Los investigadores lograron identificar el cuerpo que fue hallado atado de pies y manos, amordazado y dentro de una bolsa de arpillera en Rosario. Elio Orlando Romero tenía 40 años y estaba desaparecido desde la madrugada del pasado 18 de mayo, según publicaron familiares y allegados a través de las redes sociales. La investigación la lleva adelante el jefe de la unidad fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta.
La identificación de Romero se hizo el martes por la noche por medio de una pericia dactiloscópica que realizó personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). El cuerpo presentaba tres orificios de arma de fuego, de acuerdo al informe preliminar de la autopsia practicada en el Instituto Médico Legal.
La víctima, a la que apodaban “Indio”, era buscada en por sus familiares amigos desde el jueves de la semana pasada. Incluso, hicieron varios posteos en Facebook en los que solicitaban colaboración para poder encontrarlo.
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De acuerdo a los datos a los que accedió Infobae, Romero trabajaba como changarín en el Mercado de Concentración de Fisherton, de Mendoza y Wilde, y solía ser visto en barrio Tango, cercano a su casa: tenía registrado domicilio en barrio Gráfico, en la zona Noroeste, a menos de diez cuadras del Estadio Mundialista de Hockey.
Los familiares de “Indio”, que denunciaron la desaparición el pasado lunes, señalaron que en algunas ocasiones llegó a irse de su hogar después de dos o tres días, pero que siempre daba aviso de esa situación.
El cuerpo de Romero fue hallado en el mediodía de este martes en inmediaciones de Uriburu y Circunvalación, en el extremo Oeste de la ciudad, por un adolescente que fue quien luego dio aviso al 911. El fiscal Spelta dijo en conferencia de prensa que el cadáver estaba en “avanzado estado de descomposición” y que no se había podido establecer si fue asesinado en ese lugar o si allí sólo se descartó el cuerpo.
Cuando trascendió la noticia del operativo policial a través de los noticieros locales, dos mujeres fueron a la escena del homicidio para averiguar si se trataba de Romero, ya que no tenían noticias de él desde la semana pasada.
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El cuerpo tenía un pantalón deportivo azul con rayas blancas, una remera deportiva, una campera polar y estaba descalzo. Como no coincidía la ropa con la que lo habían visto sus allegados por última vez y, según investigadores policiales, estaba “irreconocible”, se aguardó hasta el resultado de la medida dactiloscópica.
En la primera revisión que hicieron los médicos forenses del cadáver no se había podido realizar un examen físico completo por el estado de putrefacción. No obstante, estimaron que el hombre llevaba muerto entre 24 y 36 horas.
El fiscal indicó que a 150 metros de donde fue el macabro hallazgo fue encontrada una cámara de videovigilancia. Desde la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal se relevaron las imágenes para tratar de establecer si se llegó a captar el momento en el que lo mataron o descartan sus restos.
Un dato que llamó la atención a los investigadores judiciales es que Romero fue asesinado en el mismo lugar en el que fue acribillado a tiros un conocido suyo el pasado 24 de febrero. Esa víctima también estaba domiciliado en barrio Gráfico. El fiscal Spelta, en esta primera etapa de la investigación, no descarta una conexión entre los dos hechos.
El otro crimen fue el de Jeremías Jesús Villalba, de 21 años, quien fue atacado de nueve disparos calibre 9 milímetros en Uriburu y Circunvalación. Al principio, fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde dio otro nombre al ingresar (dijo ser Milton Álvarez porque tenía pedido de captura) y luego falleció como consecuencia de las heridas.
El departamento Rosario acumula 126 homicidios dolosos en lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad Pública. Del número de asesinatos registrados, 26 ocurrieron en enero, 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril y 24 en mayo.
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