Facundo Matías Torres, el policía acusado de llevar a la escena al agente que plantó el arma en el crimen de Lucas González, fue detenido durante el mediodía de este sábado en su casa del barrio de Lavallol, del partido bonaerense de Lomas de Zamora.
El arresto se produjo en el marco de un operativo policial desplegado luego de que el agente, conocido como “Cachorro”, fuera mencionado por el inspector de la Policía de la Ciudad, Héctor Cuevas, durante su última declaración indagatoria.
Fue el pasado jueves cuando Cuevas —imputado en la causa por encubrimiento— se quebró durante la audiencia que se realizaba en el Tribunal Oral Criminal N°25 y reveló quién fue la persona que “tiró el arma” en la “parte trasera del auto”.
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Pasadas las 14.30, en el que fue el último debate antes de los alegatos, Cuevas, con buzo marrón y la leyenda en el pecho “Be still” (cuya traducción al español es “estate quieto”), jean azul y pelo corto; apuntó al micrófono, apoyado sobre dos libros gordos que a la vez estaban sobre una mesa muy antigua que oficia, precariamente, como sostén.
“Es mi deber decir qué vi ese 17 de noviembre, si no lo hice antes es porque tengo pánico, tengo miedo, de qué les puede llegar a pasar a mi familia, a mis hijos, después de que declare. No sé trató de un solo loquito disparando, hay un trasfondo acá”, comenzó su relato y atrajo atención de todos los presentes, apretujados en una sala antigua de los tribunales en la calle Paraguay.
Luego, contó que llegó a la escena del crimen tras una alerta irradiada por la Brigada de la Comuna 4, “pidiendo apoyo por enfrentamiento armado”. Y narró que se acercó al Volkswagen Suran donde iban la víctima y sus amigos. “Vi a Lucas muy malherido, mucha sangre. Vi unas mochilas, me asomo a la parte de atrás y no había armas, ningún tipo de armas, ni de fuego ni de juguete, no la vi”, contó y con este testimonio solventó que ese día se plantó un arma.
El acusado, de 49 años, describió con detalle lo que sucedió luego. Primero explicó que, a las 10.30, aproximadamente, vio llegar una moto que “depende” de la Comuna 4 con un policía que no está detenido por el crimen del futbolista y un civil: “La manejaba el oficial Torres, con una persona atrás de civil. Al oficial Torres le dicen ‘Cachorro’. Se baja esa persona de civil, tenía una gorrita blanca y va y habla unos segundos con el subcomisario Inca, que estaba cerquita mío. Y escucho cuando le dice: ‘Andá a poner eso’”.
Cuevas recordó que, entonces, ese civil se “acerca al auto” de las víctimas. Él estaba, según su relato, “a unos cinco metros”. Y, entonces, reveló que “en la parte trasera de la puerta trasera, que estaba abierta, tira el arma”. Según el acusado, trajeron el arma de un cofre de la comisaría Comuna 4.
“Yo entré en pánico, pensé en mi familia, en mis hijos”, dijo e hizo un largo silencio: “No sé qué les va a pasar después de esto”. Sin embargo, luego contaría quién era la persona que plantó el arma. En ese contexto, dijo: “Después de ver las noticias, identifico que uno de los tres que detienen de la Brigada era el que había puesto el arma. Era Isassi”.
Cuevas es uno de los 11 imputados por encubrimiento agravado. Está acusado por el delito de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. Con esa declaración, que el Tribunal deberá encargarse de probar, el policía apunta a que su pena sea menor.
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