En el mediodía de hoy, el Tribunal N°4 de La Plata, encabezado por la jueza Carolina Crispiani, condenó a las penas de prisión perpetua y 15 años de cárcel a los cuatro policías bonaerenses ya declarados culpables por un jurado popular de la “Masacre de San Miguel del Monte”, ocurrida en mayo de 2019, donde tres menores de edad y un mayor perdieron la vida al ser perseguidos a tiros.
Los dos efectivos condenados a prisión perpetua son Rubén García y Leonardo Ecilapé. Mariano Ibáñez y Manuel Monreal, recibieron 15 años de cárcel cada uno, según informó la agencia Télam. La calificación en su contra fue la de homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego. Las víctimas fueron Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22). Rocío Q. (17), la única sobreviviente de la masacre, quien tenía 13 años en ese momento, sostuvo heridas graves.
El pasado 2 de junio se realizó la audiencia de cesura, un debate entre las partes para determinar la responsabilidad de cada uno de los imputados en los delitos cometidos y así llegar a una resolución más justa, en cuanto a las sanciones que deberían de cumplir. El proceso se realizó ante un jurado popular.
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En cuanto a las sentencias que recibieron el ex capitán Rubén García y el oficial Leonardo Ecilapé, la parte querellante aceptó las condenas a prisión perpetua que cada uno recibió, después de haber sido declarados culpables por unanimidad por el jurado popular.
La investigación arrojó que García y Ecilapé viajaban en el patrullero que persiguió al vehículo personal de Suárez hasta producirse el choque fatal contra un camión que se encontraba estacionado en la colectora de la ruta 3.
Mientras los jueces dictaminaron que García había efectuado varios disparos con su arma reglamentaria, en el caso de su compañero, no se pudo comprobar que haya sido parte del ataque armado contra los jóvenes. Sin embargo, no se descartó su participación.
Durante la audiencia de cesura, el fiscal Mariano Sibuet señaló como agravantes el impacto social que tuvo el crimen al destacar los testimonios que aportaron los psicólogos. “Hacen mención a tres elementos que debo valorar: que el hecho fue devastador, que produjeron un daño irreparable y que ese daño para cada una de las víctimas y de los familiares involucrados significa un daño de por vida”, sostuvo Sibuet.
Por otro lado, los abogados Margarita Jarque y Luz Santos Morón de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que representan a las familias de las víctimas Danilo Sansone y Camila López, denunciaron una violación a los derechos humanos al argumentar que “debían protegerlos en vez de atacarlos, se traduce en una traición por parte del autor y una mayor indefensión de la víctima frente al ataque de quien se aprovecha de la situación para cometer el delito”.
En contraposición, los defensores de los acusados, María Celeste Baqué y Luis María Giordano, advirtieron que “esto se va a revertir en Casación, es una injusticia. Ecilapé no mató a nadie, debió ser declarado no culpable”, y adelantó: “Voy a solicitar que se decrete la nulidad del juicio y se ordene uno nuevo”.
Al final de la audiencia de cesura, los cuatro policías clamaron su inocencia. “Fue una tragedia para todos y no hay vuelta atrás pero no somos ningunos criminales ni asesinos”, declaró Monreal, luego de que Ibáñez indicara: “Amo la vida, no tengo ningún desprecio por la vida, en todo caso si alguien tenía un desprecio era el que manejaba”.
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