Tras seis años de investigación, la Cámara del Crimen de la ciudad cordobesa de Bell Ville condenó este lunes a prisión perpetua a Gustavo Villarreal, acusado de asesinar a su ex pareja, Nayara Agostina Ibarbia Contín (17). La adolescente murió en abril de 2017 a causa de las graves heridas que sufrió cuando el ahora condenado chocó intencionalmente su auto contra un camión en la localidad de Monte Maíz.
Por el voto unánime de un jurado popular, Villarreal fue condenado del delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, femicidio. “El auto en este caso fue un arma”, dijo Valeria Contín, madre de la víctima.
“Nadie me podrá devolver a mi hija, pero al menos tenemos un poco de paz en nuestro corazón. Estamos conformes con la sentencia. Fueron años muy duros para poder llegar a demostrar el asesinato. De 2017 a 2020 Villarreal estuvo libre, se reía de nosotros en la calle. Hemos pasado por cosas muy feas”, agregó Contín en diálogo con La Voz del Interior.
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La instrucción de la causa sostiene que el 26 de abril de 2017, el acusado conducía un automóvil Fiat Uno acompañado por Nayara, su novia por ese entonces, y que cuando transitaban por calle Corrientes al 1.500, en la localidad cordobesa de Monte Maíz, impactó contra un camión estacionado perteneciente al municipio del departamento de Unión, en el Sureste provincial.
Como consecuencia, la adolescente sufrió fracturas y traumatismos múltiples de gravedad y fue internada en un centro asistencial de Bell Ville, donde murió el 3 de mayo de ese mismo año. Por su parte, Villarreal sufrió fracturas e, inicialmente, fue imputado por el delito de ‘homicidio culposo’.
Ante esto, los familiares y amigos de la víctima impulsaron protestas en las redes sociales y aportaron elementos de prueba, a partir de las sospechas de que la muerte de Nayara se había tratado de un femicidio y no de un accidente. En aquel momento, la tía de la víctima relató que su sobrina le había confiado que quería terminar con la relación y que por eso comenzaron las amenazas de Villarreal: “Leí dos mensajes suyos donde decía que se iba a matar y que la iba a matar a ella también”.
En 2018, la causa pasó a manos de la fiscal de instrucción de Bell Ville, Isabel Reyna, quien dos años más tarde y con los resultados de las nuevas pericias, imputó a Villarreal por el delito de “homicidio calificado por el vínculo y femicidio” y ordenó su detención en el penal de Villa María.
“Es una causa referente. Los mensajes de WhatsApp, los testimonios, las pericias, tanto psicológicas como mecánicas, fueron pruebas objetivas contundentes”, expresó María Eugenia Fernández, abogada de la familia de la joven, que aseguró que durante las dos semanas previas al choque, Nayara había atravesado por “incontables situaciones de violencia”.
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La condena pedida por la querella coincidió con la solicitud de la fiscal de la Cámara, Andrea Heredia Hidalgo, que en sus alegatos pidió que se condenara a Villarreal por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.
En este caso, la pericia mecánica fue fundamental para confirmar que no existió frenada ni huella de esquive al momento del accidente. Los testigos del hecho señalaron que primero oyeron una acelerada del auto y después, el impacto contra el camión.
Además, la pericia psicológica de Villarreal -que tenía denuncias de dos ex parejas anteriores- lo definió como “una persona desafectivizada, sin ningún tipo de empatía con la otra persona, narcisista y psicópata”.
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