En la madrugada del 13 de abril de 2021, Guido Pascuccio hizo un llamado al 911 para alertar que su novia, Micaela Rascovsky, estaba convulsionando en el comedor del departamento donde ambos vivían en el barrio Villa Ortúzar, y que no reaccionaba.
Cinco minutos después, un móvil policial llegó hasta ese edificio sobre la avenida Triunvirato al 3600 y, una vez dentro de la casa, los efectivos y una médica legista encontraron a la joven de 25 años sentada en el piso, su espalda contra el sillón, y cubierta con una sábana. Micaela ya estaba muerta.
Sobre la mesa del comedor había envoltorios con cocaína abiertos y, en presencia de los efectivos, Pascuccio revisó la cartera de su novia y sacó algunos otros. “Acá hay más”, les dijo.
La autopsia reveló la causa de muerte: congestión y edema pulmonar con cardiopatía dilatada, compatible con el consumo de esa sustancia. También se encontraron lesiones, golpes y marcas de reciente data en su cuerpo. En las pericias realizadas se constató que “sus muñecas y brazos evidenciaron que estuvo atada y en su cuerpo había por lo menos marcas de 13 golpes”.
De hecho, un día antes de morir Micaela le había mandado a su mamá, Patricia Ortíz, unas fotos de su cuerpo repleto de moretones y un plato de cocaína que estaba en el living del departamento, que supuestamente pertenecía a Guido. Le dijo que esas mismas fotos se las había mandado a dos amigas y a su jefe por si le pasaba algo. Y finalmente sus predicciones se cumplieron.
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Así lo contó su madre en un documental llamado “Fabricando mentiras”, que fue estrenado este jueves en España. La producción y realización estuvo a cargo de Triun Arts, un canal de Youtube que ilustra crímenes reales, que asegura que la joven argentina no se suicidó sino que fue víctima de un femicidio perpetrado por su novio.
“11 de mayo: en menos de una hora a las 22:00 hora de Madrid España, no lo olvidéis, Mica “Desmontando a Guido”, vamos a poner las cartas sobre la mesa en el feminicidio de Micaela Rascovsky el cual quieren hacer pasar por un suicidio”, anticipa Triun Arts desde su canal Twitter donde mostraba un adelanto de dos minutos.
En distintas entrevistas que la mamá de Micaela brindó a la prensa, aseguró que su hija murió “por sobredosis de drogas, pero también tenía en su cuerpo marcas de golpes que recibió de su ex pareja Guido Pascuccio”. Por eso, se propuso juntar todas las pruebas necesarias para comprobar que “por esos golpes era obligada a consumir cocaína “.
En reclamo de justicia, familiares, amigos y organizaciones de derechos humanos realizaron varias marchas para pedir justicia por la joven y lograr un cambio de carátula en la casa que es investigada por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Número 28, a cargo del doctor Patricio Lugones.
Los padres denuncian que “muchas de las pruebas en las que sustentaban sus sospechas se perdieron” y que “la perspectiva de género nunca fue aplicada en esta investigación”.
“Micaela fue más investigada que su asesino, quien con sus amigos hacían fiestas donde drogaban y alcoholizaban a mujeres”, aseguró a Télam su mamá.
Además, refirió que Pascuccio y sus amigos “compraban droga en cantidad y allí golpeaban y drogaban a mujeres” Y agregó: “Eso está probado y la Justicia investigaba de oficio el delito de narcotráfico pero ahora está libre, reclamamos que la muerte de Micaela sea investigada como femicidio”.
Hoy, a casi dos años del hecho, para el fiscal Lugones, el imputado “azotó salvajemente” a la víctima en la madrugada en que ella murió y tres días antes, con el agravante de que la dejó morir y no llamó a emergencias. En cierto punto lo hace responsable porque él era el único que podía socorrerla.
La causa
A finales de junio de 2021, el juez Manuel Gorostiaga, a cargo del Juzgado N° 2, procesó a Pascuccio con prisión preventiva por los delitos de lesiones leves doblemente calificadas y homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género; es decir, un femicidio. También trabó un embargo por más de 85 millones de pesos.
Sus abogados defensores, Julio Fernando Golodny y Kevin Shalom, apelaron esa resolución y los jueces de la Sala 7 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional los escucharon. En un fallo a mediados de julio confirmaron el procesamiento con prisión preventiva pero rechazaron que el hecho se investigue como un asesinato: así, Pascuccio pasó a estar acusado por los delitos de lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso real con abandono de persona agravado por la muerte de la víctima.
Al ser indagado, Guido negó todas las acusaciones en su contra. Dijo que estaba profundamente enamorado de Micaela, pero que la relación no estaba bien y que ella -tras haber perdido un embarazo en enero de este año y atravesar algunos problemas de salud- estaba deprimida y consumía drogas.
Pero hay otras pruebas concretas que ponen en cuestionamiento la versión que dio su novio sobre la muerte. En principio, el registro de llamadas de su teléfono celular muestra más de 10 minutos de conversación en distintas comunicaciones breves con su madre y su hermano entre la 1:14 y las 2:09 del 13 de abril, hora en la también hizo una llamada al teléfono de Micaela que, según su relato, estaba comiendo helado mientras él dormía. También volvió a llamar a su madre durante 8 minutos a las 3:45 y otra vez durante 20 a las 04:16. Esto, para los jueces que confirmaron su procesamiento, es un indicio de que a esa altura ya había pasado algo grave y que Guido no estaba dormido en ese momento como declaró.
En su declaración dijo también que ellos estaban solos en el departamento, pero, según consta en la causa, en la llamada al 911 -que él aseguró haberla hecho minutos después de que Micaela se descompensó- se escuchan otras dos voces, una masculina y una femenina”.
El otro punto oscuro en la investigación es la presunta carta suicida que Guido encontró tres semanas después de la muerte de Micaela y que no fue hallada por los efectivos la noche en que la joven murió.
La hipótesis de los investigadores es que, frente al ataque o las convulsiones que sufrió Micaela, Guido, en su condición de pareja y de garante, abandonó a su suerte a su novia, a quien había golpeado previamente, hasta que ella falleció, y que luego intentó entorpecer la investigación.
“Nosotros no quisimos salir a decir nada para no entorpecer. Pero esto fue todo una pesadilla y estuvo pésimamente investigado. Mica es hija única, imagínate el shock que fue para nosotros. Desde el primer momento sentí que él la había matado. Con mi marido no podíamos hacer nada más que darle el entierro que merecía y despedirla. Pero ahora queremos que esto se investigue bien”.
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