Ayer, los fiscales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta pidieron al juez Martín Del Viso que revoque la falta de mérito dictada para Francisco Sáenz Valiente. Aseguraron que el empresario acusado por el presunto femicidio de Emmily Rodrigues, ocurrido en medio de una fiesta de consumo de drogas en su piso de la calle Libertad en Retiro el 30 de marzo pasado, cometió el hecho en medio de una “escena sexualizada” con preservativos en la basura y juguetes sexuales. Además, creen que alteró la escena antes de que llegara la Policía de la Ciudad. Pidieron que se lo procese con prisión preventiva por matar a Emmily y proveer las drogas que podrían haber llevado a su muerte. En su planteo, revelaron puntos desconocidos hasta ahora en el caso.
Aseguraron, por ejemplo, que “en el lugar se encontraron tres jeringas –una, con líquido a determinar”. Un análisis de los audios de los llamados al 911 de Sáenz Valiente realizados por la DATIP del Ministerio Público Fiscal, en donde pidió a la Policía porteña que llegue al lugar, reveló que una mujer -que no fue identificada, pero se presume podría ser Emmily- grita: “¡Me pincharon!”. Ignacio Trimarco, abogado querellante en la causa, asegura que esto podría dar un giro radical al expediente.
Sin embargo, hay una particularidad. El forense Héctor Di Salvo, que realizó la autopsia, identificó 27 lesiones en el exterior del cuerpo de Emmily: ninguna era compatible con una punción propia de una inyección. Sáenz Valiente dio positivo por cocaína, encontrada en su orina, pero no por sustancias inyectables. Los resultados de las pericias toxicológicas practicadas a muestras tomadas del cuerpo de Rodrigues, pruebas que podrían definir el caso, estarán disponibles en los próximos días.
La mención de las jeringas y el “líquido a determinar” es un enigma para la defensa de Sáenz Valiente, encabezada por Facundo Orazi y Rafael Cúneo Libarona. Desconocen, por ejemplo, si se encontraron jeringas completas, agujas, o simplemente los émbolos, o si el líquido misterioso se envió a peritar. No constan en el detalle del allanamiento al departamento de la calle Libertad del 21 de abril, pero podrían ser parte de un detalle posterior, realizado por la Unidad Criminalística Móvil. Así, pidieron en un fuerte planteo al juez Del Viso, presentado en las últimas horas, que se incorpore “la totalidad de la prueba al expediente”.
También, pidieron que se incorpore otra causa que tramita en la Fiscalía N°10 y que llama poderosamente la atención: una denuncia por hurto realizada por el padre de Emmily, Aristides. Habría sido formulada el 1° de abril, el día después de la autopsia al cuerpo de Emmily. Supuestamente, apunta a un robo en el departamento de Caballito donde la joven brasileña vivía y que fue allanado por el viernes pasado.
El pedido de revocación presentado por Vismara y Labozzetta se centra en la hipótesis del femicidio y no incluye como causal de muerte la posible crisis psiquiátrica a la que apuntaron Sáenz Valiente y las testigos de esa noche. Al ordenar el allanamiento, el juez Del Viso ordenó a la fuerza porteña secuestrar drogas, medicamentos o cualquier documento que indicara una historia clínica. Solo se encontraron papeles varios.
El pedido de revocación revela otra particularidad.
El texto de los fiscales dice:
Sáenz Valiente siempre dijo haber conocido a Emmily en la noche de su muerte, pero “ya detenido, además, y de manera inexplicable, cerró o suspendió su cuenta de Instagram, desde donde la Fiscalía había determinado que él seguía en esa red social a Emmily Rodrigues y hasta había visualizado un video de ella del mes de noviembre de 2022 (pese a haber negado que la conocía)”.
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