Luego de más de tres días desde el derrumbe de la vivienda en Floresta, uno de los canes de búsqueda que trabajaba junto a su guía en el lugar de los hechos realizó un trabajo clave para encontrar hoy el cuerpo de la señora de 72 años que se encontraba desaparecida entre los escombros.
Fue el perro Dunkell, parte de la División Canes de Bomberos de la PFA el que —luego de una larga jornada en el lugar de los hechos— marcó el lugar en el que se encontraban los restos de Felicitas Cherre Ruiz, de quien se desconocía el paradero desde la noche del martes.
El momento del hallazgo quedó registrado en varios videos que fueron grabados por las cámaras que portaban los agentes, quienes también participaron del operativo junto a otros dos perros pertenecientes a la Policía Federal Argentina: Ciara y Floyd.
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En las imágenes se ve cómo Dunkell se movilizó por el lugar en compañía de su guía hasta llegar a un hueco. Se trataba de una especie de agujero que se había creado por restos de materiales en el que empezó a olfatear de manera insistente.
Su accionar llamó la atención tanto del personal de la Guardia de Auxilio y Emergencias como de los Bomberos y la Policía de la Ciudad que habían reanudado en las últimas horas las tareas de remoción de escombros. En consecuencia, se acercaron a la zona marcada por el perro especializado en detección de restos humanos y confirmaron que este había encontrado a Cherre Ruiz.
“Hasta el momento no tenemos indicios de la presencia de otras personas. Se seguirá trabajando en la tarea de remoción de escombros y con perros”, aseguró Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires en diálogo con los medios de comunicación luego de haber confirmado el hallazgo de la tercera víctima del trágico derrumbe en el barrio porteño.
A su vez, las autoridades que trabajaron en el lugar aseguraron: “El peligro de derrumbe continúa, por eso trabaja la grúa en el lugar y se sigue trabajando con la demolición”.
El desplome de la casa de dos plantas ocurrió alrededor de la medianoche del martes en Avenida Rivadavia al 8700. Ni bien se produjo el hecho, se confirmó la muerte de un hombre que fue encontrado sin vida bajo los escombros. Minutos antes de las dos de la madrugada de aquella jornada, Alberto Crescenti —titular del SAME— informó una segunda víctima fatal.
La mujer de 72 años se suma ahora como una de las víctimas fatales que tuvo la tragedia en la que también falleció una niña de 12 y un joven de 19 años, luego identificados como Jefferson Aquino y Gabriela Jamile. Hasta el momento ella era la única en condición de desaparecida.
En este sentido, y como consecuencia del riesgo de colapso de la estructura que quedó en pie tras el trágico derrumbe, las autoridades a cargo del operativo habían implementado una grúa de alta tecnología y un robot de demolición para intentar encontrarla.
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A causa del derrumbe, 25 personas recibieron atención inmediata del SAME, de las cuales 15 fueron trasladadas a los hospitales Álvarez, Piñero, Santojanni y Vélez Sársfield. En el operativo también intervino personal de Defensa Civil, la Guardia de Auxilio y Logística de la Ciudad.
Además, através del Programa Buenos Aires Presente (BAP), fueron asistidos 54 damnificados, de los cuales 27 fueron trasladados a un Centro de Inclusión Social ubicado en Uspallata 831, en el barrio porteño de Barracas. Ayer por la mañana, en tanto, varios de ellos rechazaron el subsidio que les ofreció el Gobierno porteño y pidieron una solución habitacional a largo plazo.
Algunos vecinos que dialogaron con distintos medios de prensa aseguraron que se trata de una vivienda “tomada”, mientras que otros sostuvieron que en la misma viven 135 personas, alrededor de unas 35 familias. Sin embargo, estas versiones no fueron confirmadas por las autoridades.
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