Darío Holzweissig, empresario, el último detenido por el crimen de la periodista Griselda Blanco cometido en Curuzú Cuatiá, Corrientes, fue imputado este domingo por la noche por el delito de homicidio simple luego de negarse a declarar ante la fiscal de la causa, María Barreiro Sahagún. Luego, se le dictó la prisión preventiva.
Holzweissig fue arrestado la semana pasada luego de que los propios hijos de Griselda introdujeran su nombre en el expediente, al asegurar que su madre tenía una relación ocasional con este hombre marcada por tensiones. Todo, mientras Armando Jara, ex pareja de la víctima, continuaba detenido. Así, la División Homicidios de la PFA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales- allanó dos veces su casa, pero el hombre permanecía libre. En los allanamientos, los investigadores notaron un Suzuki Fun, que el empresario reconoció como propio. El auto fue una clave para desentrañar el caso.
Los investigadores habían analizado cámaras de seguridad que mostraban a un hombre en las inmediaciones de la casa de Blanco a la posible hora del crimen, donde se veía el auto. Luego, analizaron las cámaras cercanas a la casa de Holzweissig. Las cámaras incluso mostraron al sospechoso yendo a un descampado cercano. Ese descampado fue rastrillado por la PFA, en un operativo encabezado por el comisario inspector Ricardo Juri, jefe del Departamento Investigaciones Complejas NEA
Allí, se encontró un cuchillo -el cuerpo de Griselda tenía lesiones de arma blanca- y un celular roto, que fue atribuido a la víctima.
La tarjeta SIM de ese teléfono fue recuperada mediante un procedimiento UFED con una valija forense portátil. Luego, con la asistencia de la compañía de celulares a la que estaba conectada el teléfono, esa tarjeta fue clonada, aseguraron fuentes del caso a Infobae, lo que permitió rescatar cierta información.
Allí, se encontró un chat entre Griselda y uno de sus hijos que complicó más todavía al detenido.
Allí, según un reporte entregado a la Justicia, “se extrajeron conversaciones entre el imputado y la víctima que dan cuenta de la relación laboral y sentimental que mantenían desde noviembre de 2022″.
También, se pudo ver “una conversación entre Blanco” y uno de sus hijos, en donde la víctima “le comenta la relación extorsiva que mantenía con Holzweissig” y su miedo de que el empresario la matara.
La PFA reveló la semana pasada en un comunicado que “resultaron fundamentales las declaraciones testimoniales de los hijos de la víctima, ya que pusieron en conocimiento a los investigadores de la relación tóxica de su madre con quien resultaría ser el victimario”.
“Se estableció que entre Blanco y Holzweissig existía un relación previa, que en primera instancia era carácter comercial y luego devino en encuentros sexuales, con los que Blanco comenzó a extorsionar a Holzweissig exigiéndole dinero para no dar a conocer esta circunstancia a su esposa, lo que habría desencadenado el móvil del brutal crimen”, continuó.
Tras el arresto del empresario, Armando Jara fue liberado, luego de que el Ministerio Público Fiscal correntino anunciara su imputación por femicidio al haber “evidencia suficiente” en su contra. Holzweissig, en cambio, fue imputado solo por homicidio simple, sin el agravante de la violencia de género.
El cuerpo de Griselda fue hallado el sábado 20 en su casa de Curuzú Cuatiá, con un lazo de plástico alrededor de su cuello: la autopsia determinó que murió por estrangulamiento. También, tenía varios golpes y heridas de arma blanca. La puerta de su casa estaba entreabierta, sin signos de desorden.
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