Juicio por el crimen de Lucas González: el fiscal pidió prisión perpetua para los tres policías acusados de matar al futbolista

Guillermo Pérez de la Fuente, el fiscal del juicio contra 14 policías de la Ciudad de Buenos Aires acusados por el crimen del futbolista juvenil Lucas González y su posterior encubrimiento, pidió la pena de prisión perpetua contra los tres agentes de la Brigada 6-Comuna 4, imputados por el asesinato. Además, solicitó condenas de entre 17 y 4 años para el resto de los “efectivos” por los delitos de encubrimiento, privación ilegal de la libertad y, en un caso, torturas.

“El plan criminal era matar a los cuatro integrantes de la (Volkswagen) Suran”, aseguró en su alegato de cierre el representante del Ministerio Público Fiscal. Pérez de la Fuente expuso su versión de los hechos este jueves durante varias horas y calificó a Gabriel Alejandro Isassi (42), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (38) como coautores del delito de homicidio y triple homicidio en grado de tentativa, cometidos por dos o más personas abusando de la función del cargo policial.

Al igual que la semana pasada para el abogado de las familias víctimas, Gregorio Dalbón, para el fiscal, los delitos también están agravados por haber sido cometidos con arma de fuego, alevosía (“actuaron a traición, sobre seguro, sin posibilidad de defensa para las víctimas”, remarcó), por odio racial y por placer. Los policías fueron “guiados por prejuicios, por discriminación, por odio hacia muchas cosas, por dónde se vive, por si se es pobre, el color de tez, por ser joven, por cómo se visten, por la condición social, por circular en determinado vehículo”, destacó.

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Luego, habló de “el perjuicio que causaron y lo irremediable de la muerte, el perjuicio de los padres de Lucas, Julián, Joaquín y Niven -las otras víctimas del caso- porque sus vidas tampoco van a ser iguales y el recuerdo de este hecho los va a acompañar siempre”.

El fiscal construyó para su alegato una narrativa basada en preguntas retóricas y respuestas. Explicó que los policías tuvieron como plan criminal asesinar a los cuatro chicos, que esa mañana del 17 de noviembre de 2021 habían salido de entrenar en Barracas Central, en un predio dentro de la villa 21.24, y viajaban a bordo de un Volkswagen Suran.

“Esto es algo horroroso. Nunca los quisieron detener ni quisieron requisar. ¿Para qué los esperaron en Iriarte entre Vélez Sársfield y Luzuriaga? La respuesta es horrorosa: es que lo que pretendieron esa mañana fue matar, no otra cosa. Matar a Julián, a Joaquín, a Niven, a Lucas. Esa mañana las cuatro víctimas pasaron de ser personas para ser presas. Presas a quienes emboscaron y les tendieron una trampa. Los aguardaron como cazadores esperan una presa”, remarcó el fiscal.

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Delante de los jueces del Tribunal Oral Criminal N°25, Pérez de la Fuente mostró una compilación, hasta ahora inédita, de videos tomados por las cámaras de seguridad de la zona, donde se observa el momento en que los chicos suben al auto después de la práctica de fútbol, salen tranquilos y cómo los cruza el Nissan Tiida -color champagne sin identificación- de los tres agentes (de civil) de la Brigada.

Se observa cómo cuando los ven, los policías giran en U y cómo los esperan a unos metros mientras los chicos -concretamente Lucas- compran un jugo en un kiosco en una esquina. Luego las imágenes muestran la persecución e incluso el momento de los disparos (aunque en este caso la cámara está parcialmente obstruida por suciedad).

“¿Qué les llamó la atención? ¿Podían hacer todo lo que hicieron, seguir, perseguir, detener, requisar? No tenían ningún sustento aún si lo querían hacer legalmente”, remarcó Pérez de la Fuente, ante la presencia de los padres de Lucas, Héctor González y Cintia López.

“Nunca pretendieron que nos encontráramos ante un procedimiento lícito, legal, no les importó nada porque nunca ese procedimiento iba a desarrollarse dentro de los márgenes de la legalidad e iba a tener un final feliz para quienes ocupaban la Suran”, agregó el fiscal.

Pérez de la Fuente consideró que los policías actuaron como “delincuentes”. Y exhibió la modulación que hace Isassi inmediatamente después de asesinar a Lucas.

“¡Enfrentamiento armado, enfrentamiento armado! Cuatro masculinos armados. Fugaron por Luzuriaga para Alvarado, un efectivo herido porque lo colisionó. Intentamos detener a cuatro masculinos, cuando cruzamos el acompañante esgrime un arma de fuego y colisiona el chofer y el suscripto y ahí continúa”, dice el audio, que provocó el llanto desconsolado de la mamá de Lucas en la sala.

“En esta modulación Isassi tiene alguna dosis actoral, pone mucho entusiasmo en decir una gran mentira”, remató el fiscal.

Pérez de la Fuente detalló que los chicos pensaron que, al ser encerrados por un auto sin identificar del que luego se bajan tres hombres sin uniforme y sin señales de ser policías, los iban a robar y por eso esquivan el auto y huyen.

“Todos actuaríamos como actuó Julián, escapando de los cazadores”, dijo. Y agregó: “Los procesados previeron una conducta, la de esquivar y huir. Cuando el auto se movió lo que los cazadores esperaban era el momento de la presa muerta, e hicieron eso, mataron a Lucas y dispararon tratando de matar a quienes ellos ya habían visto cuatro veces, de frente, de costado, de atrás, y sabiendo que los disparos solo podían tener un resultado: que gente muera”. Por eso para el fiscal “la suerte de los jóvenes, señores jueces, estaba echada esa mañana”.

Sobre el rol de Issasi en la instalación de un arma falsa en el auto de las víctimas, el fiscal mostró un video que registra la prueba de dermotest hecha al policía. En estas imágenes se ve la vestimenta de uno de los asesinos (un buzo negro con letras blancas en las mangas). Luego, Pérez de la Fuente exhibió las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad callejeras de las 10.30 de ese día, donde Isassi pasa a bordo de una moto que conducía un policía por diversas calles, llega a la comisaría 4D y regresa a la escena del crimen en cuestión de minutos.

Eso demuestra para el fiscal que la versión del inspector Héctor Cuevas, que en el juicio se “quebró” y relató que fue Isassi junto al policía Facundo Torres quienes plantaron el arma después de ir a buscarla a la dependencia policial.

Torres fue detenido después de la declaración de Cuevas. Está procesado con prisión preventiva por pedido del fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella. “¿El señor Isassi debe creer que somos ingenuos? Va a buscar a la comisaría ‘algo’ que llevara a justificar su modulación: enfrentamiento armado. ¿Se puede ser tan básico, tan elemental, de tratar de hacer creer que un joven con una pistola de juguete va a enfrentar a tres personas armadas que le están apuntando?”, se preguntó Pérez de la Fuente.

En un alegato que pasó las cinco horas de duración, que incluyó en el último tramo escuchas de conversaciones de varios de los acusados por el encubrimiento, Pérez de la Fuente además pidió duras condenas para el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48); el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Inca (47), ambos jefes directos de los presuntos asesinos en la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4: para todos ellos, solicitó 11 años de prisión y 10 años de inhabilitación especial.

Al igual que hizo Dalbón, la acusación con condena más alta -por fuera de los tres principales acusados- se la llevó Sebastián Jorge Baidón. Según la hipótesis del fiscal, él torturó a Joaquín Zuñiga mientras lo tuvo detenido y esposado aunque era menor, “un niño”, en palabras del acusador.

Baidón era el chofer de Cuevas. Según lo señaló el propio Joaquín Zuñiga espontáneamente en su declaración durante el juicio, fue el agente que le dijo al detenerlo “de dónde sos” y “sos un negro de mierda, a vos también hay que pegarte un tiro en la cabeza”. Por eso, para Baidón, el fiscal pidió 17 años de prisión.

En tanto, para el inspector Cuevas, que durante las horas de alegato del fiscal prácticamente no levantó la mirada del piso, Pérez de la Fuente reclamó 4 años de prisión. Mientras que para los oficiales Jonathan Alexis Martínez (34) y Ángel Darío Arévalos (34), pidió 6 años y para Daniel Rubén Espinosa (33), cinco.

“El buen final hubiera sido que los policías que actuaron en la escena del crimen actuaran como debían: disponer de la libertad de los chicos y ver quiénes tenían que estar detenidos en ese momento. No hay policías buenos y malos, todos son malos, algunos más, algunos menos. Si son medianamente inteligentes habrán notado que la modulación de Isassi era falsa”, argumentó Pérez de la Fuente, para quien “todos los policías sabían que no fue un enfrentamiento armado y que todo estaba destinado a proteger a los tres policías asesinos”. Entonces se preguntó algo que, de momento, no tiene respuesta: “¿Por qué gente que estaba en libertad decidió sacrificar todo?”.

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