Patricia Aleksich, defensora oficial de César Sena (19), el principal acusado del femicidio de Cecilia Strzyzowski (28), elevó ayer un pedido al Equipo Fiscal Especial que investiga el caso -constituido por Jorge Cáceres Olivera, Jorge Fernando Gómez y Nelia Velázquez- para que le hagan una evaluación psiquiátrica al imputado. El objetivo era establecer si el presunto asesino comprende las criminalidad de sus actos.
Sin embargo, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, el estudio ya fue realizado apenas fue detenido y el resultado mostró que el hijo de los líderes piqueteros, Emerenciano Sena y Marcela Acuña -también imputados por el crimen-, efectivamente puede comprender el hecho que se le imputa de acuerdo a sus facultades mentales, aunque jamás confesó el hecho.
En el pedido, la abogada requirió “una evaluación integral y multidisciplinaria” para Sena, que sea llevada a cabo por el Servicio de Salud Mental del Hospital Perrando. El examen requerido por la defensora pretendía que los profesionales establecieran si Sena hijo “podía dirigir sus acciones”. Por eso, solicitó la “urgente” intervención del Órgano de Revisión Mental.
“La defensora pidió la evaluación, pero en rigor se les hizo ese examen que está previsto en el artículo 90 del Código Procesal Penal del Chaco. Se hace en todos los casos”, explicaron las fuentes judiciales consultadas por este medio, quienes además aclararon que la defensora tras enterarse que el estudio ya le fue practicado, “se dio por satisfecha”.
En el mismo sentido, Aleksich -según la solicitud a la que accedió Infobae- le comunicó a los fiscales que luego de entrevistarse con el imputado resolvió pedir también asistencia psiquiátrica y que le suministren medicación.
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La justificación de la letrada para el requerimiento es que Sena supuestamente expresó haber sido atendido anteriormente por un profesional en salud mental de la Clínica San Gabriel. “Solicito en carácter urgente se le brinde la atención psiquiátrica y medicación requerida, en caso de el profesional estime”, concluyó la defensora.
César está acusado de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género (es decir femicidio) en calidad de coautor. Sus padres, los líderes piqueteros Emerenciano Sena y Marcela Acuña, fueron imputados como coautores de homicidio agravado. Además, hay otras cuatro personas implicadas en el crimen que también están detenidas. Una de ellas, el casero del campo de los Sena, amplió su declaración el jueves a la noche y aseguró que llevaron el cuerpo de Cecilia a un basural.
Por esta declaración se esperan nuevos allanamientos y rastrillajes en las próximas horas, aunque fuentes consultadas por este medio aún no confirman si los procedimientos fueron requeridos.
La explicación de César
A dos semanas de la desaparición, la principal hipótesis de los fiscales es que hubo un plan del que participaron al menos siete personas para matarla. A diferencia del matrimonio piquetero, que se negó a prestar declaración testimonial, cuando se presentó en la comisaría César sí lo hizo. Por entonces, era un testigo.
El joven, que se desempeña como docente en el barrio Emerenciano de Chaco, dijo que mantuvo una discusión con Cecilia “por cuestiones económicas” y que, luego del entredicho, ella le robó la billetera, el celular y se fue de la casa de sus suegros.
Sin embargo, las cámaras de seguridad no la registraron saliendo del lugar. Por otro lados, las pericias solicitadas a las empresas de telefonía indican que ambos teléfonos estuvieron hasta el final en el campo de los Sena.
A pesar de la pelea, siguió César, él intentó ponerse en contacto con su pareja. “Como no tenía teléfono celular porque Cecilia se lo había llevado, le pedí prestado el suyo a mi madre y efectué varios mensajes de texto vía WhatsApp y llamadas vía WhatsApp al abonado de Cecilia el cual no recuerdo, debido a que era nuevo”, dijo en su testimonial, a la que accedió este medio, y planteó que la joven leyó los mensajes, pero no le respondió.
Y siguió: “Permanecí en mi domicilio con la esperanza que ella me llamara o que regresara a mi casa para hablar y arreglarnos. (Por eso) no concurrí a su domicilio para evitar problemas pensando que ella podía estar enojada todavía”.
Este viernes se cumplen 15 días de la desaparición de Cecilia. Dónde está su cuerpo todavía es un misterio.
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