El perfil comercial de Agustín K. no dice mucho. Durante la última década, el joven de 28 años con domicilio en Boulogne tuvo empleo en varias empresas dedicadas a los rubros de estufas y calefacción. A principios de este año, cobró una prestación por desempleo de la ANSES en el Banco Nación. Todo esto es lo que puede verse en los papeles.
La realidad, en cambio, es una historia decididamente barrani. “Este pibe es un distinto. Sabe de verdad”, dice un investigador clave en la causa en su contra.
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Hoy por la mañana, Agustín fue arrestado en la casa donde vivía con su familia por la Sub DDI de Vicente López de la Policía Bonaerense tras una investigación de la UFEIC, el área de ciberdelitos de la Justicia de San Isidro conducida por el fiscal Alejandro Musso, que lo había investigado durante dos meses.
Le encontraron varias placas de video empleadas en su granja de minería de criptomonedas, como una Geforce FTW3 que cuesta cerca de 700 dólares en Estados Unidos. Lo acusaron de una maniobra insólita, precisamente con criptomonedas.
La base del truco se conoce como “SIM swapping”, usada en 2019 para robar la cuenta de Jack Dorsey, creador de Twitter. El truco ataca directamente al chip asociado a la línea del teléfono celular. Así, se puede acceder a cuentas ajenas que tienen como segundo factor de autenticación un mensaje de texto. Básicamente, se clona la SIM de forma remota, como ocurriría cuando uno reporta su teléfono como perdido o robado.
El “SIM swapping” es relativamente viejo, aunque el FBI reportó una suba en la modalidad entre 2012 y 2022. El caso que se le atribuye a Agustín K., aseguran fuentes judiciales, es el primero investigado en Argentina.
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La UFEIC llegó a Agustín a través del análisis de las transacciones tras las estafas cometidas mediante esta modalidad. Una empresa ganadera, por ejemplo, sufrió un robo de tres millones de pesos, sustraído del home banking mediante la modalidad de recupero de cuenta. Uno de los blancos, precisamente, había sido un directivo de esta organización.
Así, se cree que Agustín lavaba en criptomonedas todo lo que se llevaba de sus redadas online, con activos en Bitcoin, USDT, Cardano y Apecoin, para llegar a un monto de cinco mil dólares. Cuando su familia se enteró en el allanamiento que el joven tenía ese dinero se ofuscaron visiblemente.
En la redada de hoy, la UFEIC logró vaciar las cuentas cripto de Agustín, un procedimiento realizado por primera vez en un allanamiento argentino, En la casa de Boulogne, se abrieron los teléfonos del acusado y se transfirió el dinero desde sus wallet a cuentas seguras controladas por la fiscalía.
Ahora, estas criptomonedas son prueba forense. No pueden ser tocadas, no pueden moverse o reinvertirse, hasta que el juzgado de garantías del caso determine el modo de retornarlo. Esto implica una paradoja: dada la volatilidad del mercado, el dinero puede subir o bajar, o volver a subir.
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