Identificaron a un tercer sospechoso del asesinato del empresario en Padua

Se trata de Diego Eduardo Correa, de 24 años. Los investigadores llegaron a su identidad por sus huellas digitales

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Diego Eduardo Correa
Diego Eduardo Correa

Los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti pidieron la captura nacional e internacional de un tercer involucrado en el crimen de Gabriel Izzo, el empresario que fue asesinado el viernes pasado durante un robo a su casa de San Antonio de Padua, en Merlo.

Se trata de Diego Eduardo Correa, de 25 años, quién fue identificado a través de sus huellas dactilares, halladas en la escena del crimen, indicaron fuentes del caso a Infobae. Luego de conocerse este dato, el juez de Garantías de Morón, Ricardo Fraga, ordenó su captura.

En esa misma situación, se encuentran Gustavo Mac Dougall y Gustavo Potenza. El primero, dueño de la pizzería “Lo de Cata”, de Castelar Sur, donde los investigadores encontraron dos armas, una de ellas, utilizada en el homicidio de Izzo.

En el caso del segundo prófugo, las cámaras de seguridad lo muestran salir del vehículo que utilizaron los asaltantes en el ataque al empresario y a su esposa, Silvana Petinari.

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Correa, que tiene antecedentes por robo y captura vigente por el mismo delito, es también considerado coautor del homicidio y de las graves lesiones provocadas a Silvana Petinari, pareja de Izzo, que fue apuñalada y perdió un ojo a raíz del salvaje ataque.

Gustavo Julio Alberto Mac Dougall  y Gustavo Damian Potenza, los otros dos sospechosos
Gustavo Julio Alberto Mac Dougall y Gustavo Damian Potenza, los otros dos sospechosos

Hasta el momento, la causa tiene un solo detenido. Se trata de Walter Rodríguez Sierra, alias “El Uruguayo”, titular del auto VW Gol gris en el que se trasladaron los ladrones y dejaron abandonado frente a la pizzería y el kiosco “Metele Mecha”, ubicados sobre la calle Gervasio Pavón y William Morris, también propiedad del imputado.

El cotejo balístico realizado a la pistola calibre 38 encontrada en el allanamiento a la pizzería “Lo de Cata”, ubicado en Castelar Sur y propiedad de Gustavo Mac Dougall, dio positivo, indicaron fuentes del caso a Infobae. El “pizzero” está prófugo y tiene pedido de captura nacional e internacional por el crimen de Gabriel Izzo, el empresario asesinado durante un robo en su casa de San Antonio de Padua.

El arma fue cotejada con los orificios que dejaron los proyectiles que le dispararon los asaltantes al empresario y las vainas encontradas en el auto. El cotejo dio positivo. De esta manera, a los investigadores no le quedan dudas que esa pistola fue utilizada en el homicidio.

Mac Dougall tenía autorización para conducir el automóvil que fue registrado por las cámaras de seguridad. Además, le alquilaba el local en el que funcionaba la pizzería al “Uruguayo”, de acuerdo a la investigación.

En ese sitio, los investigadores encontraron una mochila que llevaban los ladrones cuando escaparon de la casa de Izzo.

La pareja fue sorprendida en su domicilio de San Antonio de Padua durante la madrugada del viernes
La pareja fue sorprendida en su domicilio de San Antonio de Padua durante la madrugada del viernes

En esa mochila encontraron precintos, pegamento y herramientas, entre otros elementos que podrían haber sido utilizados en el robo.

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En el comercio, además, hallaron joyas y otros elementos que habrían robado al matrimonio y dos armas, una pistola 9 mm y otra calibre 38. Tras el procedimiento, los fiscales pidieron la captura de Mac Dougall y la de Gustavo Potenza, uno de los hombres que capturaron las cámaras saliendo del Gol gris.

El salvaje robo sucedió poco después de las 4 de la madrugada del viernes en la casa de la pareja, ubicada en el centro de San Antonio de Padua. Allí, una banda de al menos cuatro asaltantes ingresó tras romper una persiana en el frente de la vivienda.

En ese momento, tras escuchar los ruidos, el hombre tomó una pistola Bersa calibre 40 y un revólver y empezó a dispararle a los ladrones. Se desconoce si Izzo llegó a herir a alguno de los delincuentes. La víctima recibió impactos de bala —uno en la zona de la cabeza— y luego fue acuchillado.

En el lugar también fue apuñalada a su mujer, cuya familia es dueña de una histórica empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques. Se encontraron manchas de sangre en varios lugares de la casa, así como precintos y varias vainas servidas de diversos calibres. La suegra de Izzo estaba presente en la casa, pero no presenció el hecho.

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