Los últimos días de Fructuoso Álvarez González: del curso de repostería a las visitas de su novia en terapia

El asesino de la masacre de Flores murió en el Hospital Eurnekian tras un “shock séptico por un foco infeccioso por implante de cadera”. Cómo fue su vida en el penal de Ezeiza

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Fructuoso Álvarez González detenido por la PSA
Fructuoso Álvarez González detenido por la PSA

Fructuoso Álvarez González murió este domingo en el Hospital Eurnekian de Ezeiza tras “múltiples paros cardiorrespiratorios” a raíz de un shock séptico por un foco infeccioso por el implante de cadera derecha. Fuentes del Servicio Penitencia Federal (SPF) indicaron que los médicos intentaron reanimarlo por varios minutos, pero no lograron salvarle la vida. A la 9 dieron por terminadas las maniobras. Infobae recopiló cómo fueron sus últimos días y parte de su vida en el penal de Ezeiza.

El asesino de la masacre de Flores, en estado ominoso, no estuvo solo durante su internación en terapia intensiva. Lo acompañó su novia, una mujer que habría conocido hace unos 30 años, antes de los homicidios de José Bagnato, Alicia Plaza, sus hijos Fernando y Alejandro, y Nicolás Borda, un amigo del menor de los chicos, ocurridos el 17 de febrero de 1997.

De acuerdo al parte médico, al que tuvo acceso Infobae, el complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza informó al Juzgado de Ejecución N°1 que, el 30 de marzo, el múltiple homicida requirió “salida urgente a hospital extramuros Eurnekian por encontrarse en regular estado general, con cuadro infeccioso de prótesis de cadera derecha, con dolor intenso en zona quirúrgica, bradipsiquico (NdeR: de respuestas tardías) en el contexto de un paciente con infección de herida quirúrgica postoperatoria de cirugía de cadera según antibiograma con germen multirresistente sensible únicamente a colistín por lo que se le administra vía endovenoso”.

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El paciente ingresó a Unidad de Terapia Intensiva (UTI) por encontrarse en malestar general, en asistencia respiratoria mecánica, intubación orotraqueal, con infección peri protésica de cadera derecha, se le realizó drenaje de colección de pus de herida, hiponatremia, hipocalemia, leucocitosis, con requerimiento a alta dosis de inotrópicos”, agrega el documento firmado por el médico de plata del Hospital Penitenciario Central (HPC) de la cárcel de Ezeiza, Alejandro Viola.

El asesino de la familia de Bagnato, Fructuoso Álvarez González
El asesino de la familia de Bagnato, Fructuoso Álvarez González

El informe indica que el pronóstico es “ominoso”, un término de la jerga médica para catalogar a los pacientes moribundos, precisaron otras fuentes.

¿Cómo llegó González Álvarez a ese estado crítico? Patricia Croitoru, su abogada, recordó que -luego de un resbalón y caída en su celda- su cliente se quebró la cadera en diciembre de 2022 y fue operado el 6 de enero de este año, cuando le colocaron la prótesis en su cadera. Desde entonces, intercaló su estadía ente el HPC y el centro de salud extramuros.

El 17 de abril pasado, un nuevo parte médico indicaba que el recluso “continúa internado en UTI con asistencia respiratoria mecánica, por shock séptico por infección de prótesis de cadera derecha en plan quirúrquico, con requerimiento de inotrópicos. Conducta expectante, a la espera de su evolución”. El último informe fue el 21 de abril pasado, cuando el SPF informó que, al no lograr establecer contacto con los médicos tratantes, no puede actualizar su estado de salud. Ese documento lleva la rúbrica del médico Gustavo M. De Aboitiz.

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Siete días más tarde, el paciente murió. Para dar la noticia, los médicos se comunicaron con la mujer que lo había estado acompañando durante todo el mes que estuvo en terapia intensiva: su novia.

La casa de la familia Bagnato en Flores
La casa de la familia Bagnato en Flores

En tanto, el entorno de González Álvarez no está conforme con el tratamiento. “La herida no cerraba, se infectó y el 9 de febrero fue derivado al Eurnekian, donde una médica le hizo una toilette quirúrgica (NdeR: limpieza de la herida operatoria), lo estabilizaron y lo volvieron a derivar al HPC”, indicó la penalista. “Vuelve en un estado gravísimo, a terapia intensiva. Le tienen que poner un respirador y le encuentran una cuarta bacteria. Cuando lo vi este sábado, estaba inconsciente”, resumió Croitoru.

La abogada desmintió, al mismo tiempo, que su cliente haya colocado materia fecal en la herida para infectarla y así lograr la prisión domiciliara, una versión que dio el SPF al entorno de Matías Bagnato, el único sobreviviente de la masacre, representado por la abogada Rogelia Pozzi. “Fructuoso era muy lúcido. Nunca haría algo así”, argumentó Croitoru, que reclamaba prisión domiciliaria por su estado de salud y libertad condicional por los años de condena cumplidos.

Sin embargo, Pozzi reveló que Bagnato continuaba recibiendo mensajes intimidantes a través de “emisarios” del asesino de su familia. “No eran amenazas directas, pero le daban datos y le decían cosas. Al conocer cómo actuó el condenado, había que tenerlas en cuenta”, detalló la abogada de la víctima.

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Estuvo mucho tiempo en cama, no podía sentarse ni hablar de pararse”, graficó la defensora sobre el condenado a perpetua. “Desde el día que se cayó nunca más volvió a su celda”, cerró la abogada sobre Álvarez, quien además era hipertenso y estaba medicado con Losartan.

La vida en la cárcel

Ahora, la ropa, libros y fotos que el autor de uno de los crímenes más brutales de la historia argentina atesoraba en su calabozo de la Unidad Residencial II, en el que estaba alojado, están en poder del “pañolero”, el encargado de resguardar las pertenencias de los reos hasta que sean entregadas a su familia.

Fructuoso Álvarez González, condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal N°12 de Capital Federal, fue detenido el 21 de febrero de 1994, en 2004 fue extraditado a España para completar la pena, pero fue liberado el 22 de noviembre de 2008 (14 años, nueve meses y dos días) por un tecnicismo legal. El 6 de diciembre de 2011, volvió a ser detenido en su quinta de Tortuguitas y alojado en la cárcel de Ezeiza.

En junio de 2012, fue incorporado a la “fase de socialización”, un año más tarde fue promovido a la “fase de confianza del periodo de tratamiento”, en febrero de 2014 fue sumado al “periodo de prueba”. Sin embargo, ante el pedido de domiciliaria, el SPF detalló a la Justicia de Ejecución que “la falta de cumplimiento de las pautas compromisorias” lo llevarban a “no” poder “lograr sostener los logros alcanzados”.

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El 4 de junio de 2018, disminuyó su guarismo conceptual a “Bueno Seis” y fue retrotraído a la “Fase de Confianza”. Tres meses más tarde, volvió a recibir un revés cuando regresó a la fase de “consolidación del período de Tratamiento del Régimen Penitenciario al no cumplir con los objetivos propuestos por las áreas de tratamiento, motivo por el cual se disminuye su guarismo conceptual a “Bueno Cinco”, calificación que sostuvo, al menos, a diciembre de 2021.

En sus últimos días dentro del penal, Álvarez estuvo afectado a tareas de higiene de alojamiento de la Unidad Residencial II, a la que accedió en 2015, luego de su paso por la U.R. del penal. Intramuros, el homicida realizó cursos de soldadura variada (350 horas) en el año 2013; repostería artesanal (350 horas) y Mecánica de Sistema de Encendido y Alimentación (480 horas) cursados en el año 2014.

En el ciclo lectivo 2014, participó del Taller de Desarrollo de Emprendedores dictado por la Universidad Nacional de Lanús, cuyo curso acredita 33 horas. Pero en los ciclo 2017 y 2018 no aprobó por reiteradas inasistencias los siguientes cursos del Centro de Formación Profesional N° 401 de Ezeiza: de Ciclomotores; de Oficio Electrónico; y de Mecánica Suspensión del Tren Delantero.

En el año 2022 solicitó su inscripción al Ciclo Básico Común (CBC) de Psicología, en el marco del Programa UBA XXII, pero al momento no reunía los requisitos establecidos por Universidad de Buenos Aires. De acuerdo a su abogada, no tenía DNI argentino, por lo que la Ley de Migraciones le impidió acceder a esa carrera. Ante la negativa, se le ofreció como oferta académica el Curso de Operador en Diseño Gráfico Nivel I, pero el interno se negó. Manifestó que no participaría del mismo.

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