La joyería “Entre Joyas”, ubicada dentro de una galería en la esquina de las avenidas Acoyte y Rivadavia, pleno corazón del barrio porteño de Caballito, fue escenario de un salvaje asalto: dos delincuentes armados entraron ayer por la mañana, golpearon con violencia extrema al dueño, amenazaron a un empleado y se llevaron prácticamente todas las joyas de oro. Después escaparon en la moto que habían dejado estacionada sobre la avenida.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que todo ocurrió en el local 65 de la galería “París”. Según se observa en el video, los delincuentes entraron a cara descubierta, amenazaron con armas al empleado y al propietario y concretaron el robo. Uno de ellos saltó el mostrador y redujo a unas de las víctimas. El otro fue directamente contra el propietario, lo obligó a que se arrojara al suelo y comenzó a golpearle la nuca y la cabeza, a pesar de que en ningún momento opuso resistencia.
Luego tuvieron vía libre para llevarse lo que querían. De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, apuntaron contra el oro. Se llevaron pulseras y cadenas ubicadas en una de las vidrieras. Estaban ubicadas sobre almohadillas. No robaron dinero. Sin embargo, según contó Pablo, uno de los socios y dueños del comercio, en diálogo con Canal 9, el botín que obtuvieron los delincuentes tiene un valor estimado de unos 15.000 dólares.
En ese sentido, las fuentes indicaron que los delincuentes actuaron sin guantes y que por ese motivo, se pidió la intervención del personal de la División Rastros para el levantamiento de huellas. Otro dato que supo este medio es que a los ladrones, mientras escapaban, se les cayó una cacha de plástico de una de las armas que utilizaron para amedrentar a las víctimas.
“Fernando (uno de los dueños) se encuentra bien. Está dolorido. Se le paró sobre la cabeza, el cuello. Se hizo una tomografía pero no le pasó nada. Está haciendo reposo”, dijo Pablo, a su turno, en diálogo con el canal América. “Saquearon el oro. Arrancaron todas las cadenas que pudieron, saltaron el mostrador. Fue un desastre”, agregó el comerciante, quien dijo que están en la galería desde el año 2017 y que es la primera vez que algo así les ocurre. “No había necesidad de tanta violencia”, opinó.
“Nos sorprendió por la hora, pleno Acoyte y Rivadavia. Nos resulta raro por cómo fue. Llegaron manejando sin casco, entraron, robaron y se fueron corriendo. Mis compañero los corrieron. Se subieron en la moto, cortaron una calle y casi chocan al escapar”, continuó Pablo en su relato.
La investigación quedó en manos de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 45, a cargo del fiscal Fernando Rouco Oliva y la secretaría del doctor Rolón, que dispuso, además de la intervención de la División Rastros, que trabaje en el caso también la División de Investigaciones Comunales Nº6. La calificación fue robo a mano armada. Los ladrones todavía no pudieron ser identificados y son intensamente buscados.
“Estoy seguro que hubo una mini inteligencia de ellos. Sabían que a las 10 había menos gente y aprovecharon. Siempre es un riesgo. A uno de los delincuentes se le cayó algo”, agregó Pablo, quien además dijo que una de las armas era una réplica y la otra, de acuerdo con lo que les dijo la Policía, era un revólver calibre 22. “Es el que apoyaron sobre el mostrador. Estaba cargado y listo para disparar. Por suerte no pasó a mayores. Lo que sí es que fue muy violento porque le pegaron a Fernando”, finalizó.
En el barrio de Caballito se viene registrando una ola de inseguridad en varios puntos. Según supo Infobae, en los últimos meses varios alumnos de tradicionales colegios de la zona fueron víctimas de asaltos al momento de regresar a sus hogares. Esta semana, por ejemplo, en la esquina de Rosario y Centenera, un chico fue abordado por tres delincuentes armados, quienes le robaron el celular y dinero.
Es por esto que mantuvieron reuniones con el comisario del barrio y reclamaron refuerzos en los corredores escolares. Incluso, un grupo de padres del colegio Marianista convocó a todas las familias de escuelas de la zona para unirse y exigir al gobierno porteño más seguridad. “Queremos evitar una tragedia”, dijo uno mamá, a través de un chat de padres al que tuvo acceso este medio.
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