Darío Sebastián Almirón fue detenido esta semana tras intentar robarle a un joven en la localidad de Castelar. Junto a un cómplice, atacaron a la víctima mientras caminaban por la calle Salvador Curuchet. Los ladrones estaban armados y querían apoderarse de su teléfono celular. Sin embargo, un vecino advirtió lo que estaba pasando y alertó al 911. Finalmente, los oficiales llegaron rápidamente al lugar y detuvieron a los delincuentes. Más tarde se supo que lo de Almirón no era un hecho aislado, ya que la Justicia lo venía buscando por una serie de robos cometidos en Morón y Hurlingham.
Esos hechos ocurrieron en el lapso de un mes y quedaron registrados por cámaras de seguridad. Las imágenes -que ilustran esta nota- resultaron clave para que los investigadores pudieran llegar a Almirón como sospechoso. Y eso no fue todo: a partir de esas filmaciones, además, pudieron identificar a uno de los cómplices del detenido. Se trata de Joel Alexander Cañete, de 21 años y con domicilio en Villa Tesei. En las últimas horas, lo fueron a buscar a su casa, pero no lo encontraron y permanece prófugo.
El que sí quedó detenido durante ese allanamiento fue el hermano de Cañete, bajo la acusación de portación ilegal de arma de fuego. En el operativo, que fue dispuesto por la UFI N°5 de Morón, a cargo del fiscal Claudio Oviedo, además se secuestraron prendas de vestir similares a las que utilizaban los asaltantes en los robos.
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El primero de los asaltos que se les endilgan a Almirón y Cañete sucedió la tarde del 8 de mayo. A las 18.27 de aquel día, una mujer y su pareja llegaban a su vivienda de la calle Liszt en Villa Tesei a bordo de un Ford Fiesta cuando fueron sorprendidos por tres delincuentes que actuaron con violencia, a tal punto que uno tomó del cuello a ella, la sujetó por la espalda y la obligó a que le entregara las llaves del vehículo a otro de sus cómplices.
Las víctimas contaron que los asaltantes tenían un arma, una pistola calibre 9 milímetros o similar. Huyeron del lugar con el auto y los celulares de cada uno. El tercer involucrado en el robo aún no pudo ser individualizado por los investigadores.
El segundo episodio tuvo lugar en la calle Benito Villanueva de Castelar, 14 días después. La mañana del 22 de mayo, unos minutos antes de las 9, una mujer y su hija de 3 años se bajaban de un Toyota Yaris y estaban por ingresar a su domicilio cuando fueron atacadas por dos personas: según la investigación, eran Cañete y Almirón, que tenían un arma y escaparon a toda velocidad con el vehículo, con el prófugo de 21 años al volante. Las imágenes del indignante hecho dan cuenta del susto que sufrió la menor y de la desesperación de su madre por ponerla a salvo.
Fuentes del caso comunicaron a Infobae que el Toyota apareció a la madrugada del día siguiente. Una patrulla de la Unidad de Prevención de la Policía Local de Hurlingham lo encontró abandonado en una esquina de Villa Tesei. Adentro había un monedero y un celular.
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El último de los robos también sucedió en Villa Tesei. Fue el lunes pasado, a las 21.40. Dos hombres armados se cruzaron con la víctima justo cuando salía de su casa y se apoderaron de su Peugeot 2008. Y antes de darse a la fuga, también le quitaron la campera y la remera deportiva que vestía.
Alrededor de media hora después, policías que patrullaban las calles de la misma localidad, hallaron el vehículo al llegar al cruce de Niza y Manuela Pedraza. Pidieron refuerzos, debido a que esa zona es “hostil” y con poco alumbrado artificial, según describieron. Minutos más tarde, la víctima del robo se presentó en el lugar y recuperó su auto.
Almirón quedó detenido y acusado por robo agravado por su comisión mediante el empleo de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada. En las próximas horas será indagado. Mientras, los investigadores siguen adelante con la búsqueda de Cañete.
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