “El Boli” Zalazar; los “bolseros” o vendedores de la droga, Iván Jesús González, Jésica Mayra Luna, Isabel Francisca Romano, Marcos Damián Valdivia y Federico Lagraña; los encargados de fraccionar las dosis, Selva Ybarra, Oriana Ybarra y Katherine Denise González; los “fierreros”, Gustavo Daniel “Chavo” Costa y “Charly” Alberto Maidana; los contadores, Solange Daiana “Nenu” Jorge, Adrián Martín Alonso y Damián Ezequiel Barrionuevo y Salazar; y Fabiana Anabela Ruiz Díaz, identificada en el rol de distribuidora de los puntos de venta minoristas.
Hasta la última actualización del caso, los investigadores determinaron que Mameluco y El Salvaje manejaban la organización desde la cárcel, mientras que Mocho era el encargado de representar a los jefes y “manejar la calle”, es decir, asegurar la distribución de la droga en el barrio 18 de septiembre, Villa Sarmiento, Costa Esperanza, Libertador, Lanzone, El Gaucho y Barrio UTA.
“La droga comercializada en los asentamientos era provista personalmente por ‘Mocho’, que se la entregaba a las casas de fraccionamiento”, señaló un informante anónimo al describir que, “semanalmente, se preparan entre 2 y 3 kilos fraccionados, en bolsas termo-selladas de distinto color, para ser vendidas en los lugares de venta”.
Al igual que el testimonio anónimo, las escuchas realizadas a Pare y Ruiz permitieron determinar el nivel de autoridad que tenía dentro de la banda, debido a que se añadió un audio al expediente, en donde se lo puede escuchar al imputado decir: “Yo soy el ojo derecho de ‘Salvaje’ y a mí si me tiene que decir algo, me lo dice, si me tiene que echar, me echa”.
En este sentido, el fiscal evaluó que “su compromiso con el quehacer ilícito también lo coloca conociendo en la conflictividad de los puntos de venta e impartiendo directivas al encargado de turno de cómo conducirse”. Sin embargo, la presentación del alegato y la lectura de las condenas pertinentes no tendrían aún una fecha establecida.
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