La fiscal Mirna Sánchez, perteneciente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 19 descentralizada de Malvinas Argentinas, comunicó que los detenidos por el crimen del policía de San Miguel se negaron a declarar. En las últimas horas, una mujer de identidad reservada se sumó a la lista de detenidos, junto con un hombre que fue apresado minutos más tarde tras haberse escapado de la escena.
El hecho ocurrió durante la tarde del miércoles, cuando el agente Adrián Ricardo Almada (28) fue abordado por un delincuente que le robó un morral de color negro al circular en su motocicleta Motomel Blitz de 110 cilindradas por la calle Coronel Charlone entre El Zonda y Paula Albarracín, que se ubicaban en el barrio Mitre. En ese momento el oficial dio la voz de alto y desató una balacera en plena vía pública. Finalmente, el criminal le disparó en la cabeza a la víctima, luego de haberse escondido detrás de un paredón por intentar escapar de él.
A pesar de que las indagatorias no aportaron detalles a la investigación, Sánchez imputó al agresor, identificado como Héctor Abel Herrera (34), por los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio agravado criminis causa”, debido a que el sujeto fue señalado como el responsable por los vecinos de la localidad bonaerense que dieron aviso al 911. En cuanto a la segunda detenida, la fiscal la acusó de haber cometido el delito de “encubrimiento agravado”.
La captura de Herrera ocurrió de forma inmediata, puesto que, al darse aviso a las fuerzas de seguridad, se activó un operativo cerrojo y varios móviles policiales acudieron al lugar. El agresor fue ubicado en el patio trasero de una de las propiedades que se encontraban en el área, después de que los vecinos indicaran la dirección en la que se había escapado.
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De acuerdo con la información proporcionada por Télam, el imputado se enfrentaría a un juicio, en donde la fiscalía pediría que se le aplique una condena perpetua. Además, las fuentes judiciales dieron a conocer que el implicado contaba con antecedentes penales que coincidieron con los testimonios de los testigos del crimen, ya que lo habían acusado por cometer otros delitos similares en la localidad.
Los elementos que fueron secuestrados para ser sometidos a pericias fueron la campera y el pantalón que Herrara perdió mientras huía, el morral que le pertenecía a la víctima, un revólver calibre 32 con carga completa y cartuchos percutidos. Asimismo, se encontró el arma reglamentaria Bersa Thunder Pro, con la que el policía intentó frenar al delincuente sin éxito.
Por otro lado, los resultados de la autopsia que se le practicó a Almada en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora determinaron que falleció en el acto y que llevaba el casco puesto, cuando recibió el impacto de la bala que se le quedó alojada en el lateral izquierdo de la cabeza.
Horas más tarde, el cuerpo del oficial que cumplía funciones como citador judicial en la comisaría 3ra. de San Miguel y era padre de dos niños fue entregado a la familia que contrató el servicio fúnebre de la Cochería Oviedo, que se ubica en El Callao 1679, en Grand Bourg. El velatorio comenzó a las 18 horas del jueves, aunque no se precisó cuál sería el cementerio elegido por los familiares para darle el último adiós.
El crimen del policía generó gran conmoción en las redes sociales, debido a que trascendieron varios mensajes de despedida en honor al oficial que lamentaban el traumático suceso. “Te voy a extrañar toda la vida amigo…años y años de amistad, esas juntadas, esos fútbol, esos recuerdos que nunca voy a borrar, no te merecías esto vos, no”, escribió Fran Urzagasti, conocido de la víctima, desde su cuenta en Facebook, donde compartió una serie de imágenes junto al uniformado.
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