En noviembre de 2015, uno de los principales hombres fuertes de la seguridad estatal en la Argentina me recibió en su despacho para hablar del problema de las drogas sintéticas en Argentina. Displicente, el funcionario de alto rango aseguró que todo se reducía a una “cosa de chetos” y que el gran triunfo contra el narco era incautar panes de cocaína y derrumbar bunkers de ladrillo hueco.
Cinco meses después, cinco chicos morían en la tragedia de Time Warp. Otros seis fueron internados en terapia intensiva. Hoy, gracias en parte a la falta de visión oficial, la historia de las drogas sintéticas cobra un nuevo auge.
A fines de julio de 2022, una joven de 28 años falleció tras asistir una fiesta electrónica en la localidad cordobesa de Malagüeño. Fue trasladada al hospital Domingo Funes de Santa María de Punilla a causa de un edema cerebral tras intoxicarse supuestamente con éxtasis. Un dealer de la capital provincial fue arrestado. Los propios consumidores aplican tests reactivos para identificar las sustancias presentes en sus pastillas, se alertan entre ellos en foros o a través de Instagram.
Las pastillas de éxtasis de alto poder se convirtieron tras la pandemia en el ítem más barato en los menúes de vendedores que operan por Telegram. El precio del gramo de tuci -un fuerte euforizante, el polvo rosa o violeta que se convirtió en una droga de moda para la generación sub-25, cuyos contenidos reales usualmente se desconocen- supera tres o cuatro veces al de la cocaína.
Mientras tanto, una estadística oficial termina de graficar el problema. Infobae accedió a un nuevo informe de Aduana que detalla la cantidad de estupefacientes incautados por el organismo dirigido por Guillermo Michel, que se enfoca en el contrabando de drogas al exterior y el ingreso de drogas por correo.
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El informe establece que entre enero y mayo de 2022 se incautaron 2,175 kilos de MDMA puro: el polvo de éxtasis en su máxima pureza. Como ejemplo, una pastilla de 150 miligramos de MDMA es considerada una pastilla de alto poder. En el mismo período para este año, se encontraron 13,495 kilos, un aumento del 520 por ciento. La codicia se entiende.
A comienzos del otoño, de acuerdo a diversos testimonios, el gramo de MDMA se convirtió en el ítem más caro de cualquier lista narco. Varios dealers porteños, de cara a una fiesta encabezada por un popular DJ que disparaba la demanda, pedían 20 mil pesos por un gramo de la sustancia. Fuentes oficiales locales hablan de un precio mayorista de 45 mil dólares el kilo, muy por encima de los 30 mil que puede costar un kilo de cocaína en Madrid o Barcelona.
El MDMA, encontrado en cristal granulado, no se utiliza para hacer pastillas en Argentina. Los comprimidos que se incautan en el país son ensamblados en Europa. Suele verse material de calidad superior, pastillas bien definidas, con un laqueado parejo. Los consumidores, por otra parte, aprecian el MDMA en polvo, una droga que años atrás era una rareza y hoy es un fenómeno horizontal en el mercado de sintéticos.
La incautación más significativa de los últimos meses ocurrió a fines de mayo pasado, cuando una redada de la PSA terminó con ocho kilos incautados, una cifra por fuera de la estadística de la Aduana, con allanamientos en el aeropuerto de Ezeiza, en Rosario y en otros nueve puntos, una investigación a cargo de Patricia Cisnero, funcionaria de la PROCUNAR.
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El caso, precisamente, no había comenzado por el éxtasis, sino por el hallazgo de una mula narco ocurrido el 16 de septiembre de 2022 en Ezeiza, cuando llevaba 13 kilos de cocaína en una mochila con destino a Barcelona. Una pareja de argentinos fue investigada y detenida. El MDMA fue hallado en los allanamientos en su contra.
En diciembre de 2022, la Aduana en Clorinda, Formosa, encontró una bolsa con 1100 gramos de MDMA puro disimulada en el doble fondo de un vehículo. De acuerdo a su informe, el 49% de las drogas que encuentran provienen de importaciones, con otro 17% hallado en allanamientos.
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