En las últimas 24 horas, hubo dos ataques incendiarios contra autos estacionados en las inmediaciones de comisarías de Rosario. El último ocurrió en la madrugada de este miércoles, cuando sospechosos prendieron fuego tres vehículos que estaban secuestrados en la puerta de la subcomisaría 22ª. Una situación similar tuvo lugar en la mañana de este martes en la zona sur, cuando un atacante arrojó una bomba molotov contra un Ford Focus que estaba a metros de un edificio policial.
En ambos hechos no se encontraron amenazas, tal como suele ocurrir con otros atentados a lo largo de la ciudad. Entonces, surge la pregunta: ¿se trata de hechos propios del sicariato o son cometidos por pirómanos?
De acuerdo a la información de investigadores policiales, el segundo hecho ocurrió pasadas las 2 de este miércoles en la esquina de Donado y Forest, donde fueron incendiados un Chevrolet Corsa gris, un Fiat Spazio blanco 147 y un Ford Focus negro, vehículos que estaban incautados a metros de la subcomisaría después de diferentes accidentes viales.
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Una dotación de Bomberos Zapadores se hizo presente para sofocar las llamas. Luego, desde la unidad fiscal de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación se ordenó la toma de testimonios del personal policial, que hasta el momento solo indicaron que fue un ataque intencional, pero no aportaron datos con respecto a la mecánica.
Como la subcomisaría 22ª no tiene cámaras de videovigilancia, los peritos buscan imágenes en el colegio secundario vecino al lugar o en los comercios que están frente al edificio policial.
El ataque previo ocurrió este martes por la mañana en Sarmiento y Ameghino, en la puerta de la Comisaría 15ª, en la zona sur de Rosario. Según explicó a Radio 2 el subcomisario Jorge Mendoza, el jefe de la seccional, un Ford Escort rojo estacionó por Ameghino y de allí bajó un sospechoso que lanzó una bomba molotov contra el Ford Focus que estaba a metros de la puerta de la seccional.
El Focus estaba estacionado allí desde el 8 de junio del año pasado, cuando la Policía lo incautó sin ocupantes en la vía pública por tener pedido de secuestro.
Lo curioso es que en la puerta de la comisaría 15ª ya hubo un atentado reciente. Fue el 5 de abril pasado, cuando desde un auto se lanzó una molotov contra una camioneta Amarok de la Policía de Acción Táctica que estaba estacionada. Este caso motivó, entre otras cuestiones, que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe resolviera en la previa de la Semana Santa vallar los frentes de aquellas seccionales que tengan los frentes vidriados.
En los dos ataques incendiarios se repite la misma foto: los blancos son autos que están hace meses secuestrados en las puertas de las seccionales, algunos de ellos completamente destruidos.
Las comisarías fueron una de las instituciones que más atentados recibieron este año junto con las escuelas. Cuatro de ellas (subcomisaría 26ª y las comisarías 16ª, 20ª y 32ª) fueron baleadas, y en algunos de esos hechos se dejaron notas dirigidas a autoridades del Servicio Penitenciario por supuestamente haber “verdugueado” a presos de alto perfil de la cárcel de Piñero.
Además, las subcomisarías 2ª y 24ª, y las comisarías 12ª y 15ª fueron escenarios de ataques incendiarios.
Lo llamativo de algunos de los atentados es que no hubo persecución policial. Incluso, en el caso de la comisaría 32ª, el que disparó se desplazaba en bicicleta y no fue detenido.
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