El video del crimen del sargento de la Policía Bonaerense, a quien mataron este lunes de un balazo en el cuello al intentar identificar a los ocupantes de un auto que transitaba por la localidad de 9 de abril, en el partido de Esteban Echeverría; fue clave para identificar a los dos sospechosos del homicidio. Este miércoles, uno de los presuntos asesinos fue detenido, así los aseguraron fuentes policiales a Infobae.
Agentes de la DDI Lomas de Zamora y de la Jefatura Departamental de Esteban Echeverría capturaron al sospechoso en una casa de Ramallo al 300, en la localidad de Banfield. “Había alquilado la noche anterior una pieza a la suegra de su suegro”, contaron cómo llegaron a él las fuentes.
Se llama Rodrigo Hernán Amarilla, tiene 24 años y está acusado de ser el coautor del “homicidio agravado por ser cometido con arma de fuego” del sargento Fernando Javier Alvez (44), en la causa que investiga el fiscal Jorge Grieco, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°8 de Lomas de Zamora. Será indagado este jueves.
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El detenido es uno de los sospechosos de viajar en el Volkswagen Vento color gris que el sargento Alvez detuvo sobre la calle Olimpo y Ruta 4, en el barrio 9 de Abril, para intentar identificar a sus ocupantes, aunque los voceros aclararon que “no sería el autor material del hecho”.
”Potencialmente, sería el coautor, ya que solamente estaba en el auto. Todavía resta encontrar al otro ocupante, que sigue prófugo”, precisó una fuente ligada al caso. Al respecto, los investigadores dijeron que el acompañante del detenido es quien tenía un pedido de captura activo por violencia de género, por eso cuando el sargento intentó identificarlo, le disparó sin que pudiera responder a la agresión.
Justamente, la ex mujer y una pariente de quien aún sigue prófugo fueron quienes reconocieron el Volkswagen Vento desde el cual le dispararon al sargento, que había cumplido 44 años el pasado 11 de abril y prestaba servicio en la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Esteban Echeverría.
“Al ver el video y reconocer el auto, ambas lo denunciaron ante las autoridades”, contaron las fuentes del caso la clave de cómo identificaron a los dos sospechosos, y explicaron que la mujer había denunciado hace tiempo a su ex por violencia de género y que ese mismo día del crimen del policía, pero un rato antes, “le negó que pueda ver a sus los hijos que tienen en común porque estaba drogado”.
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Así, según pudo saber este medio, los investigadores pudieron determinar que ese sospechoso denunciado por su ex “tiene pedido activo por violencia de género y por violar un arresto domiciliario del Juzgado Correccional N°4 de Lomas de Zamora″. En tanto, Amarilla, su cómplice y el primer detenido del caso, “tiene una causa por una entradera de 2020 sin sentencia”.
El caso
Todo ocurrió este 1° de mayo, cuando habían pasado unos minutos de las 14.30. El patrullero en el que iba el sargento Alvez con su compañera advirtió el paso sospechoso de un VW Vento: era de la línea vieja, pero llevaba la patenta nueva y la luneta rota. Eso ocurrió a la altura de la localidad de Llavallol.
Tras una persecución, el móvil policial y el coche finalmente frenaron frente a una estación de servicio, ubicada en Camino de Cintura y la avenida Olimpo, en el Sur del Conurbano. Las cámaras de seguridad filmaron todo.
El sargento Alvez se bajó del patrullero y se acercó a la puerta del conductor del VW Vento: quiso identificar a los ocupantes. “El que manejaba el coche, que iba con un acompañante, le dijo algo así como que por qué lo paraba si lo conocía, a lo que le contestó que no, que le diera los papeles del auto. Cuando amaga para agarrar los documentos, desde adentro le dispararon”, explicaron fuentes del caso a este medio.
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Malherido, el sargento regresó hasta el patrullero y se subió por el lado del conductor. No se había dado cuenta de que lo habían baleado: uno de los tiros dio en la tráquea. Enseguida, el móvil dio una vuelta en U, contraria a la dirección por la que habían escapado los homicidas. No llegó muy lejos: a los metros chocó.
El policía baleado fue trasladado hasta Hospital Bicentenario de Monte Grande, donde murió mientras era operado. Había ingresado en estado crítico. Horas más tarde, en la localidad de Ingeniero Budge apareció incendiado el auto en el que viajaban los sospechosos del crimen del sargento Alvez.
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