Una de las zonas principales del polo gastronómico del Bajo de San Isidro, más precisamente en el cruce de Sáenz Peña y Gaboto, se convirtió el sábado pasado por la noche en una batalla campal luego de que, tras el cruce entre un grupo de jóvenes que iba a un boliche y los trapitos; los cuidacoches se enfrentaron a la Policía: hubo balazos de goma. Los vecinos también denunciaron que algunos autos fueron destrozados.
Todo comenzó el 22 de abril pasado, alrededor de las 22.40, en Roque Sáenz Peña al 1.000, una zona repleta de restaurantes, luego de un llamado al 911 por una “confrontación en vía pública”. Según la información a la que accedió Infobae, trapitos discutieron con algunos clientes del bar Brandy.
Ante esto, hasta el lugar del conflicto se acercó la Policía Bonaerense. Enseguida, los agentes “comenzaron a mediar en la confrontación, intentando separar a los clientes y a los trapitos, pero no lo lograron en un primer momento”, agregaron las fuentes consultadas.
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Por lo que, ante este panorama, se solicitó colaboración. “Se acercaron cinco patrulleros de la Policía Bonaerense, más tres móviles locales”, detallaron. Sin embargo, la situación no se calmó. “Los policías también trataron de mediar y también agredidos”, ampliaron las fuentes consultadas por este medio.
De pronto, en la zona había casi 20 móviles, entre los de la Bonaerense y los comunitarios. “Buscaban disuadir a los trapitos que querían entrar al bar para agredir a los clientes con los que habían confrontado y que se habían refugiado en el local”, detallaron la noche de furia.
Todo duró más de una hora y, sin embargo, según las fuentes, los cuidacoches no deponían su actitud agresiva. Fue entonces que llegaron las balas de goma y los clientes que se habían refugiado en el local pudieron salir.
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Patricia, una vecina, en diálogo con TN comentó que la situación fue “muy violenta”, que los días que funciona un boliche “los trapitos toman toda la calle”. Y agregó: “No se pudo controlar. Hubo balas de goma por una hora y pico, seguían llegando patrulleros”.
Patricia relató que los cuidacoches “piden mil por persona, no por auto” y que los vecinos deben demostrarles que viven ahí: “Se ponen muy agresivos con los visitantes”.
En tanto, Franco, otro vecino que habló con TN, contó que “nunca hubo un problema tan groso como el del sábado pasado”. Y agregó que quedaron “muchos autos dañados”, y que “la gente que estaba en el boliche no podía salir”.
La respuesta municipal
Desde el municipio de San Isidro informaron este miércoles que se intensificaran los operativos contra los cuidacoches para controlar a los trapitos en el polo gastronómico del Bajo, como respuesta a las denuncias de vecinos a quienes se les exige tarifas fijas para estacionar en esta zona.
Incluso, desde el municipio destacaron que “en 2015 el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza en la cual ‘queda expresamente prohibida la solicitud y/o exigencia de dinero por parte de los cuidacoches’”.
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