La Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro le negó el beneficio de la libertad a Carlos Eduardo Robledo Puch. de 71 años, debido a que los exámenes psicológicos demostraron que el asesino conocido como “El Ángel de la muerte” tendría “emociones inconsistentes” que podrían nublar la coherencia de sus pensamientos. Por este motivo, la Justicia consideró que no existía una familia de acogida o un hogar que esté capacitado para poder brindarle la contención que necesita su condición.
La evaluación fue realizada por el juez Oscar Roberto Quintana, quien argumentó que “la incoherencia en el manejo de las emociones da a lugar a que en ocasiones se vea confundido por ellas y pueda manifestarlas en forma errática”, debido a que consideró que estas “tienden a ser inconsistentes en términos de cuánto influyen en el pensamiento o en los procesos de toma de decisión o solución de problemas”.
“El pensamiento está marcado por más errores de juicio o deslices cognitivos de lo esperado”, mencionó el magistrado al descartar que se tratara de un cuadro de delirio, ya que el estado mental del prisionero no escaló hasta ese nivel. En ese sentido, explicó que “la adherencia excesiva a lo convencional le sirve como defensa frente a elementos de distorsión psicótica”.
Según la información que precisó Télam, las “elucubraciones de tinte paranoide” que presentaría Robledo Puch no le dieron la confianza suficiente a Quintana, para poder otorgarle la libertad o la prisión domiciliaria como había presentado el abogado de “El Ángel”, Jorge Alfonso, en octubre de 2022.
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A pesar de que una familia se había presentado para brindarle un hogar de acogida durante febrero del año pasado, de acuerdo con lo que comunicó el defensor del histórico asesino, el juez expresó su desconfianza sobre la capacidad que podrían tener los voluntarios a la hora de enfrentarse con los episodios que presenta el criminal.
“Ante la ausencia de un domicilio apto para el caso de egreso, la ausencia de una red social extrainstitucional que pueda brindarle contención para el caso de egreso, la carencia de planificación alguna de una propuesta de un ambiente que le brinde contención y estructura conforme lo exigen sus patologías, no resulta factible dar acogida favorable a la pretensión liberatoria instada”, sentenció el representante de la Cámara de Apelaciones al dictaminar que el convicto permanecerá en la Unidad 26 del penal de Olmos.
Sin embargo, el letrado no descartó la posibilidad de que en un futuro Robledo Puch obtenga el beneficio de la libertad, siempre y cuando se presenten las condiciones necesarias, por lo que le encargó a la Dirección de Tercera Edad de la Provincia de Buenos Aires que “informe cuáles instituciones de salud o dispositivos de tercera edad se adecuarían a las necesidades del interno en función”.
Esta fue la segunda solicitud que el abogado del “Ángel” realizó, puesto que, antes que la familia se ofreciera como hogar de acogida, un asilo de San Isidro había puesto a disposición sus servicios para que el condenado a “reclusión perpetua por tiempo indeterminado” pudiera salir del penal al que fue transferido en 2019, luego de que estuviera internado en el hospital municipal de Olavarría por un cuadro de neumonía multifocal.
El pasado 3 de febrero se cumplió el aniversario número 51 desde el día que Carlos Robledo Puch fue detenido, para posteriormente ser declarado culpable de cometer 11 homicidios, entre ellos el de su cómplice.
Desde que estuvo encarcelado, el “Ángel de la muerte” pasó por varias cárceles. La primera fue la Unidad Penal 9 de La Plata, de donde logró escaparse en 1973, pero fue localizado por la policía 68 horas más tarde. En 1981 fue trasladado a la Unidad 2 de Sierra Chica, hasta que en 2019 llegó a la Unidad 26 del penal de Olmos, conocido por alojar delincuentes que cumplen condena por delitos simples y reclusos que superan los 60 años.
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