Una de las líneas de investigación del femicidio de Cecilia Strzyzowski (28) señalaba que los restos de la joven podrían estar debajo de una calle asfaltada del barrio Emerenciano, en la ciudad chaqueña de Resistencia. La hipótesis surgió a raíz del testimonio de vecinos de la zona, que dijeron que esa obra se realizó días después de la desaparición de la víctima y que se llevó a cabo durante la noche, un horario que no es habitual para ese tipo de trabajos.
Sin embargo, la búsqueda de rastros en ese tramo del pavimento —que tiene menos de 100 metros de largo— concluyó con resultado negativo, según pudo saber Infobae.
En el procedimiento, los efectivos de la Unidad de criminalística de la Agrupación de Chaco de Gendarmería Nacional (GNA) utilizaron un georradar con el cual examinaron la zona. No obstante, fuentes del caso apuntaron a este medio que no se encontraron signos de excavaciones bajo el concreto.
Cabe recordar que el encargado de esa obra de la calzada fue citado a declarar y adjuntó los planos ante los fiscales. El hombre aseguró que la pavimentación no fue espontánea, ya que se encontraba planificada por la Dirección de Vialidad de Resistencia, junto a otros dos tramos que fueron realizados entre el 3 y 6 de junio.
Por otra parte, de acuerdo a las fuentes, tampoco se halló nada relevante en una inspección a un terreno cercano a la casa del clan Sena, en la que los investigadores contaron con la colaboración de un perro adiestrado para buscar restos humanos.
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Este sábado, además, se llevaron a cabo peritajes en la casa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, ubicada a unas pocas cuadras, en Santa María de Oro al 1465. El resultado de ese peritaje, en cambio, fue positivo: fuentes de la investigación confiaron a este medio que se hallaron rastros de sangre y una mochila quemada que serán analizados.
El operativo se concentró, en primer lugar, en la habitación donde Acuña dijo haber visto un “bulto” parecido a un cuerpo, al que describió de color “marrón o gris”, del tamaño de una “bolsa de boxeo” y que estaba “cerrado”. En esa pieza, las pruebas de luminol descubrieron manchas de sangre, que serán sometidas a estudios para determinar si son humanas.
Pero eso no fue todo, ya que, además, en el patio de la vivienda se encontraron restos de una mochila quemada.
Cecilia fue registrada por última vez ingresando a la casa de los Sena: una cámara de seguridad la captó antes de que entrara a la vivienda durante la mañana del viernes 2 de junio, unos minutos después de las 9. Sin embargo, no hay evidencias fílmicas de que haya salido.
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Ayer, la familia de Cecilia reconoció los objetos que le pertenecían a su hija: un dije con forma de cruz, un auricular, una valija, un anillo y ropa quemada. Los objetos fueron recuperados tras rastrillajes en un predio del barrio Emerenciano y una zona del Río Tragadero, luego de que Gustavo Obregón —uno de los siete imputados de la causa y el primero en quebrarse— señalara ambos lugares en sus declaraciones indagatorias.
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Se espera que la investigación avance el próximo martes, cuando llegará por segunda vez a Chaco el equipo de antropología forense del Poder Judicial de Córdoba para colaborar con el Equipo Fiscal Especial (EFE) en la causa y llevar adelante el estudio antropológico de restos óseos. La última colaboración entre los grupos había sido realizada el pasado sábado 17 de junio.
Según información oficial, la intervención fue pedida nuevamente por el EFE ante la Procuración General y autorizada por el Superior Tribunal de Justicia del Chaco, en función de lo informado por el médico patólogo del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCIF).
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