Vestido de traje gris, camisa blanca desabrochada en el cuello y corbata negra, canoso y con aspecto de estar algo cansado, el ex ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires Marcelo D’Alessandro declaró como testigo ante el Tribunal Oral N° 25 en el juicio que intenta esclarecer el crimen del adolescente Lucas González, asesinado de un disparo policial en la cabeza en noviembre de 2021 en el barrio de Barracas.
D’Alessandro era el jefe político de los tres agentes de la Policía de la Ciudad acusados por el homicidio y de los 11 que enfrentan imputaciones por el encubrimiento, que incluyó plantar un arma en el auto de las víctimas. Durante su declaración, que duró algo más de una hora, el ex funcionario remarcó que los acusados por el asesinato, integrantes de una Brigada especial, no cumplieron con requisitos básicos que establece el protocolo de la fuerza.
“No se cumplió con la identificación y con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar”, dijo D’Alessandro, de 48 años, y aclaró que no existía ninguna orden de la Justicia para que los integrantes de la Brigada actuasen contra el auto en el que iban Lucas y sus cuatro compañeros de Barracas Central aquella mañana.
A pedido del abogado que representa a la familia de Lucas, Gregorio Dalbón, el ex funcionario porteño explicó que las brigadas actúan, por ley, “ante una orden judicial o en prevención pero siempre tiene que haber una orden de servicio para saber por dónde se están desplazando”. Y detalló que en cada momento “deben identificarse, cada vehículo tiene la sirena, o (tienen que estar) balizadas, y la gente debe portar chalecos que los identifiquen y sus credenciales”.
En ese momento se dio el siguiente diálogo entre Dalbón y D’Alessandro:
- Dalbón: ¿En este hecho, pudo ver si la brigada que actuó y que le diera muerte a Lucas haya cumplido con esa ley?
- D’Alessandro: Cuando vimos las imágenes, no hacemos un prejuicio del tema, pero no se estarían dando los supuestos necesarios para la Brigada y por eso pusimos a disposición del juez de menores los teléfonos, las cámaras y las modulaciones.
- Le pregunté si se dio cumplimiento de la ley.
- En ese momento no, doctor. Por eso pusimos a disposición de la Justicia.
- ¿No se cumplió con qué?
- Con la identificación, con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar.
El ex ministro profundizó sobre este aspecto: “Para ser bien claro, al momento de preguntar qué hacía la brigada ahí nos dijo que estaban actuando en función de una causa. Si bien la causa existía, la fiscal no daba la orden de haber estado ahí en ese momento. Y las cámaras y el geoposicionamiento demostró que (los policías) pasaron, los vieron, y no actuaron identificándose”. Ante la pregunta de Dalbón, D’Alessandro afirmó que “no es habitual” que los autos de brigada circulen sin chapa patente, como ocurrió en el caso del crimen de Lucas en el ingreso a la villa Zavaleta.
Para el abogado que defiende a la familia fue muy importante el testimonio del ex ministro. “Quedó claro que los marcaron a los chicos por su color de piel, los vieron, los esperaron y los siguieron”, le dijo Dalbón a Infobae tras la declaración del ex funcionario porteño.
En ese sentido, D’Alessandro explicó que cuando observaron las cámaras de seguridad de la zona detectaron todo el recorrido del Nissan Tiida sin identificación en el que iban los tres principales acusados, los agentes Gabriel Issasi, Fabián López y Juan José Nieva, acusados por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”, que les podría valer una pena a reclusión perpetua.
“Se ve el transcurso del vehículo; pasa, se detiene, espera y pasa atrás del vehículo de los chicos cuando estaban en un kiosco”, explicó. Dalbón pretendió remarcar ese momento con una repregunta y el ex funcionario fue más claro: “Pasan, los ven, esperan y cuando el vehículo arranca y siguen atrás”.
El abogado de la familia González quiso saber si para D’Alessandro “es habitual que un vehículo de la Brigada encierre intempestivamente para detener a un móvil con cuatro ciudadanos”, como ocurrió con Lucas y sus amigos. El funcionario fue tajante al responder: “No se cumplió la ley, pero si hay flagrancia, si están identificados, hay que ver el hecho, en este caso no está bien. No había una situación de peligro que lleve a la situación. Vimos irregularidades graves ante un caso gravísimo”.
Sobre esas “irregularidades”, el ex ministro detalló: “Cuando (los policías) se bajan no se identifican, no tenían los chalecos puestos, el auto no estaba balizado. Podrían haber modulado, tenemos un anillo digital para que el vehículo fuera localizado más adelante”.
El fiscal Guillermo Pérez de la Fuente también participó del interrogatorio a D’Alessandro, quien ante una pregunta suya relató cómo se enteró del crimen. “Me dicen que supuestamente había habido una persecución en la cual, en un enfrentamiento, había sido abatido un delincuente. Esto me lo dice el jefe de la policía. Lo primero que hago es recabar las pruebas tecnológicas. En función de eso llamo al jefe de la policía y le digo que la situación no es como me la había comentado y me dijo ‘sí, estamos esperando a ver qué pasa’. Y le dije, no, no esperamos nada. Esto fue así”.
El momento más tenso de la audiencia que tuvo como aporte clave el testimonio del jefe político de los 14 acusados por el asesinato y el encubrimiento se dio cuando Dalbón pidió escuchar el audio de una conversación telefónica que, 15 minutos después del asesinato, tuvieron los comisarios Rodolfo Ozan y Fabián Alberto Du Santos.
Los abogados defensores de los policías se opusieron a que D’Alessandro escuchara la conversación, pero el Tribunal consideró que era pertinente porque se trata de una prueba del caso. En la charla entre los policías se distingue que Ozan le advierte a su interlocutor: “Le dije a Inca que está como subcomisario que vaya y busquen lo tenga que buscar para justificar esto”; y también que “el tiro está de atrás hacia delante, negro y le voló el frasco, yo aunque no soy perito técnico balístico: el tiro está de atrás, negro, se mandaron un moco, un mocazo”.
Para Dalbón, en este audio se comprueba que hubo una estructura para encubrir el crimen, además de un ataque racial. D’Alessandro dijo que nunca antes había escuchado el audio, a pesar de que su trascendencia fue pública, y consideró que se trató de algo “inadmisible”.
El abogado de la familia González consideró positiva la declaración del ex ministro para una eventual condena a los 14 policías, tanto por el asesinato y el crimen de odio, como por el encubrimiento. Quizá por eso, al terminar su etapa de preguntas, Dalbón le agradeció a D’Alessandro “el hecho de haber sido el único que dio el pésame a la familia”.
El juicio continuará durante este mes, junio y se estima que podría tener los alegatos y el veredicto en julio. Por ahora, nada se sabe de cómo y quién plantó el arma y si hubo algún policía que haya dado esa orden.
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