Sicarios a bordo de una moto balearon el frente de una vivienda y mataron a un joven de 18 años en Rosario

La víctima fue identificada como Juan Pablo Leiva, quien tenía problemas madurativos y volvía a su casa tras buscar comida en un comedor comunitario

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No cede la violencia en Rosario: muere un joven en un tiroteo. Venía de buscar comida en un comedor comunitario (Imagen de archivo)
No cede la violencia en Rosario: muere un joven en un tiroteo. Venía de buscar comida en un comedor comunitario (Imagen de archivo)

“Mi hermano venía de buscar la comida del comedorcito y vino uno solo a disparar contra la casa de al lado y también le disparó a mi hermano. Él era un pibe que no se metía con nadie, no tenía broncas. Sólo lo mataron porque estaba al lado de una casa que tenían que balear”, relató uno de los hermanos de Juan Pablo Leiva, el joven de 18 años que fue asesinado a tiros en Rosario por unos sicarios que circulaban a bordo de una moto.

El hecho ocurrió este viernes a las 12.30 horas en Barra y Tupac Amaru, en el barrio Ludueña Sur. “Son buena gente pero tienen la mala suerte de vivir en un lugar feo. Pero ellos no andan en nada raro”, dijo una vecina al diario La Capital acerca de la víctima, que sufría retraso madurativo, y de sus 11 hermanos.

Juan Pablo Leiva vivía sobre las vías de la ex Línea Mitre, junto a su familia, en un lugar imposible de precisar ya que allí no existe la numeración catastral ni calles con nombre.

Fuentes policiales precisaron a Infobae que el joven volvía caminando a su casa por las vías con el almuerzo que le habían dado en comedor comunitario, a la altura de la calle Barra, cuando fue sorprendido por una moto color naranja de alta cilindrada que era conducida por una mujer. Sin embargo, la persona que efectuó los disparos fue un hombre que iba en la parte trasera del rodado.

Testigos indicaron que el agresor se bajó de la moto, cruzó la vía al troto y atacó a tiros el frente de una vivienda; que tenía la fachada de ladrillos huecos pintados de blanco. Justo en ese momento, Leiva pasaba por el lugar y resultó herido de gravedad.

Al escuchar las detonaciones, un vecinos dio aviso al 911 y alrededor de las 13.15 un móvil policial se hizo presente en el lugar. Al llegar, se encontraron con que Leiva había sido trasladado por sus familiares al Centro de Salud Débora Ferrandini, donde finalmente falleció.

El joven tenía impactos de bala en el tórax, el parietal izquierdo, el antebrazo derecho y el muslo izquierdo.

En la escena del crimen, los investigadores de la División Homicidios de Rosario hallaron cinco agujeros en la pared blanca de la casa baleada y un trozo de plomo encamisado.

El caso quedó a cargo del fiscal Ademar Bianchini, quien comisionó a efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para que trabajaran en la escena del asesinato y relevaran posibles cámaras de seguridad públicas o privadas para tratar de esclarecer lo ocurrido.

“Tengo 16 años y mi hermano no tenía ni la mitad de la maldad que puedo tener yo. No se metía con nadie, no tenía problemas con nadie. Solo vino uno al que le pagan por tirar y lo mató”, señaló una de sus hermanas. “Nosotros somos grandes y todos laburantes. Sólo somos pobres. Pero no andamos en nada raro”, aclaró otro hermano al medio rosarino.

La zona donde ocurrió el ataque está ubicada a cuatro cuadras de la comisaría 12ª, ubicada en Casilda y Solís. Se trata de un bastión del “Gordo Brian” Sánchez, un transero que cumple una condena a 20 años de prisión como autor del homicidio de Nahuel Duarte, un adolescente de 16 años asesinado a tiros la madrugada del 29 de noviembre de 2018; tan solo a 300 metros de donde se produjo el crimen de este viernes.

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