Cayeron los acusados del crimen motochorro de Villa Soldati: tienen 15 años y un largo prontuario

Lurdes Avendaño fue acribillada por su cartera a comienzos de abril. Cómo fue la pericia balística clave en el caso

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Imagen del expediente: la comparación
Imagen del expediente: la comparación balística

El 8 de abril, Lurdes Avendaño Rojas fue asesinada a tiros por la espalda en Villa Soldati mientras regresaba de tomar un café con su tía. Dos motochorros intentaron robarle la cartera mientras caminaba por la avenida Mariano Acosta al 2900. No pudieron. Lurdes intentó escapar de la situación. Entonces, la mataron mientras corría y huyeron. El crimen empujó al barrio a la calle con una protesta de cubiertas en llamas y pancartas. Reclamaron seguridad, “Soldati tierra de nadie”, dijeron en sus pancartas. Un cura dio una misa en la vereda, una forma de protesta y una forma de consuelo.

Hoy, dos sospechosos de haber matado a Lurdes están acusados por el hecho, a disposición de la Justicia, tras un trabajo de la División Homicidios y a la División Investigación Comunal 8 de la Policía de la Ciudad, que incluyó allanamientos, seguimiento de cámaras y pericias balísticas. El caso comenzó a cargo del fiscal Eduardo Cubría, pero cambió de fuero poco después. Varios testimonios de vecinos e imágenes de cámaras de seguridad revelaron que los sospechosos podrían ser menores de edad por su contextura física. Así, el expediente pasó a manos del Juzgado de Menores N°6 a cargo de Carlos Cociancich.

Finalmente, los sospechosos se entregaron a la Justicia: tienen apenas 15 años. Hoy, ambos están detenidos, alojados en un instituto de menores. Las pericias balísticas, precisamente, fueron la clave para encontrarlos.

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La protesta de los vecinos
La protesta de los vecinos de Soldati tras el crimen (Franco Fafasuli)

En el levantamiento de rastros forense, se secuestró una vaina calibre .380. Luego, testigos relataron que a pocas cuadras se habría producido otra tentativa de robo contra una pareja, minutos antes de la muerte de Lurdes.

Las víctimas de ese robo declararon. Aseguraron que los autores parecían ser adolescentes. Al escapar, dispararon, tal como hicieron con Lurdes. Nadie resultó herido. En la escena de ese robo, se encontró otra vaina servida calibre .380.

La tía de Lurdes también declaró. Su descripción de los sospechosos coincidía con la de las víctimas del otro hecho. Así, comenzó el cotejo de cámaras de seguridad para reconstruir su ruta. En paralelo, la División Balística de la Superintendencia de Policía Científica concluyo en sus pericias que ambas vainas fueron disparadas por una misma arma. La investigación continuó con tareas en el barrio, lo que incrementó la presión.

Tras el crimen, vecinos del barrio en sus grupos de Facebook comenzaban a señalar a un culpable. Hablaban de M., un chico de 15 años, ladrón conocido en la zona, que finalmente se entregó. Mostraron su nombre y su cara en diversos posteos, incluso compartieron información de su familia. La rabia era evidente.

Horas después, la Policía de la Ciudad convertía a M. en el principal sospechoso por el crimen. Infobae buceó en registros penales para reconstruir su historia.

Lurdes, la víctima
Lurdes, la víctima

Su primera mención delictiva le llegó a los 12 años, el 12 de junio de 2020, cuando lo encontraron junto a otro chico de 17 y a un mayor de edad en el Barrio Fátima. Allí, le robaron el teléfono a un vecino a punta de cuchillo.

La víctima, lejos de dejarse robar, se defendió. Terminó apuñalado, una herida menor que fue suturada en el hospital Cecilia Grierson. M. fue sobreseído en el acto dada su edad. Sus compañeros fueron condenados a penas en suspenso un año después en el Tribunal de Menores N°1.

Las causas contra M. siguieron en el tiempo. Su nombre figura en la carátula de más de diez expedientes en la Cámara Criminal y Correccional. Lo imputaron de delitos como encubrimiento, robo con armas y robo en poblado y en banda en cinco ocasiones, resistencia a la autoridad cuando Gendarmería quiso frenarlo, y disparo de arma de fuego, cuya víctima fue una mujer. Incluso, su nombre aparece en un expediente por homicidio del Juzgado de Menores N°4, que data de 2021. Ya acumuló dos causas en 2023, dos por robo. El año pasado, según fuentes policiales, le robó la pistola a un efectivo de la PFA.

El final de los expedientes, dada su edad, siempre fue el mismo: archivo o sobreseimiento.

Ahora, se encuentra a disposición de la Justicia, acusado de homicidio en ocasión de robo.

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