Diego Héctor Giménez (43), el gerente de la empresa textil This Week que fue atacado a tiros el martes pasado mientras dejaba a su hijo en una escuela de la zona Norte de Rosario, recibió este jueves el alta médica del sanatorio Parque, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente luego de que una de las balas impactara en su rostro.
“La bala me atravesó la cara y pasó de largo sin tocar ningún signo vital. Por suerte, la saqué barata”, dijo la víctima en diálogo con el noticiero De 12 a 14 tras haber sido recibido cálidamente por sus compañeros de trabajo.
En la entrevista, el gerente dio detalles del ataque, que ocurrió a las 7.16 del martes, cuando dos sicarios se bajaron de una moto y dispararon siete veces contra la ventanilla de su Amarok blanca, para luego volver a subirse a la moto en la que eran esperados por un tercer cómplice que conducía. Sucedió frente al colegio Medalla Milagrosa. Giménez había llevado a su hijo de 13 años y a un compañero del chico. Como los tiros fueron hechos en pleno horario de ingreso de alumnos al establecimiento educativo, hubo corridas, gritos y momentos de tensión en todo barrio Alberdi.
Te puede interesar: Qué dijo el dueño de la empresa de Rosario donde trabaja el gerente baleado frente a su hijo
“Todavía sigo sin entender qué pasó. Como todos los días, paré en la puerta del colegio para dejar a mi hijo y al compañerito y, de repente, escuché explosiones y vi que el vidrio se astilló. Lo primero que hice fue tratar de cubrir al nene. Dije: ‘¡Abajo, abajo!‘. Y ahí sentí un impacto en la cara. Tuve la reacción de poner el auto en marcha y acelerar para irme al hospital”, relató la víctima, que en ningún momento perdió el conocimiento.
Herido, el gerente manejó varios metros y estacionó su camioneta en la dársena que está en la puerta del hospital Alberdi, que está cerca de la escuela de su hijo. Allí, recibió las primeras curaciones y después fue trasladado en una ambulancia al sanatorio. “Ahora viene una recuperación lenta, tengo que pasar por una cirugía máxilofacial, cosas que se arreglan. Hay que seguir adelante, no queda otra”, contó Giménez y reiteró su desconcierto por lo ocurrido.
El dueño de la empresa textil, Sergio Colatti, habló del ataque a tiros y afirmó que ni su compañía ni su empleado habían recibido notas intimidatorias, mensajes ni llamados extorsivos. Así, sugirió que los sicarios pudieron haberlo confundido con un vendedor de droga que también se desplaza por ese barrio en una Amarok blanca, aunque no dio nombres.
“Hay una persona que vende falopa (sic) en la zona. Todos lo conocen. Y tiene una camioneta del mismo color que la que usa Diego. No entendemos otra cosa”, hipotetizó en diálogo con Canal 3.
Te puede interesar: Rosario sangrienta: balearon a un chico de once años
No obstante, desde el Ministerio Público de la Acusación todavía no tienen información concreta sobre el posible móvil. Las primeras medidas de la investigación son llevadas adelante por la unidad fiscal de Flagrancia, quien ordenó tomar testimonios, relevar cámaras de videovigilancia y levantar las vainas servidas a la Agencia de Investigación Criminal. Sobre el lateral izquierdo del conductor de la Amarok se constataron siete orificios de arma.
Mientras la investigación avanza, Giménez se refugia en el afecto de sus seres querido. Familiares, entre ellos sus dos hijos mayores, vinieron desde Buenos Aires a acompañarlo. El hombre dio gracias a “la gente que se preocupó y estuvo cerca”. Y lamentó: “Yo aposté a volver a vivir a acá, en la ciudad que amo, pensando que mi hijo iba a tener un mejor futuro, donde se podía encontrar en un club con chicos, donde podía jugar e ir a una plaza, igual que como yo crecí. Pero lamentablemente cada vez es más difícil, cada día vivimos con más pánico. Es un momento malo que estamos viviendo todos los rosarinos”.
Pese al contexto complicado, el gerente descartó la posibilidad de irse a vivir a otro lugar y deseó: “Ojalá esta ciudad salga adelante, tenemos gente muy buena y que vale la pena. Ojalá podamos vivir más tranquilos. Yo voy a seguir apostando a todo lo que vine a apostar. Con un poco más de cuidado”.
Seguir leyendo: