Tras las denuncias por abuso sexual en el Jardín de Infantes Nº 9, ubicado en el barrio porteño de Palermo, la Justicia ordenó este jueves un allanamiento en el instituto educativo. La medida fue dispuesta por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 26, Secretaría 155, a cargo de Sebastián Buisel Quintana.
El procedimiento comenzó en horas de esta tarde. Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que personal de Investigaciones de la Comuna 14 de la Policía de la Ciudad se desplazó hacia la institución, ubicada en la calle Darregueyra al 2.300, para “secuestrar elementos de interés para la continuidad de la investigación” y “certificar la presencia de los empleados del establecimiento”.
Si bien el caso se dio a conocer este martes, todo comenzó el viernes pasado, luego de que la madre de uno de los niños elevó una denuncia ante la Comisaría Vecinal 14 A de la Policía de la Ciudad. Allí, la mujer denunció a tres maestras de la Sala de cuatro años por abusar sexualmente de sus alumnos. Dijo que los hacían cantar y les proponían “un juego” para luego obligarlos a “bajar el pantalón, el bóxer y la bombacha”.
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Durante la tarde de martes, mientras se impartían clases en la escuela, padres y madres de los niños y niñas que asisten al jardín mantuvieron una reunión con la directora y las autoridades de la cartera educativa porteña para pedir explicaciones. La reunión fue tensa. Según contó un padre, una de las maestras denunciadas estaba en la institución dictando clases a nenes de tres años. En ese momento, los familiares pidieron que la docente se hiciera presente y explicara lo que había ocurrido. Para evitar que la situación escalara, el personal del jardín la hizo salir por la puerta trasera.
“Tuvimos una charla con la directora, nos dijeron que una de las implicadas no está acá y la otra sí está, y pedimos que nos explique cómo esa persona está presente dando clases con los chicos”, dijo a C5N un padre, quien agregó: “No hay explicaciones de por qué los chicos pasaron lo que pasaron”. Sobre los presuntos abusos, una mamá señaló que “algunos chicos dormían la siesta, otros jugaban con la docente y a los que no querían participar los mandaba al arenero”.
Ya son varias las denuncias que se originaron a partir del primer caso, aunque no se indicó el número total. El martes por la tarde, familiares realizaron un “ruidazo” y cortaron la calle frente a la institución para reclamar “que se clausure el colegio hasta que se investiguen todos los casos”.
Desde la manifestación, Mariela, una de las madres que acudió a la Justicia, dijo ante los medios que hay “radicadas unas 10 denuncias”. “Al principio no sabíamos si era una imaginación de los chicos, porque todos decían que había algo, pero que no podían contarlo porque era un secreto con la seño”, explicó sobre la situación frente a la cual los niños “empezaron a manifestarse de diferentes maneras”.
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Mariela fue más allá en su denuncia mediática y sostuvo que “la directora está involucrada”. “No puede ser que no haya visto nada, son tres docentes, hay una que supuestamente estaba con el teléfono (filmando), mientras los chicos bailaban, otros dicen que en la dirección la maestra les daba torta para facilitar los abusos”, agregó.
A su vez, se refirió a las ventanas de las aulas, que “estaban tapadas con cortinas, cartones, cajas y demás”, y a la biblioteca del jardín, “que tiene una tela que divide la misma sala al medio, por eso, hay cosas que nosotros le pedimos explicaciones a la directora, la cual no sabe qué decir”.
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