El fiscal de Homicidios del departamento judicial de La Matanza Gastón Duplaá fue quien este martes decidió liberar por fata de pruebas a los dos detenidos por el crimen del chofer Pedro Daniel Barrientos, asesinado de un tiro en Virrey del Pino mientras manejaba un interno de la línea 620. Veinticuatro horas después de esa medida, lo desplazaron del caso.
Así se lo confirmaron a Infobae fuentes judiciales. La decisión se tomó desde la Fiscalía General de La Matanza, a cargo de Patricia Ochoa.
El fiscal de la UFI N°12 Adrián Arribas -quien se había alejado de la fiscalía de Homicidios hace unos años- fue quien quedó designado al frente de uno de los casos más calientes, y que derivó en un paro de colectivero e, incluso, el ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni, fue agredido por los choferes que pedían más seguridad tras el crimen de Barrientos.
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Hay quienes aseguran, para maquillar el impacto, que Duplaá “está cansado, porque hay muchos homicidios en La Matanza” y que, incluso, en las últimas horas “había pedido refuerzos”. Pero lo concreto es que no pasa inadvertido que el desplazamiento se da horas después de que el fiscal liberara por falta de pruebas a los dos únicos detenidos por la Policía Bonaerense que tenía la causa por el crimen del chofer.
Lo cierto es que los dos jóvenes de 19 y 24 años que el fiscal Duplaá decidió no pedirles la prisión preventiva habían sido detenidos apenas unas horas después del ataque al colectivo en el que mataron al chofer. El menor cayó el mismo día en Virrey del Pino y el mayor, al día siguiente, en Laferrere.
Este martes, según confirmaron fuentes de la investigación a Infobae, el fiscal optó por no pedir que sigan presos en base a las pruebas de video, las testimoniales, el resultado negativo de la pericia de deflagración de pólvora y que no se pudo levantar material genético del arma encontrada en la escena del crimen.
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Ya el pasado 17 de abril había sido clave en el caso que una de las pericias cruciales a los dos jóvenes, que habían sido arrestados por el crimen de Barrientos a horas del homicidio, diera negativo.
Si bien los testigos los habían identificado en rueda de reconocimiento, el análisis que se hace con la técnica de barrido electrónico, a la que muchos la confunden con el viejo Dermotest, y detecta químicos procedentes de la deflagración de pólvora; era determinante para conocer si horas antes de ser arrestados habían disparado un arma o estuvieran cerca. El resultado arrojó que no tenían residuos en sus manos ni en sus ropas.
El elemento que impulsó al fiscal a no pedir la preventiva de los detenidos y a solicitar la liberación fue que en las últimas horas recibió el resultado de la pericia al arma hallada en la escena del crimen: no se obtuvo ADN. Se trata de una pistola Beretta calibre .40 (serie A-33075-M) que habrían descartado los autores del crimen del chofer de la línea 620 la madrugada del homicidio.
En tanto, sí hay dos detenidos por el robo del coche que usaron los asesinos del chofer para escapar. Se trata de Antonio González, alias “Pancho” y de Rodrigo Pablo Pititto, quien confesó haber participado de la sustracción del rodado.
Ese coche, que apareció quemado y abandonado en Virrey del Pino, es un Fiat Siena gris que había sido robado el 25 de marzo pasado. “El día del robo, el sospechoso pidió un viaje por una aplicación de viajes en San Justo para ir hacia Ciudad Evita, asaltó al conductor y se llevó el auto”, explicaron los detectives por ese entonces.
El caso
A Pedro Daniel Barrientos lo mataron el 3 de abril a la madrugada cuando manejaba el interno de la línea 620 por las calles del barrio Vernazza de Virrey del Pino. Dos delincuentes simularon ser pasajeros, subieron a la unidad y asaltaron a una pasajera: le robaron la mochila. Y mataron al chofer. Tardaron 13 segundos y huyeron.
Un Policía de la Ciudad que viajaba como pasajero les disparó desde el colectivo cuando se escapaban: en la escena se levantaron 14 vainas servidas.
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