La intolerancia sumó un nuevo capítulo, esta vez en Posadas, capital de Misiones, cuando un reconocido empresario de la zona se abalanzó sobre un repartidor de comida y lo golpeó con furia. ¿El motivo? Las dos pizzas que había solicitado, a través de una aplicación de comidas rápidas, llegaron con una hora de demora y un hombre de 55 años decidió descargar su ira contra el joven de los repartos.
En el violento hecho, que interviene el Juzgado de Instrucción 2 de Posadas, Santiago Pissani, empresario textil, propietario de una tienda de venta de uniformes y ex campeón de judo y lucha libre –específicamente en la categoría grecorromana– no toleró la tardanza en la entrega de la comida y, apenas llegó el delivery, lo increpó con violencia.
De mala manera le indicó al repartidor -identificado como Sebastián L. (23)- que por la demora no pagaría el total de la comida, tirando las pizzas al suelo. Luego lo empujó de la moto, le sacó el casco al repartidor -que tenía abrochado- y se le subió encima para golpearlo.
El violento hecho, registrado a las 23:50 del lunes último en Barrufaldi 2272, fue filmado por un vecino y allí se ve la secuencia en donde el joven pide ayuda a los gritos mientras Pissani lo presiona contra el pavimento y lo golpea varias veces en el rostro. “Si me llegás a escrachar, te voy a buscar y te voy a reventar todo”, lo amenazó el campeón de artes marciales.
Por la agresión, según fuentes oficiales, Sebastián L. terminó con lesiones en el ojo, en el cuello-producto de la correa de su casco- y en el pómulo izquierdo.
El acusado hasta el momento no fue detenido para ser citado a indagatoria e iniciársele una causa penal por el delito de lesiones. Pissani poseía antecedentes policiales por lo cual estuvo privado de su libertad. En 2020 fue noticia cuando, junto a un vecino, redujo a golpes a un presunto ladrón que pretendía ingresar a una casa suya, ubicada detrás del aeropuerto de Posadas.
Al momento de hacer la denuncia, el repartidor expresó que, al ser golpeado por el empresario, intentó escapar y vio caer un cuchillo tipo serrucho que llevaba consigo el agresor. El arma fue secuestrada por la Policía de Misiones. “Pensé de todo, pensé que no salía vivo de ahí. Tenía miedo de que rompa la mandíbula, que me deje tirado, noqueado, no sé si muerto”, declaró a La Voz de Misiones.
“Gracias por hacer todo viral. No me voy a callar porque defiendo mis derechos y voy a luchar para que se haga justicia”, expresó Sebastián a través de sus redes sociales.
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