Después de un extenso proceso y a 3 años de la muerte de José Alberto Baier –el peón rural asesinado de un disparo durante un asalto en 2020– César Ezequiel Pereyra y Juan Mario Gerling Kees fueron declarados culpables por un jurado popular tras ser considerados penalmente responsables por el homicidio.
Los hombres de 41 y 57 años, respectivamente, fueron condenados tras la decisión de los doce jurados por el delito de “homicidio agravado criminis causa”, en perjuicio del trabajador de 58 años.
La decisión llegó luego de que el pasado viernes, en los alegatos finales, el fiscal del juicio, Jorge Virgo, y el abogado de la familia de la víctima, Pablo Sotero, solicitaran al jurado popular que declare culpables a los acusados. En contraparte, los abogados defensores aún sostenían que no había pruebas suficientes para llegar al veredicto.
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Si bien ya se sabe el resultado final del juicio, aún resta conocer la sentencia, decisión que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Bahía Blanca, a cargo de Julián Saldías, dará a conocer en los próximos días.
A lo largo del proceso, durante la segunda audiencia, cinco efectivos policiales debieron declarar en el juicio. Fue en aquel momento que, frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del Departamento Judicial Bahía Blanca, los policías aseguraron que ambos imputados contaban con antecedentes penales y que eran conocidos por ser ‘amigos de la delincuencia’.
Del debate participaron tres efectivos de la Policía local y del Comando de Patrullas de la zona, quienes intervinieron el día en que ocurrió el crimen. Además, se escucharon los testimonios de efectivos de la Sub Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Coronel Suárez que llevaron a cabo diligencias durante la etapa de instrucción.
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En el primero de los testimonios se mostró un video que había sido registrado por la cámara de vigilancia instalada en la patrulla. A través del mismo se intentó demostrar cómo sucedieron los hechos en tiempo real y, además, lograr determinar cuál era la posición desde la cual el efectivo, que hacía uso de la palabra, pudo observar el rostro de uno de los imputados.
El policía en cuestión confirmó que pudo visualizar el rostro del acusado mientras lo estaba apuntando con su arma reglamentaria y le advertía que deponga su actitud y que ‘salga con las manos arriba’. Ante lo cual, el delincuente se negó.
El crimen
El hecho por el que se condenó a Pereyra y Gerling Kees tuvo lugar el 25 de octubre d 2020, alrededor de las 21, cuando Baier se encontraba junto a los dueños del lugar, identificados como María Antonia Pugliese (99) - ya fallecida- y su hermano Antonio (89), en la finca situada en la ruta provincial 85, en proximidades de Pueblo Santa María, de Coronel Suárez.
Fue entonces cuando, según las fuentes, dos delincuentes con la cara destapada llegaron al lugar con la intención de realizar un robo. Allí asesinaron de un tiro en el cuello al trabajador rural.
Alertados por un llamado al 911, efectivos de la Policía Comunal fueron hasta el establecimiento y sorprendieron a los delincuentes, quienes tomaron como escudo humano al menor de los ancianos, efectuaron varios disparos contra los efectivos y huyeron a campo traviesa.
Una vez que ingresaron al hogar, los policías encontraron al peón rural fallecido y a los hermanos dueños de la finca heridos a golpes, tras lo cual ambos debieron ser trasladados a un centro asistencial para recibir tratamiento.
Las fuentes indicaron que la muerte de Baier se produjo como consecuencia de “un grave shock hipovolémico causado por una extensa lesión cervical que comprometió́ tejidos vitales, sufriendo un paro cardioencefálico irreversible que originó el posterior deceso”.
Con información de Telam
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