Ayer por la tarde, un equipo de la DDI de General Rodríguez de la Policía Bonaerense ingresó al Country Club del Banco Provincia de Buenos Aires, en la zona oeste del conurbano bonaerense con una orden de allanamiento y detención en sus manos. El escrito estaba firmado por el juez de garantías Gabriel Castro y la premisa era clara: “Proceda a la detención de Elián Ángel Valenzuela”, L-Gante. Pocos segundos después, el cantante estaba esposado en el living de su casa con un plato de fideos todavía humeante sobre la mesa. La acusación se la leyó uno de los efectivos: privación ilegítima de la libertad, amenazas agravadas y tenencia ilegal de arma de fuego.
Ese operativo se hizo en simultaneo con otros tres mas, todos en domicilios relacionados al cantante de la denominada “Cumbia 420″. En esos allanamientos se incluyó la casa de su madre y la suya propia, en el barrio Bicentenario de General Rodríguez. “En estos procedimientos se encontraron diversos elementos de interés para la causa”, aseguró una fuente consultada por este medio.
El hecho que derivó en que uno de los cantantes más escuchados del país terminará encerrado en un calabozo de la DDI de Quilmes ocurrió 27 de mayo.
Infobae accedió a la reconstrucción completa que realizó la Justicia y al testimonio en sede judicial de las víctimas.
En la madrugada de aquel día, L-Gante realizó un espectáculo en el boliche Museum de Capital. No estuvo acompañado de sus mejores amigos, a quien él llama “La Mafilia”. Ese grupo que siempre lo acompaña había decidido disfrutar de la noche en un boliche de General Rodriguez, de donde es oriundo el cantante y su círculo íntimo, llamado Rio. Cerca de las 6 de la mañana, decidieron irse.
En la vereda del local bailable se dio el hecho que desencadenó todo lo que vino después.
Uno de los amigos de L-Gante se subió a su auto, que estaba estacionado sobre la vereda, y avanzó sin bajar a la calle. A raíz de esto, casi atropella a una vecina de la zona de 53 años, que también estaba en el lugar. Se produjo un tumulto y una discusión. De esa gresca participaron los amigos de L-Gante por un lado y por el otro, un hombre, también vecino, llamado G.T.
La pelea en la puerta de Rio duró aproximadamente media hora, hasta que los ánimos se calmaron. En realidad, eso es lo que creyó la mayoría. Pero los amigos de L-Gante seguían enfurecidos.
“Luego de eso, G.T, el hombre que había intervenido para defender a la vecina que casi atropellan, que es empleado municipal y vecino de L-Gante, se subió a su vehículo para irse a su casa. Pensó que todo había terminado. En realidad, recién comenzaba”, explica una fuente del caso.
En el trayecto a su casa, el hombre recibió un llamado de un teléfono que no tenía agendado. Atendió y, rápidamente, supo quién lo llamaba. Era L-Gante. “Vos no te metas con mi familia 420 porque te voy a matar, sos un hijo de puta”, dijo el cantante, según contó G.T en la Justicia. La llamada se cortó. A los pocos segundos el teléfono volvió a sonar. Era de nuevo el cantante, con otra amenaza: “Estoy yendo a tu casa, pedazo de gato. Te voy a matar”.
Cuando G.T llegó a su casa, se encontró con “los pibes 420″ que estaban golpeando a su familia, lo relató así: “Estaban pegándole a mi primo. Había tres autos cruzados en la calle. Incluso uno de contextura delgada sacó un arma y disparó para arriba”.
Mientras esto pasaba, ya pasadas las 7 AM, llegó al lugar la Guardia Urbana de Protección Ciudadana del Municipio de General Rodríguez, alertada por los vecinos que escucharon la pelea y el disparo. Los efectivos separaron a los que se estaban peleando y demoraron a los amigos de L-gante, que eran los mas sobresaltados. “No fue una detención ni una aprehensión, se los separó del resto para identificarlos correctamente”, explican desde la fuerza municipal.
De alguna manera, uno de “los pibes 420″ logró llamar a L-Gante y contarle lo que estaba pasando. Valenzuela, que ya estaba camino al lugar a bordo de su BMW tal como había adelantado en su amenaza telefónica, enfureció.
Cuando llegó, vio a sus amigos siendo requisados por los efectivos policiales y avanzó con su vehículo hasta donde estaba G.T, que se había alejado unas cuadras. A partir de ahí, cobra mayor relevancia el relato de la víctima: “Se acerca y a través de la ventanilla, me muestra un arma tipo revolver y me amenaza y me dice que me suba. Le dije que no, pero empezó a apuntar al resto de mi familia que estaba conmigo, por lo tanto subí”, explicó G.T.
En el interior del BMW la locura ya era absoluta. “Una vez que subo al asiento trasero, veo que, en el acompañante, había otra persona más que no sé quién es, sólo puedo decir que tenía una contextura robusta”, dijo G.T.
L – Gante se dirigió directamente hasta la casa de R.P, la mujer de 53 años que casi es atropellada por uno de sus amigos en la puerta del boliche, que también es vecina del barrio. La encontró en la puerta de su casa y volvió a repetir, según los testigos, la misma metodología para convencerla de subir: le mostró el arma que en su mano.
La mujer subió y ahí comenzaron, según estipuló la fiscal Alejandra Rodríguez, 22 minutos de privación ilegítima de la libertad.
Adentro del vehículo, siempre según lo que contaron las víctimas, L-gante le pidió a R.P que le contara lo que había pasado. Mientras la mujer lo hacía, el cantante se acercó a donde estaban los móviles policiales y sus amigos siendo registrados. Diversos testigos que declararon en la causa aseguraron que bajó la ventanilla del BMW y gritó, frente a los oficiales: “Liberame a los pibes o al que llevo acá atrás lo hago boleta”. Luego siguió su marcha a alta velocidad.
L-Gante, junto a su acompañante y las dos personas que, según cree la Justicia, privaba de su libertad, tomaron la calle Di Marco hasta llegar al cementerio de la zona. Allí, sobre la base de los testimonios de las víctimas, el trapero frenó el vehículo, los volvió a apuntar y les dijo: “Llamá a alguien para que liberen a mi gente o te hago boleta, te voy a matar a toda tu familia”.
Elian Valenzuela volvió a poner en marcha el vehículo y, a la altura de la Ruta N°6, tomó su teléfono y se comunicó con alguien: “Prepará la quinta que estoy yendo con este perejil”. Algunos segundos después, y con las víctimas en el asiento trasero atemorizadas, el celular del cantante sonó. Del otro lado, uno de sus amigos le avisaba que ya habían sido liberados, que todo había terminado.
Luego de esto, L-Gante tomó la Colectora Sur, pasando por un peaje, para después subirse al trazado de la ruta N°28 hasta una YPF, donde finalmente bajó a las víctimas. Uno de ellos, G.T, al bajar del vehículo fue directamente a la comisaría donde realizó la denuncia.
El expediente quedó en manos de la fiscal Rodríguez, de la UFI N°9 de la zona. Las primeras medidas adoptadas por la investigadora y su equipo fueron pedir las cámaras de seguridad tanto municipales, como privadas y del peaje.
“Efectivamente, pudimos hacer un seguimiento, mediante cámaras, y el recorrido relatado por las víctimas coincide con el del BMW de L-Gante”, explica una fuente del caso.
Pero no es todo lo que arrojaron las imágenes de seguridad. Las cámaras de la YPF de ruta 28, muestran, claramente, el momento en el Elian Valenzuela baja del vehículo a G.T y a R.P.
Hay otro elemento de prueba que es fundamental para los investigadores, el recorrido de los rastreadores satelitales de los celulares de las víctimas también coincide con lo que se ve en las cámaras. A esto se le sumaron 12 testigos de los distintos hechos que sucedieron esa noche.
Con todos estos elementos, la fiscal Rodríguez, con la anuencia del juez Castro, ordenaron la detención de L-Gante y los allanamientos. En esos operativos se encontró un elemento de sumo interés. Elian Valenzuela tenía consigo el teléfono celular desde donde se realizaron las dos llamadas amenazantes al teléfono de la víctima. Eso, para los investigadores, es crucial.
El cantante será indagado mañana por el fiscal Raúl Villalba, que reemplaza a Rodríguez, hoy de licencia pedida con anterioridad al caso. Luego de eso, es probable que el fiscal solicite la detención formal de Valenzuela.
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