Mientras la Justicia intenta dirimir si los acusados César Ezequiel Pereyra y Juan Mario Gerling Kees son culpables de asesinar a un peón rural de un disparo en medio de un asalto en 2020, cinco efectivos policiales declararon en el juicio por jurados que se les sigue a los dos hombres de 41 y 57 años, respectivamente.
En la segunda audiencia que se produjo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del Departamento Judicial Bahía Blanca, los policías aseguraron que ambos imputados contaban con antecedentes penales y que eran conocidos por ser ‘amigos de la delincuencia’. De esta manera, complicaron a los sospechosos por crimen cometido en Coronel Suárez. La víctima fue José Alberto Baier, de 58 años.
Durante el debate declararon tres efectivos de la Policía local y del Comando de Patrullas de la zona, quienes intervinieron el día en que ocurrió el crimen, el cual tiene a Pereyra (41) y Gerling Kees (57) como presuntos responsables del “homicidio agravado criminis causa”.
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Además, se escucharon los testimonios de efectivos de la Sub Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Coronel Suárez que llevaron a cabo diligencias durante la etapa de instrucción.
Durante el juicio, en el primer testimonio, se mostró un video que había sido registrado por la cámara de vigilancia instalada en la patrulla. A través del mismo se intentó demostrar cómo sucedieron los hechos en tiempo real y, además, lograr determinar cuál era la posición desde la cual el efectivo que hacía uso de la palabra pudo observar el rostro de uno de los imputados.
De acuerdo con la información de Télam, el policía en cuestión aseguró que logró ver la cara del acusado mientras lo apuntaba con su arma reglamentaria y le advertía que deponga su actitud y que ‘salga con las manos arriba’. Ante lo cual, el delincuente se negó y expresó: “Apagá las luces o quemo al viejo”, en referencia a Pedro Pugliese, uno de los dueños del campo que resultó gravemente herido tras el ataque.
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Por otra parte, a lo largo del proceso, que tiene a cargo el juez técnico Julián Saldías, se dio lugar a la producción de prueba por parte de la Fiscalía y del abogado de la familia de la víctima.
No hay que olvidar que, al comienzo de la investigación, se realizó un identikit en base al testimonio del efectivo, quien dijo recordar ‘una cara de tez color clara, redonda y nariz fina’. Frente a esto, Rosana Standler, abogada defensora de Pereyra, cuestionó la legitimidad del identik, al alegar que fue realizado a partir de tres rasgos de la figura del presunto atacante, y luego fue coincidente con la fisonomía de su defendido.
Otro testigo de la jornada del martes fue un efectivo de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Coronel Suárez que participó de los allanamientos realizados a las viviendas de los sospechosos ubicadas en la localidad de Coronel Pringles, donde secuestraron elementos de interés para la causa.
En su declaración, el policía destacó que durante el operativo incautaron cuatro teléfonos celulares, dos de ellos con información comprometedora para los acusados, dado que estaba registrado en el GPS del dispositivo los recorridos que hicieron durante la jornada en la que ocurrió el crimen.
A partir de las imágenes (screenshot) tomadas de los teléfonos celulares, las cuales fueron proyectadas durante el debate, la Fiscalía demostró cuáles habían sido los recorridos realizados y en qué momentos del día los acusados transitaron por esos lugares. Estos datos fueron coincidentes con la información brindada por las compañías telefónicas consultadas sobre la geolocalización de las líneas investigadas.
Según relató otro efectivo perteneciente a la Sub DDI de dicha jurisdicción, el entrecruzamiento de llamadas entre los teléfonos peritados permite deducir que habían sido trasladados por otra persona hacia la localidad en la que vivían.
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