Hoy, la Justicia busca a Gustavo Mac Dougall por ser partícipe en el bestial ataque a Gabriel Izzo y su esposa Silvana Petinari, ocurrido en su casa de la calle Italia en San Antonio de Padua. Izzo terminó muerto a tiros y puñaladas. Petinari continúa internada en el Sanatorio Los Arcos: los delincuentes la acuchillaron en el ojo derecho, al que perdió.
Mac Dougall alquilaba la pizzería “Lo de Cata” de Castelar Oeste, que fue allanada en la investigación a cargo de los fiscales Claudio Oviedo y Ana Monti. El local comercial, propiedad de Walter Rodríguez Sierra, único detenido por el caso, fue el último destino del Volkswagen Gol Power que usaron los delincuentes para la fuga. Allí, en la pizzería, la DDI de Morón encontró dos armas que podrían haber sido usadas para matar a Izzo, joyas y una mochila idéntica a la que puede verse en imágenes de cámaras de seguridad que muestran la fuga.
Mac Dougall, según la causa, le alquilaba el negocio a Rodríguez Sierra. Pero Gustavo no parece un simple pizzero de zona oeste. Los hechos de su vida hablan de un espiral descendiente de posibles truchadas y delincuencia explícita.
De 49 años, oriundo de Tres de Febrero, hincha de Vélez, con domicilios fiscales en Saavedra, Lomas del Mirador y Ciudadela, Mac Dougall supo ser un empresario polirrubro, al menos según los papeles. Se registró con ese objetivo en la AFIP más de 15 años atrás, con altas en negocios como la producción de textiles, calzado y la venta mayorista de fruta y verdura tras empezar como empleado de un supermercado cuando era poco más que un adolescente.
Fue un viajero frecuente en escribanías a lo largo de la década pasada: entre 2002 y 2008, de acuerdo al Boletín Oficial, fue inscripto como directivo en los directorios de once empresas distintas que, según sus perfiles, no parecían tener gran actividad comercial. Su compañera más frecuente en estos directorios era una viuda de Ciudadela, con domicilio en un edificio nada vistoso, que a su vez integraba las nóminas de 15 empresas o más, una posible prestanombres.
Entre 2016 y 2017, según registros previsionales, fue empleado en blanco de la Municipalidad de Morón. Insólitamente, como empresario contrató a una ART. La AFIP y ARBA lo marcaron también por deudas y facturas apócrifas.
Después, está el hampa de verdad.
En 2005, fue imputado en una causa por estafa y uso de documento falso que llegó al Tribunal Oral Federal N°2 recién en 2014. Ese año, el Tribunal le otorgó una probation con 104 horas de tareas comunitarias en un club de barrio de Ituzaingó. Fue un partícipe necesario esta vez, no un líder o un coautor.
En 2010, su nombre fue mencionado en un expediente por contrabando de droga en la Justicia en lo penal económico, cuando se investigó el rastro de dos paquetes postales que llegaron a Canadá con más de dos kilos de cocaína ocultos dentro de un engranaje helicoidal. El legajo de identidad de Mac Dougall fue parte del expediente. Un hombre de Caseros fue acusado por el caso y luego absuelto.
Años después, Mac Dougall fue finalmente condenado por narco, según registros de la Justicia federal a los que accedió Infobae. Tras ser detenido por la Federal en febrero de 2018 en Ituzaingó, la Justicia de San Martín le dio cuatro años de cárcel por menudear droga junto a un grupo de ciudadanos peruanos, entre ellos Reyser Rupay Chuquino.
Te puede interesar: Pidieron la captura internacional de dos sospechosos por el crimen del empresario de San Antonio de Padua
Reyser, según la condena del Tribunal Federal N°3, habría sido el intermediario al que Mac Dougall le compraba cocaína. Reyser, a su vez, le compraba “de a dos o tres kilos”, dice el expediente, a una mujer llamada Melany, que terminó allanada. Le incautaron 1800 dólares en Paso del Rey, en efectivo crocante.
Por este caso, Mac Dougall terminó preso en el penal de Marcos Paz. A Melany, la mayorista de la banda, que recibió una condena más dura que Mac Dougall, le dieron prisión domiciliaria con tobillera por ser madre de varios hijos y hacer cursos de buena letra en prisión. También, se convirtió en beneficiaria de planes sociales como el Potenciar Trabajo.
En 2020, el TOF N°3 le negó la libertad condicional al hoy prófugo por el crimen de Padua, una decisión que la Cámara Federal en Comodoro Py ratificó un año después.
Luego, Mac Dougall salió. Sigue suelto.
Seguir leyendo: